Cómo olvidar esa increíble época a comienzos del nuevo milenio en el año 2000, cuando sobrevivimos a un teórico fin del mundo por causa del Y2K. Entonces los computadores dejaron de verse como enemigos de una guerra contra las maquinas, y Will Wright en Maxis bendijo al planeta con un ‘spin-off’ de su popular franquicia SimCity, sucesor de otros cuantos Sim [Algo] que aprovecharon el cuarto de hora. Con Los Sims, los denominados ‘juegos de dios’ evolucionaron a un nivel más íntimo que comunal. Controlar directamente las vidas de los Sims que elegían habitar en los suburbios frente a la ruidosa ciudad, supuso un adelanto nunca antes experimentado. Acá estamos un cuarto de siglo después, donde podemos celebrar y de paso revivir el pasado, ya que Los Sims y Los Sims 2: Colección Legado están disponibles para PC modernos… en teoría.
Los Sims: vecinos, fiestas, citas, vacaciones, mascotas, superestrellas y magia
Suele ocurrir en la mayoría de casos y la primera experiencia es la que marca. En el caso de Los Sims, aquel juego base y sus siete expansiones tienen impregnado un humor característico y tono que las secuelas no pudieron replicar, en ausencia de Will Wright. Mientras Los Sims 2, 3 y 4 no se alejan mucho entre sí, entre esos y el primer juego de Los Sims hay un abismo. Algunos simplemente preferimos el primero y sus secuaces. Pero es cuestión de gustos, pues técnicamente es un tanto más, como decirlo, primitivo. O lo que más bien son las cargas de ser el primogénito.

La principal diferencia es el motor de juego que utilizan. La primera entrega de Los Sims aplica un punto de vista isométrico como el de SimCity 3000. En las construcciones de aquel juego y del mismo modo en los objetos adquiridos por Los Sims, se utiliza una técnica de diseño que no es 3D pero genera la ilusión del mismo. Rotar la cámara no gira los elementos porque son imágenes planas, pero esto es efectivamente disimulado para no afectar la inmersión. A su vez permitía que gráficamente el juego apostara al realismo en la medida de lo posible, sin necesidad de requerir un equipo demasiado exigente en la primera mitad del milenio.
Los diseños de los Sims tienen su propia personalidad y así mismo se apartan de los estilos caricaturescos de sus sucesores. Ahora bien, si hay algo que caracteriza al primer juego de Los Sims es su dificultad. Puede que entregas más recientes sean catalogadas como ‘cozy’, pero el primero presiona más por las constantes necesidades de sus Sims. Como un Tamagotchi infante o estrategia en tiempo real con párvulos. El modo vivir puede llegar a ser caótico y ausente de todo equilibrio antes de obtener un trabajo estable bien remunerado. O ser incluso alcalde de SimCity pasado por astronauta si te lo propones.

Es en los modos construir y comprar donde sí vemos la calificación ‘cozy’ tomar vida. Específicamente por su más que ideal banda sonora, con toques de ‘bossa nova’ y propia de una apacible velada junto a la chimenea. En este aspecto musical Los Sims envejece como un buen vino. Las expansiones aportan necesarias locaciones fuera del vecindario, porque si bien no queda mal expandir la casa y hacer fiestas para invitar a todas las amistades, hay diversión fuera de sus límites. Ya sea con citas románticas en el Downtown, o en los centros vacacionales para acampar, pescar o disfrutar de la nieve.
Los Sims: Animales a raudales agrega mayores responsabilidades en forma de mascotas, pues cuidar de las necesidades de los Sims además de los animales multiplica las labores. Por otra parte, Los Sims: Superstar permite seguir a nuestros personajes a sus trabajos en el mundo del entretenimiento, o conocer estrellas del pasado como Avril Lavigne, Christina Aguilera, Andy Warhol y Marilyn Monroe. En cuanto a Los Sims: Magia Potagia, no solo visitamos otros lares, también podemos vivir fuera del vecindario en un ámbito sobrenatural. La última expansión de Los Sims aporta una etapa infantil adicional, antes que la serie saltara el siguiente año a su secuela 3D con mayores opciones.
Los Sims 2: contando historias en 3D y diferentes barrios

Los Sims: Colección Legado es un completo paquete altamente recomendado para conocer el origen entero de la franquicia. De eso estoy completamente seguro y podría testificar porque conozco el primer juego de primera mano. Pero lamentablemente no puedo decir lo mismo de este reciente lanzamiento a través de EA App –versión reseñada– porque no hubo forma de que arrancara en un computador con Windows 10 que cumple con los requisitos. Un error desplegado como ausencia de «dispositivo Vulkan adecuado» impide iniciar correctamente el juego en algunos equipos, aún después de una reciente actualización. De hecho hasta instalé Windows en un Mac técnicamente más capacitado a través de Boot Camp, para a su vez instalar la EA App y Los Sims: Colección Legado, obteniendo el mismo error.
Por su parte, Los Sims 2: Colección Legado no tiene problemas para arrancar en el mismo computador con Windows 10 y en el Mac con Windows 10 –en los cuales no arranca la primera colección–. Absurdamente, valga decirlo, ambas colecciones no están disponibles nativamente en Mac y necesitas recurrir a estos extremos. En esta secuela numérica los usuarios de Los Sims 4 pueden sentirse más en casa gracias al completo uso del 3D en modelado de objetos y personajes. Quizás haya una que otra opción que extrañen de los actuales, pero no es tan drástico. Aparte de lo visualmente obvio, la fortaleza de Los Sims 2 yace en sus historias.

Seis diferentes barrios predeterminados nos permiten entrar de inmediato a las vidas de numerosas familias o Sims solteros. Sí, es cierto que el juego te invita a crearlos de cero, construir y decorar tu hogar. Pero a veces solo quieres jugar sin tener que pasar por todo ello, por lo que Los Sims 2 cuentan con variopintas y diversas opciones, aunado a los paquetes de expansión también disponibles en el acto. El vecindario desértico de Las Rarezas, además fue la inspiración para las versiones portátiles de Los Sims 2 en GBA, DS y PSP, que contaban una historia más lineal controlando libremente a un Sim.
Los Sims 2 no pueden evitar replicar expansiones temáticas de su predecesor como Bon Voyage, Mascotas o Noctámbulos, pero con opciones vacacionales y locaciones nuevas para agregar a los mapas principales. En donde apuntan a la originalidad es en Los Sims 2: Universitarios (kudos a la «Simplutense») y una más comercial Los Sims 2: Abren Negocios. Mecánicamente hablando, las aspiraciones de los Sims y sus motivaciones son las que se establecen como una suerte de misiones u objetivos casuales. Con las que pasó a ser un título más complejo que la primera entrega. Los recién llegados se encontrarán con ríos de tutoriales y notificaciones.

Estéticamente, Las Cuatro Estaciones y los paquetes de navidad, glamour, fiesta, jóvenes urbanos, cocina, mansiones y jardines, añaden capas y capas decorativas a los hogares de los Sims, así como un especial énfasis en los solares. De las expansiones, una de las interesantes es Los Sims 2: Comparten Piso, que permite alquilar apartamentos y compartir gastos, aún cuando los compañeros no sean los más agradables. Es otra manera de experimentar con los Sims de una forma más minimalista, por así decirlo. Aunque eso del minimalismo no sea una filosofía del todo viable en el codicioso y supremamente capitalista mundo de Los Sims. Creados a nuestra imagen y semejanza, al fin y al cabo.
Reseña hecha con una copia digital de Los Sims / Los Sims 2: Colección Legado para PC (EA App) brindada por EA Latinoamérica. También disponibles en Steam y Epic Games.
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