Las escena de juegos de pelea en 2025 parece estar muy bien definida. Street Fighter 6 domina la escena competitiva y Fatal Fury: City of The Wolves está gozando de la popularidad de ser el chico nuevo en el barrio. Juegos como Tekken 8, Guilty Gear Strive y Mortal Kombat 1 han perdido fuerza, tienen comunidades muy dedicadas que los mantienen en un buen nivel de popularidad. No parece haber mucho espacio para un nuevo competidor en el género, pero hay un ámbito que no hemos considerado. Siempre hay juegos de pelea “de nicho” que prosperan en los encuentros de amigos, pequeños torneos y en enfrentamientos familiares que ni siquiera requieren modo de juego online. Es allí donde encontramos a Mostroscopy, un juego que tal vez nunca veamos en EVO, pero que definitivamente será recordado como un juego de culto.
Este juego de peleas indie fue desarrollado por el pequeño equipo mexicano Oribe Ware Games y se destaca por usar personajes inspirados en las películas de terror mexicanas de los años 50 y en la lucha libre de ese país. Salió originalmente para Steam en 2023, pero hace uno meses finalmente llegó a plataformas Xbox y desde el 16 de mayo de 2025 también lo tendremos disponible en PS4 y PS5.
Antes de hablar del juego en sí, tengo que ponerlos en contexto y mencionar la era de oro del cine mexicano. Entre los años 30 y los años 50, la industria cinematográfica de México gozó de un gran auge artístico y comercial no sólo con cintas de drama y comedia, sino con obras de género. El país tuvo su propia versión de Drácula, creó versiones para la pantalla grande de leyendas locales como la Llorona y la Momia azteca y convirtieron a luchadores como El Santo y Blue Demon en íconos nacionales. Esos personajes son en los que se inspiró el desarrollador Gustavo Oribe Mendieta para dar vida a Mostroscopy.
Cuando vamos a la pantalla de selección de personajes la encontramos poblada por rostros tan curiosos como el de la Mujer Vampiro, inspirada en La mujer murciélago de René Cardona; Yotecatl, que nos recuerda a La Momia Azteca; y Kukamon, que definitivamente es El Robot Humano. También tenemos a luchadores como El Fausto, que claramente está basado en El Santo; y Penumbra, que de inmediato me recordó a Tinieblas con su compañero Alushe salvando todos los días a Capulina. No podían faltar los vampiros, hombres lobos, detectives misteriosos, criaturas del pantano y creaciones de científicos locos en sus versiones más mexicanas. Mención especial para una Llorona con un interesante ‘lore’ vinculado a la mitología azteca.

La ambientación está a la altura del contexto. Los escenarios toman tonos neón, usan colores altamente saturados o monócromos con efectos de ‘rayones en filme’, lo que nos recuerda de inmediato a los cómics viejos, filmes en technicolor y en blanco y negro. La música también encaja a la perfección, pues varía entre melodías “macabras” y un surf rock que nos transporta directo a los años 60.
Amé el concepto de los personajes y el mundo absurdo y ‘pulp’ que se crea alrededor de ellos, pero no soy tan fanático del arte en sí. Todos los diseños son excelentes, pero no todos se ven bien en los modelos 3D. Los seres más monstruosos como Yotecatl, Piscuario y Penumbra no tienen problema, pero los humanos se ven “raros” en este estilo y sus movimientos se vuelven un poco ilegibles, sobre todo en los escenarios con efectos de color más dramáticos. El arte de los personajes, sus introducciones y finales tampoco me gustó mucho y parece un poco amateur, aunque le da algo de encanto “Serie B”.




Hablemos ahora de la jugabilidad. Mostroscopy es uno de esos juegos que usa combinaciones simplificadas para los movimientos especiales — es decir, al estilo Smash Bros. Un botón está completamente dedicado a esta clase de ‘poderes’ y dependiendo si lo presionamos solo o con una dirección saldrán movimientos diferentes. Las versiones EX de estos se realizan dejando el botón presionado hasta que el personaje brille o podemos dejarlo presionado aún más tiempo sin soltarlo para realizar supermovimientos.
Solo hay un botón de ataque (aunque su efecto también puede variar dependiendo de la dirección que presionemos al mismo tiempo), uno de burla y otro para bloquear. Si llenamos la barra especial, podemos activar un ‘Modo Mostro’ que nos permite realizar movimientos EX inmediatamente.

Este sistema no está nada mal y se presta para realizar algunos combos bastante divertidos con casi todos los personajes. El juego Incluso tiene un Modo Reto enfocado en enseñarnos estos combos, pero allí también descubrimos que la precisión y el tiempo requerido para sacar algunas combinaciones de ataques es muy irregular. A pesar de que los sistemas básicos de juegos son muy accesibles, los mejores combos están reservados para los más hábiles con el control y quienes dediquen más tiempo a memorizar las secuencias de comandos y el tiempo necesario entre ellos. Si esto es algo bueno o malo, lo dejo a criterio de cada jugador.
Los jugadores de juegos de pelea modernos se extrañarán al no encontrar un modo de juego en línea, pero —como dije al comienzo de este artículo— no lo necesita porque no es esa clase de juego. No vamos a jugar Mostroscopy para subir en los rangos de clasificación y convertirnos en uno de los mejores del mundo, sino para convertirnos en los mejores de nuestra casa o nuestra cuadra. Es un juego para invitar a los amigos y pasarnos el control mientras probamos los diferentes personajes, nos reímos de las absurdas historias que nos cuenta y es perfecto para rematar la noche después de ver Santo y Blue Demon contra Drácula y el Hombre Lobo.
Curiosamente, este no es el único juego de peleas latinoamericano protagonizado por monstruos que existe. Si el concepto les llamó la atención, denle una mirada al título argentino The Black Heart.

Reseña hecha con una copia digital de Mostroscopy para PS5 provista por Seashell Studio. Este juego también está disponible para PS4, Xbox One, Xbox Series X|S y para PC mediante Steam.