The Division llego hace mas de un mes a las tiendas y tenía como objetivo desbancar y tomar el lugar que Destiny había logrado obtener en la vida de los gamers. Aunque en un principio logró su cometido y se vendió bastante bien, hoy en día el juego se siente falto de ideas, de momentos memorables y del elemento cooperativo y competitivo que ha tenido la IP de Bungie desde sus inicios. Y es que desde hace un par de semanas he visto como la gente olvida The Division por otros juegos, incluso por el mismo Destiny, al que la ultima actualización parece haberle devuelto vida.

Los bugs y problemas técnicos han ido plagando este juego, tanto así que desde el primer día tuve problemas con The Division. Creí que el famoso error Delta se debía al lanzamiento, pero dos días después este persistía, de hecho, este error también estuvo presente durante la beta hace unos meses, y parece que no importa lo mucho que se discuta, no ha habido una solución definitiva. Esto se resume en una cosa: tuve un juego que no pude disfrutar ni con los métodos provistos por Ubisoft, por lo que tuve que recurrir a métodos temporales logrados por la comunidad.

Ahora, supongamos que este error se solucionó, pero poco a poco empezaron aparecer más fallos: se desaparecía el piso (o en su defecto lo traspasaba), el sonido dejaba de funcionar poco a poco incluyendo dentro el chat de voz, las misiones no se activaban, las habilidades quedaban inútiles por que no se activaban con su comando respectivo, e incluso llegue a ser completamente invencible cuando el escudo no funcionó correctamente y parecía que mi personaje tenía la resistencia que este daba sin necesidad de usarlo; y así podría continuar con un sin fin de dificultades técnicas que parecían ir aumentad cada vez que otro desapaercia.

La verdad, me gustaría decir que los problemas del juego son solo técnicos y que con actualizaciones se podría mejorar ese aspecto, pero en lo jugable y en el núcleo como tal del juego, este posee muchas fallas. Comenzando por el simple hecho de que este se vuelve repetitivo después de unas cuantas misiones de avanzar, cubrirse, disparar, y así sucesivamente hasta completar la misión. En un principio no es malo ya que los escenarios cambian durante el modo historia que le da al menos una atmósfera diferente, pero el problema se hace mas notorio en cuanto se llegue a las actividades end-game del juego, es decir, las que lo complementan después del modo campaña. Se podría decir que el modo desafío le da valor adicional a esto último, pero sufre del mismo problema porque solo habrá 3 o 4 misiones que tienen esta dificultad, es decir, son las mismas actividades principales rotando durante toda la semana en las que la única mecánica es acabar con la facción enemiga lo antes posible.

Algunos dirán que el loot (o recompensas) que uno consigue amerita la repetición de las misiones, pero ese es otro problema. El juego es extremadamente generoso con sus recompensas, tanto que ya incluso con un objeto de nivel superior en nuestro inventario, uno podría pasar al lado de uno similar y no recogerlo por lo que esto implica: que ya no tiene valor y que por ende estorbará en el inventario, que de por si es muy limitado.

Y es que cada vez que uno mira más a The Division, uno se da cuenta de lo poco memorable que es en todos sus aspectos, las misiones principales se sienten sin vida de inicio a fin, a duras penas la última logra generar un poco emoción, incluso los jefes finales pasan sin pena ni gloria porque son un enemigo más del montón, pero con mayor resistencia.

En este punto también podemos meter las armas, que a fin de cuentas todas son iguales según su clase (rifles, ametralladoras, escopetas, etc), pero con algunos cambios en sus estadísticas en todos los niveles, aunque en categoría superior y High-End tienen características únicas. Aun así, no se sienten tan poderosas y diferentes, y es que para ser tan “especiales”, uno esperaría que visualmente se represente su poder, sin embargo, estas se sienten igual que cualquier otra arma.

Vale la pena hacer la comparación con Destiny, donde cada arma exótica tiene su apariencia y estilo único que le da un valor enorme a cada arma, nada más hay que ver lo poderosas y majestuosas que se ven armas como la Gjallarhorn, la IceBreaker o la más reciente Zen Meteor, que me hacen sentir realmente recompensado por mi tiempo invertido y que fueron armas que se convertían en objeto de deseo para los jugadores. Si me preguntan, The Division en este momento está años luz de despertar la misma sensación con sus armas.

Se supone que dos de los mayores atractivos de The Division son el componente multijugador y cooperativo, pero la verdad es que pueden llegar a ser bastante frustrantes. Si hablamos de este primero, existe un problema tan absurdo que es imposible no darse cuenta, el balance de enemigos, más específicamente hablando, de ese “ajuste” que hace el juego cuando alguien de nivel superior trata de colaborar a un novato. Como sabrán, las unidades enemigas se escalan al rango del jugador más experimentado, por lo que el de menor nivel simplemente verá su pantalla de “respawn” con frecuencia al no ser lo suficientemente fuerte como vencer a alguien de nivel 30. Claro, esto es razonable, pero rompe la comunidad, de hecho, esto me llevó en repetidas ocasiones a decirle a mis amigos que no podía ayudarles ya que el juego en vez de “adaptar el daño” del personaje, prefiere modificar el nivel de los enemigos.

En cuanto a la parte PvP, la frustración es aún mayor porque aunque La Zona Oscura está divida por niveles, el que tenga el mejor equipamiento es el que gana, y ya. Muchas veces es imposible entrar a buscar algo en esta área de juego porque la misma comunidad se ha encargado de hacer de esta tarea algo desagradable, pues ahora común ver dos grupos de personas trabajar al tiempo, unos que servirán a modo de “carnada” para tentar a otros usuarios a ser “Renegado”, mientras que los otros esperan la oportunidad adecuada para darlos de baja y robar sus pertenencias.

Esto junto, con la superioridad numérica y de equipamiento, hace una batalla perdida tratar de cazar renegados en La Zona Oscura, o tan siquiera tratar de enfrentarse a ellos, con lo cual no dan ganas de entrar a este modo de juego. Adicionalmente, esto nos genera un dilema porque si ataco a alguien llevo las de perder, y si no lo hago también.

Como ultimo punto me gustaría mencionar algo que ha sido más notorio después de la llegada de la ultima actualización y que en parte mezcla los problemas técnicos y el desbalance del que hablé con anterioridad, y es que los exploits rompen la experiencia de juego de una manera sin precedente. Durante las ultimas semanas hay gente que ha aprovechado estos «trucos» para obtener sets completos de la incursión sin mayor esfuerzo, o llegara obtener un DPS mayor a un millón, lo cual no seria tan malo si eso no tuviera mayor impacto, sin embargo,el problema es que si lo tiene y como no, también influye en La Zona Oscura.

Antes de cerrar haré una «mención especial» a la nueva incursión, Falcon Lost, una promesa fallida de un evento tipo Raid que pondría a prueba a los jugadores, pero que no resulto ser mas que un modo oleada que puede ser finalizado en tan solo una hora, contenido que es relativamente poco si lo comparamos con el Vault of Glass, la primera Raid de Destiny, que le tomó 14 horas al primer equipo en completarlo a nivel mundial.

Esto podrá sonar a quejas por parte de un jugador inconforme, pero como el nombre de este articulo lo indica, el hype y las ganas que tenia con mis amigos por The Division desapareció con el tiempo debido a los problemas ya mencionados, que a mi parecer, arruinan completamente la experiencia de juego. The Division llegó a destronar a Destiny, pero Destiny se mantuvo en su trono y logró desterrar a un The Division que se echó la soga al cuello con su ultima actualización llena de mas problemas y decepciones.

Aun así, todavía el juego tiene tiempo para mejorar antes de su primera expansión de pago, y la verdad, espero para entonces ver un producto mas pulido que me invite a retomarlo y dedicar mas tiempo a el.