Son 28 años los que han pasado desde el primer título de Metal Gear para la MSX; aquella aventura en la que conoceríamos a un joven Solid Snake en su primera misión bajo el mando de Big Boss. Quizá muchos no contemplaban el potencial de esta franquicia, pero hoy después de tanto tiempo no cabe duda de que esta saga se ha vuelto una de las más importantes en la industria gracias a los dos personajes anteriormente nombrados y su apasionante historia.
Cada entrega de Metal Gear fue un viaje distinto en una época distinta y eso mismo fue lo que llevó a que la historia general fuera tan confusa; sin embargo, con el tiempo se empezó a completar un gran rompecabezas lleno de drama, clones, venganza y nanomachines. Hideo Kojima ha estado detrás de cada iteración en el papel de director y es gracias a su atención al detalle y su pasión por la historia que esta franquicia realmente se distingue de cualquier otra en el mercado.
Aunque Kojima es reconocido como un creador talentoso, también es recordado como un troll de primera; esto no solo se debe a su particular forma de hacer un anuncio, siempre lleno de drama y misterio, sino por el hecho que cada entrega de Metal Gear Solid en teoría iba a ser la última en la saga. Aunque muchos discuten si la historia de la saga es o no “pertinente”, la verdad es que su dirección hace que cada título sea una aventura compleja de entender, pero que se llevará nuestro aliento.
Esta misma sensación es, como lo veo yo, lo que quiso lograr Hideo Kojima con Metal Gear Solid V: The Phantom Pain, continuación inmediata de Metal Gear Solid V: Ground Zeroes, un título que, si bien fue MUY corto, estableció un punto de partida para la historia final de Big Boss. Durante los eventos de este último título vimos la caída de la Mother Base después del rescate de Paz y Chico en el campamento Omega; según se nos da a entender, toda la misión fue solo una elaborada trampa de Skull Face para así acabar con nuestro protagonista y su base secreta de operaciones.
Pero no fue así y eso lo sabíamos.
Metal Gear Solid V: The Phantom Pain inicia 9 años después de los desastrosos eventos que llevaron a la destrucción de la Mother Base y la muerte de cientos de nuestros soldados. Big Boss despierta en un hospital para darse cuenta de que estuvo recluido todo ese tiempo por un coma severo; su cuerpo ha sido mantenido en forma gracias a masajes y otros tratamientos, sin embargo, su vida corre peligro de nuevo y debe “ponerse en marcha”.
Punished Venom Snake, como ahora somos llamados, tendrá que empezar una nueva travesía desde cero para recuperar la gloria de su ejército, además de lograr vengarse de quien asesinó a sus seguidores y le quitó su brazo izquierdo, pero primero, habrá que reclutar una gran cantidad de personal antes de poder tomar la vida de Skull Face.
Tan pronto empezamos el juego y dejamos atrás el nivel introductorio se nos presenta una amplia región en Afghanistan donde se desarrollará una parte del juego. Inmediatamente captamos la gran extensión del mapa que está ante nosotros y que será nuestro playground tanto en misiones principales como secundarias. Como es usual con la saga, el sigilo será una de nuestras herramientas más útiles a lo largo de la historia, sin embargo, Metal Gear Solid V: The Phantom Pain no es un título de infiltración táctica como sus predecesores.
Cada entrega de Metal Gear Solid ha expandido el concepto de libertad de infiltración, por lo que hemos visto la evolución de los pasillos cerrados y mapas lineales a escenarios más abiertos con más posibilidad, sin embargo, Metal Gear Solid V: The Phantm Pain lleva el concepto de “libertad” a un nuevo nivel jamás antes visto en la franquicia.
Hideo Kojima ha denominado esta nueva modalidad de juego como Free Infiltration, es decir, un título en el que, si bien podemos ir en sigilo, debemos adaptarnos a las condiciones del entorno para poder llegar al final. Y es maravilloso. En principio solo podremos explorar una amplia región de Afhganistan, sin embargo, después del Episodio 13 podremos hacer misiones en una región selvática de África, presentándonos así nuevos parámetros de juego a causa del entorno.
Sea cual sea la región en la que estemos nos encontraremos con bases enemigas, puestos de vigilancia, zonas abandonadas, vida animal, recursos y uno que otro secreto. Como es de suponer, las distancias a recorrer son amplias y para ello necesitaremos de nuestro caballo, D-Horse, o de un vehículo que podamos encontrar o llamar vía iDroid, sin embargo, contaremos con más elementos para avanzar en las misiones a lo largo de la historia.
Por primera vez en la franquicia se incluye un nuevo sistema de jugabilidad que nos permite tener un acompañante a lo largo de la misión, este podrá ser D-Horse, D-Dog, quien servirá para rastrear, localizar y asesinar enemigos; Quiet, la “polémica” francotiradora que podrá hacerse invisible para atacar desde largas distancias, y el D-Walker, un minirobot que podremos personalizar a nuestro gusto para ser un mecha con cargas no letales o de destrucción masiva.
Antes de cada misión se nos preguntará a quién queremos llevar, por lo que será ideal fijarse bien en el tipo de misión para así determinar nuestro acompañante más apropiado, sin embargo, si la situación lo amerita, podremos cambiarlo con tan solo pedirlo en nuestro iDroid. Como se ha dicho, la libertad es absoluta, por lo que queda a discreción nuestra utilizar a los acompañantes de la forma que creamos acertada para superar la misión.
La Mother Base tendrá un papel vital en Metal Gear Solid V: The Phantom Pain, de hecho, el sistema que se usa para manejarla es una clara evolución de Metal Gear Solid: Peace Walker, es decir, no solo podremos determinar diferentes unidades de desarrollo para nuestra base, sino que podremos gestionar el personal y viajar entre plataformas. Es importante visitar con frecuencia la Mother Base ya que así no solo incrementamos el ánimo de nuestros reclutas, sino que si exploramos con cuidado podremos encontrarnos con ciertos eventos/cinemáticas que nos contarán más de la historia.
La gestión de recursos también es importante para la progresión del juego ya que de esta forma podremos permitir que nuestra Mother Base crezca y pueda acceder a nuevas piezas de desarrollo para nuestras misiones. Tener más recursos y dinero nos permitirá tener mejor equipo para ir al campo de batalla, pero también le dará las herramientas a nuestros reclutas para que se puedan defender de amenazas externas, sin embargo, hablaré de esto más adelante.
En términos de jugabilidad esta entrega es la más fluida de todas, no solo en cuanto a la libertad que tenemos para hacer las misiones principales y secundarias, llamadas SideOps, sino en términos de las acciones (escalar, agacharse, colgarse del caballo, hacerse el muerto) que puede hacer Big Boss para lograr una infiltración perfecta. Sin duda es el título con más funciones útiles y variadas de la saga, lo que nos motivará a experimentar cada vez que nos enfrentemos a una nueva situación, más aún al ver el comportamiento de la IA del enemigo.
Hasta ahora, pareciera que Big Boss posee todas las de ganar con un amplio repertorio de elementos para superar una misión, de hecho, en principio es así; sin embargo, con el tiempo la dificultad del juego incrementará y hará brillar la inteligencia artificial de los enemigos. No solo se volverán más perceptivos, sino que tomarán medidas preventivas para NUESTRO método de juego, es decir, si disparamos con frecuencia a la cabeza, usarán cascos más resistentes, si enviamos a D-Dog con regularidad, estarán prevenidos para su ataque. En resumidas cuentas, Metal Gear Solid V: The Phantom Pain aprende de nosotros, exigiéndonos así más de lo que podemos dar a la hora de entrar en acción.
Aunque las mecánicas detrás del combate y los disparos son increíbles, sí hay que admitir que eventualmente, a pesar del cambio de región, los mapas se pueden volver bastante repetitivos. No es un apartado completamente reprochable, menos aun teniendo en cuenta el clima dinámico y lo que podemos hacer en cada mapa, sin embargo, sí hay que notar que después de un tiempo dejarán de ser tan sorprendentes como cuando los vimos por primera vez.
Con las misiones sucede algo similar; las que corresponden a la historia nos presentarán una serie de objetivos “únicos” que las hacen diversas y divertidas, sin embargo, las SideOps, a pesar de que con el tiempo incrementan su dificultad, nos presentarán las mismas situaciones que ya hemos visto antes en otras misiones secundarias, es decir, rescate de prisioneros, captura de objetivos, eliminación de comandantes, eliminación de vehículos, etcétera. Nuevamente, esto no es un apartado reprochable, pero sí nos puede mantener a raya de ciertas misiones por un tiempo.
Algo importante para tener en cuenta a la hora de jugar este título es que la historia no tendrá un final aunque terminemos las misiones principales. No es que no concluya el argumento, sino que para desbloquear el verdadero final tendremos que superar una cierta cantidad de SideOps. Aunque esto anterior nos motiva a superar las misiones secundarias, es entendible que muchos se sientan desmotivados por lo mismo, además de que en ciertas ocasiones los requerimientos pueden llegar a ser demasiado demandantes para ciertas personas.
En cuanto al aspecto narrativo de Metal Gear Solid V: The Phantom Pain hay que decir que es un título dirigido por Hideo Kojima. No es que quiera ser redundante, sino me refiero a que la historia tendrá todos los elementos por los que este director se ha hecho tan famoso. Si bien el argumento se puede resumir en los deseos de venganza de Punished Venom Snake, es también un título delirante lleno de conspiración, suspenso, drama y un giro argumental que dejará a todo el mundo con la boca abierta.
Hay que tener en mente que Metal Gear Solid V: The Phantom Pain es un título que no “bota” la historia desde el inicio, de hecho, siento que esta entrega se tomó un poco más de tiempo con tal de desarrollar los eventos pertinentes. Lo que quiero decir es que puede que en principio “no se vea mucho” del argumento; sin embargo, es cuestión de ser paciente ya que en las horas finales el argumento cobrará más sentido, más aún si nos dedicamos a escuchar las grabaciones que encontramos a lo largo del juego.
Una de las decisiones polémicas tomadas a nivel creativo fue el cambio de voz para Big Boss, esta interpretado por Kiefer Sutherland en vez de David Hayter. Desde que se anunció esta medida se empezó a especular sobre el por qué y la respuesta de hecho la encontrarán en el final de Metal Gear Solid V: The Phantom Pain; sin embargo, para los que estaban escépticos por el desempeño del actor protagonista de 24, su voz, aunque no tiene muchas líneas, otorga un aire diferente y serio al Big Boss que conocemos.
Por supuesto, uno de los apartados más impactantes fuera de los anteriores es el sonoro; aunque hay una gran cantidad de piezas orquestales que acompañan nuestra a ventura y marcan los momentos de tensión, acción y drama, hay una gran cantidad de piezas de iconos de ochentas como David Bowie, Phil Collins, Bruce Springsteen, Toto, The Doors y The Clash, entre otros.
Dada la importancia del modo online en la generación actual, Konami anunció dos modos competitivos para Metal Gear Solid V: The Phantom Pain. El primero se llama FOB (Forward Operating Base), el cual nos permite invadir la base de otro jugador para así robar sus recursos y regresar a salvo a la Mother Base. Aunque los servidores están mucho más estables que al momento del lanzamiento, no he podido probar con propiedad este apartado, por lo que seguramente hablaré sobre él en octubre cuando sea lanzado Metal Gear Online, la segunda modalidad anunciada por Konami y que sigue una estructura más “tradicional” en sentido de la competencia por equipos en diferentes modos de juego.
No cabe duda de que este título es uno de los más importantes del 2015; excluyendo el bug de Quiet en las misiones 29 y 42, Metal Gear Solid V: The Phantom Pain es un juego impecable que visualmente corre sin dificultad en la PlayStation 4. Quizá no sea el mejor título de la franquicia en términos argumentales, después de todo, es difícil superar la calidad de la historia de otros de la saga; sin embargo, sí es un punto de referencia, especialmente para los títulos que abundan en esta generación que apuntan a establecer un mundo abierto sin pocas aspiraciones.
Metal Gear Solid V: The Phantom Pain es un GRAN juego, de eso no hay duda. Si es o no el mejor de la saga es un aspecto que depende más de cada fan; claramente es un juego extenso, divertido y muy variado. Aunque este título es muy amigable con los novatos en términos narrativos y jugables, considero que es mejor conocer un par de títulos de la franquicia para asimilar el estilo narrativo de Metal Gear y comprender a fondo la historia que se nos está contando, especialmente porque The Phantom Pain llena ese vacío que ha estado presente por mucho tiempo.
Reseña hecha con una copia de Metal Gear Solid V: The Phantom Pain para PlayStation 4 brindada por Konami.
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