La industria desde las trincheras: ¿Qué pasó con Minecraft?

Cuando escuché por primera vez que Microsoft estaba pensando en comprar a Mojang, creadores de Minecraft, hice lo que la mayoría de personas hizo: pensar que era ridículo. Pero la fuente, IGN, no era fácil de ignorar. Así que acepté que algo estaba pasando y traté de buscar las razones. Y no las encontré.

Finalmente la noticia se hizo oficial y finalmente Markus Persson, también conocido como Notch, creador del juego dio sus razones y más que sentirme aliviado me dejaron más preocupado.

Básicamente Notch sucumbió a la presión de sus fanáticos. Algo que también le sucedió hace poco a Phil Fish, creador de Fez. Uno puede ver ambos casos y quizás pensar «¡qué exagerados!». Después de todo ambos eran exitosos, Notch exponencialmente más, y eran reconocidos por muchísimas personas, algunas de ellos verdaderos fanáticos. Pero no me imagino lo que ambos debieron sentir cuando un grupo de ellos los embistieron.

De inmediato me pregunté porqué se estaba volviendo tan común, si los ídolos en la industria siempre han existido. Después de todo ¿quién no ha mencionado a Shigeru Miyamoto, creador de Mario entre otros personajes icónicos, como una de las razones para amar a los juegos? Y si bien puede tener una fracción de usuarios, Super Smash Bros. debe al menos tener una cantidad parecida de fanáticos que tienen ganas de expresarse, negativa o positivamente sobre cada decisión que hace Masahiro Sakurai, creador de la exitosa saga de peleas. ¿Por qué ellos, y otros, no han sucumbido a todas las presiones que deben tener?

Y Notch da la razón: En su comunicado expresa que él quiere mantener sus opiniones en Twitter, y de hecho el primer punto que lo hizo pensar en abandonar Mojang fueron críticas hechas a él por Twitter. El caso de Phil Fish fue muy parecido. El problema es en estar muy cerca de los fanáticos. Y en esa medida es un problema que le compete a todos los que nos consideramos gamers.

Y esta manera de expresarnos, hasta sacar de casillas a gente a la que de alguna manera admiramos, no es más que una faceta de un mal general que es el fanatismo extremo. Para mí es claro que hay un paso entre defender a muerte a Call of Duty al mismo tiempo que se trollea a Battlefield, y causar las expresiones de rechazo de Notch y Fish que los llevaron a alejarse de la industria de los videojuegos (uno más lejos que al otro)

¡Eso tiene que parar! Como reflejo de nuestra sociedad globalizada hay que tomar una posición frente al tema, no podemos escudarnos en señalar a otros como los culpables y darle la espalda al problema. Seguramente habrá muchas soluciones, pero lo más sencillo que podemos hacer es liderar con el ejemplo: hacer críticas o comentarios de una manera respetuosa y contestar de la misma manera así alguien haya lanzado la primera piedra.

Puede parece exagerado, siempre una excusa fácil, el expresar algo así, pero tengan en cuenta que lo que está en juego es la pasión que amamos y que es parte fundamental de nuestra vida. Después de todo ¿se imaginan una industria sin Shinji Mikami, Hideki Kamiya, Michel Ancel, Cliff Bleszinski, entre otros? Para mi se parece mucho a una sin Markus Persson y Phil Fish.

¿Qué responsabilidad se atañen ustedes en estas situaciones?