El nuevo juego del estudio español Chibig —creadores de Summer in Mara— no esconde su principal inspiración. Mika and the Witch’s Mountain tiene el espíritu de la película de Studio Ghibli Kiki: Entregas a domicilio e igual que esa obra de Hayao Miyazaki, está protagonizado por una joven aprendiz de bruja que toma un trabajo transportando paquetes y correo en un idílico pueblo a orilla del mar.
Este no es exactamente un título nuevo. Ya había salido en el programa de acceso anticipado para Nintendo Switch y para PC mediante Steam en agosto de 2024. Lo estamos reseñando porque la versión 1.0 saldrá el 22 de enero de 2025 junto a las versiones para las consolas PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox One y Xbox Series X|S.
La pequeña Mika es enviada por su madre a la montaña de la maestra Olagari para que ella la convierta en una bruja hecha y derecha. Pero la maestra resulta ser una mujer amargada que “como primera lección” arroja a Mika de la montaña y le dice que regrese por sus propios medios. La joven aprendiz debe comenzar a trabajar como repartidora para juntar suficiente dinero para reparar su escoba y así regresar con la agresiva Olagari en la cima de la montaña que corona esta isla.
Mika and the Witch’s Mountain es un juego bastante tranquilo y relajante. No hay combates ni pantallas de ‘game over’ porque sigue muy fielmente las reglas de los títulos ‘wholesome’ o ‘cozy’ que tienen como principal objetivo ofrecer al jugador un mundo agradable en el cual pasar el tiempo para desestresarse y ser feliz.
Aunque la mecánica principal es volar (más bien planear) en escoba, podemos describirlo como un ‘colectatón’ de plataformas en 3D con mucho énfasis en la exploración. Tenemos un mapa único que debemos recorrer buscando a los personajes a los que tenemos que entregarles paquetes y también podemos explorar más a profundidad a medida que avance la trama y consigamos mejores escobas que nos permitan aprovechar las corrientes de viento, activar dispositivos y planear por más tiempo.

Lo que hace verdaderamente interesante este sistema de jugabilidad es que al planear en escoba no podemos subir de altura. Eso no obliga a usar las corrientes de aires y otros dispositivos del mapa para llegar a donde queremos, pero a veces eso no es suficiente. Mika puede realizar un pequeño “impulso” en su escoba que se resetea cuando tocamos el suelo o seguimos una corriente. Saber cómo aprovechar esa simple mecánica es la clave para llegar a todos los recovecos del mapa y lo que le da un agradable nivel de reto al juego. Llegar a ciertos lugares requiere planear bien la ruta de “plataformeo” que vamos a seguir.
Mientras realizamos las entregas de paquetes que forman la estructura principal de Mika and the Witch’s Mountain vamos encontrando toda clase de distracciones en el mapa. Entre estas se encuentran actividades como buscar las pequeñas estatuas que nos sirven para desbloquear nuevos trajes, romper enormes vasijas que contienen cartas de tarot, participar en pruebas contrarreloj y desentrañar los secretos de la isla. Esto hace que nos recuerde un poco a otro clásico juego indie que amamos mucho: A Short Hike. En ambos títulos tenemos como objetivo principal llegar a lo alto de una isla que debemos recorrer realizando misiones y obteniendo las mejoras que nos permitan llegar a esa cima. También comparten su estilo reconfortante, bellos escenarios naturales y personajes adorables que da gusto conocer.

Hablando de personajes, voy a recordar con mucho cariño a los habitantes de esta isla. Son un grupo diverso de grandes personalidades con historias emotivas y mucho carisma. No son solo humanos, sino que encontramos miembros de varias especies de fantasía, algunas de las cuales ya habíamos visto en otras obras de Chibig. Lo más importante es la forma en que el juego los usa para hilar su trama.
Mika and the Witch’s Mountain es un título sumamente crítico del capitalismo, la forma en que se aprovecha de las necesidades de la gente y el abuso que pone sobre los asalariados. Incluso aprovecha la oportunidad para atacar la cultura de la “economía gig” que está tan de moda hoy en día. Lo mejor de todo es que no se limita a la crítica vacía que hacen muchas otras obras y que se limita a mostrar “lo más que están las cosas”. En este título nos muestra cómo podemos usar el trabajo en comunidad y la ayuda mutua para escapar del terrible sistema económico en que estamos atrapados.




Es sorprendente la forma en que logra transmitir tan claramente su mensaje en tan poco tiempo. Este es un juego corto que se puede pasar en menos de 5 horas —alrededor de 6 o 7 si buscan terminarlo al 100%— y esa duración resulta perfecta para esta clase de título. Alcanzamos a aprendernos de memoria el mapeado para que lo recorramos con gusto sin que se vuelva repetitivo. Quienes quieran pasar más tiempo con sus adorables personajes tienen la excusa de encontrar todas las estatuillas, estelas, cartas del tarot y demás coleccionables. Además, los desarrolladores ya prometieron nuevo contenido que será agregado gratis al juego y que introduce “calabozos inspirados en la saga Zelda”. Esto tiene mucho sentido ya que las “vibras” del juego me transportaron de nuevo al año 2003, cuando jugué y me enamoré de Wind Waker.
Ya está más que claro lo mucho que me gustó Mika and the Witch’s Mountain, así que debo hablar también de sus defectos. Los controles de la escoba en el aire no son malos, pero me hubiera gustado que fueran más precisos porque hubo múltiples ocasiones en que simplemente no podía hacer los giros necesarios para llegar a ciertas ubicaciones. También encontré problemas técnicos como esquinas en las que Mika se queda atrapada y trofeos que se desbloqueaban a pesar de no haber completado las tareas necesarias. Tengan en cuenta que la versión que jugué es prelanzamiento, así que es posible que estos ‘bugs’ hayan sido solucionados cuando finalmente salga a la venta.

Aunque es un juego que tiene a los niños como público principal, también siento que pudo haber profundizado más en el ‘lore’. Hay muchas ideas interesantes sobre la magia y los secretos de la isla que merecían ser un poco más detallados sin necesidad de volverse complicados.
Mika and The Witch’s Mountain llegó a mi vida en un momento de mucho estrés y no pudo ser más oportuno. Aunque pase pocas horas recorriendo esta isla, cada minuto que pasé en ella estuve sonriendo y su emotivo final me hizo entender que no todo está perdido en este mundo en que las cosas parecen cada vez más oscuras. A muchos de ustedes les resultará demasiado simple, inocente o incluso aburrido, pero otros verán el potencial que tiene para alegrar, reconfortar y darnos unas horas bastante agradables.
Reseña hecha con una copia digital de Mika and The Witch’s Mountain para PS5 brindada por Chibig. Este juego también se encuentra disponible para PS4, Nintendo Switch, Xbox One, Series X|S y para PC mediante Steam.
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