Marvel’s Spider-Man: El atraco – Reseña

Después del éxito comercial y crítico de Marvel’s Spider-Man, las altas expectativas por La Ciudad que Nunca Duerme —paquete de tres capítulos descargables, anunciado poco antes del lanzamiento del título— no eran de extrañar. El juego base tomó la mitología del trepamuros y, si bien se mantuvo fiel a la misma, le dio un toque propio. Un paquete DLC claramente serviría para expandirla aún más por medio de nuevas aventuras. Al fin y al cabo, el héroe arácnido tiene una de las galerías de personajes más amplias del mundo de los cómics.

En lo que respecta a jugabilidad, si bien el título más que nada agarró y pulió aspectos de pasados juegos del género de superhéroes, La Ciudad que Nunca Duerme posibilitaría la introducción de mecánicas innovadoras. También serviría para implementar nuevos enemigos que modificarían las dinámicas de los combates.

Por desgracia, El atraco resulta una pésima primera impresión de lo que Insomniac Games planea hacer con los contenidos postlanzamiento de Marvel’s Spider-Man. No solo no está a la altura de las expectativas, sino que resulta mediocre en general.

El atraco se ambienta inmediatamente después de la conclusión de Marvel’s Spider-Man. Con Wilson Fisk y los Demons fuera de las calles de Nueva York, Peter Parker pensó que por fin podría haber un poco de paz. Es una lástima que las cosas nunca puedan ser tan sencillas para el lanzarredes.

Este vacío de poder en el mundo criminal ha invitado a que otro grupo se haga con la corona: los Maggia, una antigua coalición de familias mafiosas. Como si esta nueva oleada de crímenes no fuera suficiente, Felicia Hardy —mejor conocida como Black Cat— ha regresado a la Gran Manzana para retomar su carrera como ladrona.

Los jugadores de Marvel’s Spider-Man recordarán que había diferencias significativas entre los criminales comunes, los miembros de los Demons y los escapados de The Raft. Con la llegada de una nueva facción facción criminal, resulta evidente esperar la implementación de nuevos enemigos. Por desgracia, esta resulta una de las principales decepciones de El atraco.

Con la excepción de un nuevo enemigo, los miembros de Maggia tienen las mismas habilidades que las de los criminales comunes. Eso no es todo, ya que las semejanzas no se reducen a jugabilidad. Un buen ejemplo es que el modelo de los enemigos pesados de Maggia es el mismo que el de los Demons, solo que sin máscara.

¿Acaso el nuevo enemigo remedia lo que es claramente un reciclado de assets? Por desgracia, ese no es el caso. Este consiste en un enemigo pesado con una ametralladora Gatling. A diferencia de otros criminales con armas de fuego, sus ataques no cuentan con una línea de fuego que permita distinguirlos en medio del caos del combate. Dependiendo de la posición del trepamuros, este disparara de forma horizontal o vertical. La única opción de Spidey es moverse en dirección contraria o ubicarse detrás de un obstáculo.

Si bien lo anterior introduce un elemento que aumenta artificialmente la dificultad de los combates, no es lo que hace la introducción de este enemigo un error de diseño. El verdadero problema es que este oponente es completamente inmune a todas las herramientas del lanzarredes. La única forma de derrotarlo es acumulando dos barras de concentración para realizar un ataque especial.

La introducción de este enemigo no modifica la dinámica de los combates para brindar una nueva experiencia: los frena completamente al obligar al trepamuros a interrumpir combos para saltar, girar y ocultarse.

Dejando a un lado el fiasco de este nuevo enemigo, ¿dónde están las verdaderas novedades en materia de jugabilidad? Dejando de lado las misiones para desactivar bombas, que no tardan en volverse monótonas, y los crímenes comunes realizados por Maggia, El atraco introduce dos actividades con atractivos muy diferentes: los desafíos de Screwball y la búsqueda de las pinturas de Black Cat.

¿Recuerdas los desafíos de Taskmaster? Los de Screwball funcionan de forma similar, pero resultan mucho más complicados. Esto se debe a que introduce nuevas condiciones, entre las cuales destaca el hacer ‘photobomb’. Algunas veces, durante combates y carreras, habrá zonas específicas en las que Spidey recibirá puntos extra por derrotar enemigos y realizar piruetas.

Aunque la mayoría de estos desafíos resultan parecidos a los vistos en el juego base, hay uno que brilla sobre todos los demás. Este obliga al lanzarredes a utilizar exclusivamente dos herramientas: el hilo trampa y la matriz de suspensión. Esto no solo resulta un verdadero reto, sino que enseña una nueva aplicación de estos artefactos. Si los próximos capítulos de La Ciudad que Nunca Duerme suponen el regreso de Screwball, sería bueno que sus desafíos posean un enfoque didáctico.

La búsqueda de las pinturas de Black Cat no supone nada del otro mundo. Tal como implica su nombre, consiste en encontrar un nuevo conjunto de coleccionables. No obstante, lo entretenido de esta actividad es que revela bastante información sobre la interpretación de Felicia Hardy hecha por Insomniac Games.

Si bien los desafíos de Screwball y la búsqueda de las pinturas de Black Cat aportan algo de contenido significativo, aun así evidencian que los contenidos de El atraco están compuestos principalmente por assets reciclados. La única excepción es la propia Black Cat, sus respectivas escenas de video y los nuevos trajes alternativos. Por desgracia, estos no vienen con habilidades nuevas.

Si hubiera que juzgar exclusivamente por la historia y demás elementos narrativos, El atraco es prueba del amor que Insomniac Games siente hacia la mitología de Spider-Man. Sin embargo, las «novedades» en materia de jugabilidad dejan mucho que desear. Incluso las secciones que involucran activamente a Black Cat, ya sean de acción o sigilo, palidecen con respecto a lo visto en el juego base. En consecuencia, Felicia termina convirtiéndose en un personaje poco memorable.

Reseña hecha con copia digital de Marvel’s Spider-Man para PlayStation 4 y pase de temporada brindados por Sony Interactive Entertainment.