Uno de los lanzamientos más esperados en este comienzo de año es Kingdom Come: Deliverance 2, la secuela del RPG medieval hiperrealista lanzado en 2018 de la mano de Warhorse Studios. Esta segunda entrega, que inicialmente estaba programada para lanzarse el año pasado, promete expandir los conceptos del primer juego y atraer a una audiencia aún más amplia.
Gracias a Warhorse Studios y Plaion, tuvimos acceso anticipado a la versión completa y, tras jugar las primeras 10 horas, solo podemos decir que este título promete… ¡y mucho! Aunque puede parecer un tiempo considerable, para un RPG de esta magnitud sentimos que apenas hemos arañado la superficie de lo que tiene por ofrecer.
De entrada, hay que tener claro que el juego retoma exactamente donde terminó la primera entrega. Aunque en este tiempo de prueba hemos podido recordar varios de los eventos clave de Kingdom Come: Deliverance, creemos que vale la pena informarse previamente sobre los acontecimientos del juego original. En el canal oficial de YouTube del título, hay un detallado resumen con las escenas cinematográficas del primer juego que recomendamos encarecidamente para comprender mejor la relación de Henry, nuestro protagonista, con algunos de los personajes que hemos visto hasta ahora.

Uno de los aspectos que más me ha gustado es cómo esta secuela se siente más accesible desde el comienzo, incluso para jugadores más casuales. Mientras que en el primer juego la introducción era interminable, con un inicio algo tedioso y mecánicas de combate muy avanzadas, en Kingdom Come: Deliverance 2 los desarrolladores han optado por una narrativa más cinematográfica. Nos introducen a las mecánicas generales de manera gradual, sin abrumarnos. Claro, tenemos combates, sigilo y decisiones desde el principio, pero el juego no nos suelta completamente hasta que completamos la introducción. Esto nos ha permitido disfrutar mucho más la narrativa inicial y, para los jugadores que no probaron el primer título, sirve como un excelente abrebocas de lo que está por venir. Además, el componente gráfico y las animaciones son de primer nivel.
Sin embargo, algo que no ha cambiado es la manera en que se explican los sistemas y mecánicas. Los tutoriales están llenos de texto, y para muchos jugadores que no tienen paciencia para leerlos, lo más común será saltárselos. Esto me sucedió con la partida de dados, una actividad disponible casi al comienzo del juego. Me costó entender el tutorial, y solo de manera empírica logré comprenderlo, recordando que es prácticamente el mismo sistema del juego anterior.
Una vez completada la introducción y con acceso total al mundo abierto, me ha impresionado lo vivo que se siente el entorno. Todas las mecánicas del juego anterior están presentes, pero se sienten más refinadas. Además, el juego ofrece más oportunidades para generar momentos cómicos, no solo en la historia principal, sino también en las aventuras que surgen de forma espontánea mientras jugamos.
Este título sigue apostando por el hiperrealismo, con mecánicas que emulan la vida cotidiana de la época. En estas horas iniciales hemos aprendido a hacer pociones, secar hojas, cocinar y forjar armas. Crear pociones es todo un arte que requiere seguir metódicamente los pasos de un libro de instrucciones. El proceso de forjar armas es similar: hay que calentar el metal, golpearlo con un martillo y darle forma. Es un juego muy exigente en este sentido, pero a la vez gratificante.

Los eventos aleatorios son otro punto destacable. Estos nos obligan a estar atentos a todo lo que sucede a nuestro alrededor, desde lo que escuchamos hasta lo que vemos a lo lejos. El viaje rápido y el mapa se sienten similares al primer juego, al igual que la interfaz, lo que en ciertos momentos da la sensación de estar jugando una expansión del título original.
Una de las mecánicas que más disfruté en el primer juego, y que regresa aquí, es cómo el vestuario y la higiene del personaje afectan la percepción de los NPCs. Si estamos limpios, bien vestidos o incluso usamos una combinación adecuada de prendas, podremos influir en cómo los demás nos tratan. En el primer juego, esto se hacía evidente más adelante en la partida, pero aquí lo notamos desde el inicio, lo cual resulta muy divertido y nos da desde el comienzo alternativas para completar misiones.

El combate, aunque ligeramente más fluido, sigue siendo igual de desafiante. Para quienes dominaron el estilo del primer juego, esto será una buena noticia. Sin embargo, para los jugadores nuevos, esta seguirá siendo una barrera de entrada, ya que puede ser frustrante, especialmente después de los sucesos de la introducción.
En nuestra prueba de la versión para PS5, nos ha encantado lo pulido que se siente el juego técnicamente. Los tiempos de carga de la partida son muy rápidos y, hasta el momento, no hemos encontrado problemas visuales importantes más allá de algunos desajustes de lipsync. Sabemos que estos detalles serán corregidos antes del lanzamiento. No obstante, algo que echamos de menos es una localización para Latinoamérica. El español de España utilizado en el juego hace un buen trabajo al emplear un lenguaje más antiguo, pero para la mayoría de jugadores de Latinoamérica puede ser complicado entender ciertos modismos o formas de hablar.

Las 10 horas de juego transcurrieron volando, y sentimos que nuestra partida apenas está comenzando, esto es la punta de iceberg. Hasta ahora, hemos disfrutado mucho lo que hemos visto y jugado, especialmente cómo se está cocinando la historia y la química entre personajes. La narrativa ha comenzado de forma prometedora.
Kingdom Come: Deliverance 2 llegará el 4 de febrero a PS5, Xbox Series X|S y PC. No olvides que pronto tendremos la reseña completa del juego.

