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Parásitos de ayer y hoy: Cordyceps en The Last of Us

¿Podría el Cordyceps infectar personas y ser un problema para la humanidad como vemos en The Last of Us?

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Largo y tendido se ha hablado de The Last of Us, un juego de acción/aventura/supervivencia que fue desarrollado por Naughty Dog y publicado en el 2013 para la plataforma PlayStation 3 (con una versión remasterizada para PS4 y un ‘remake’ para PlayStation 5). Este juego no solo fue ampliamente esperado por el público desde su anuncio en 2011, justo después del lanzamiento la crítica fue bastante positiva. Obteniendo así una clasificación de 95/100 (con base en 98 reseñas) por Metacritic y un puntaje de 95% (con base en 68 reseñas) por parte de Game Rankings. Incluso considerado por algunos críticos y portales de entretenimiento como uno de los mejores juegos de video de todos los tiempos.

En The Last of Us el jugador controla la mayor parte del tiempo a Joel, un hombre que tiene la tarea proteger y escoltar a la joven Ellie a través de los Estados Unidos en un oscuro futuro posapocalíptico. La gran parte de la trama del juego se centra alrededor de la relación entre Joel y Ellie, junto a otros elementos de ‘survival horror’ que giran entorno a ellos. Allí, los jugadores usan todo tipo de armas y con sigilo se defienden de otros humanos y criaturas tipo zombi, que surgieron por la infección de una cepa mutada del hongo Cordyceps.

En el juego, el Cordyceps y la infección causada por este (Infección Cerebral por Cordyceps o ICC, Cordyceps Brain Infection o CBI en inglés), han erradicado a la humanidad como la conocemos. La historia de juego nos relata cómo la infección comenzó a difundirse por Estados Unidos en el año 2013, y en tan solo algunos meses el 60% de la humanidad murió o fue infectada por Cordyceps. Conforme los acontecimientos se van desarrollando, se muestra más información del origen, el desarrollo y la epidemiología de la infección por el hongo en los humanos (desarrollo dividido en cuatro etapas).

Cordyceps en el mundo de The Last of Us

Etapas del ‘Cordyceps’ en The Last of Us

En los 2-3 primeros días después de la infección, ya sea por inhalación de esporas o por mordedura de un infectado, el hongo crece rápidamente tomando control de las funciones cerebrales principales del huésped. Los cambios producidos en la corteza cerebral desencadenan hiperagresividad hacia otros individuos (etapa 1). Pasadas 1-2 semanas la infección progresa y el tejido del hongo crece dentro de la cavidad craneana, afectando parcialmente la corteza visual (etapa 2).

Entre 1-2 años de la infección, la visión es completamente reemplazada por una forma de localización por sonido o ecolocación, el mismo mecanismo que está presente en los delfines y murciélagos (etapa 3). Finalmente, después de 1-2 décadas de infección, el huésped desarrolla placas de tejido del hongo por todo el cuerpo (etapa 4). Si este muere, el hongo formará estacas, liberando esporas que tienen la capacidad de infectar a otros humanos.

Hay que celebrar que el juego no solo tiene buena trama, la creatividad respecto al efecto de un patógeno altamente infeccioso afectando a una especie es digna de admirar y es obvio darle crédito al director creativo de Naughty Dog, Neil Druckmann. Druckmann reveló que la idea de usar el hongo Cordyceps como medio para acabar con la humanidad, apareció al ver un capítulo de la serie documental llamada Planet Earth (narrada por el famoso naturalista David Attenborough).

Además del documental, Naughty Dog incluyó como asesor científico al biólogo de enfermedades David Hughes de la Universidad de Penn State. “Fue entonces una maravillosa oportunidad para enseñarle a ellos y a la audiencia acerca de pandemias y enfermedades zoonóticas, las cuales son trasmitidas de animales a humanos. Por supuesto también fue genial hablarles acerca del hongo Cordyceps (el hongo con el cual trabajamos en nuestro laboratorio), y el cual fue la inspiración para el juego”, dijo el profesor Hughes.

Infecciones del mundo real

Ahora, en la vida real las cosas no son nada aburridas respecto a los parásitos. Las poblaciones naturales, incluyendo a los humanos, siempre han batallado para sobrevivir a las infecciones. Un ejemplo clásico es la peste bubónica o peste negra (hasta ahora una de las epidemias más devastadoras en la historia de la humanidad). Esta fue causada por una cepa virulenta de la bacteria Yersinia Pestis, que tenía como huésped natural a roedores y que se transmitía a través de las pulgas. La peste bubónica emergió en la Europa del siglo XIV y se estima que acabó con un tercio de la población continental.

Cordyceps en el mundo de The Last of Us

Otro ejemplo más contemporáneo y de conocimiento común, donde un patógeno “salta” de infectar un organismo a otro, es el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH). Este caso VIH pasó de poblaciones de chimpancés comunes (donde la infección no produce ningún tipo de inmunodeficiencia) a humanos, causando la epidemia que conocemos hoy en día y que deriva en el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA). Como consecuencia de esta epidemia tenemos que 39 millones de personas han fallecido a razón de enfermedades relacionadas con el VIH y hasta el 2013, 35 millones de personas viven infectadas con el VIH.

Gobernados por parásitos

En la naturaleza, los hongos Cordyceps (algunos de ellos renombrados como Ophiocordyceps) hacen parte de un grupo de organismos que son parásitos específicos de arácnidos e insectos (creo que Spider-Man no se preocupa mucho por los parásitos, o tal vez Venom cuente por uno). Algunas especies de Cordyceps son capaces de afectar el comportamiento del insecto huésped. Una de las especies más interesantes es la Ophiocordyceps unilateralis: cuando una espora de este hongo infecta a ciertos tipos de hormigas, la conducta del huésped cambia.

La hormiga infectada abandona su nido y senderos en el suelo del bosque, y busca un área adecuada en términos de temperatura y humedad para el crecimiento del hongo. Ahí, la hormiga usa sus mandíbulas para aferrarse fuertemente a los nervios en la parte inferior de las hojas, donde el huésped permanece hasta que muere. Este proceso toma entre 4 y 10 días e incluye una etapa donde el cuerpo del hongo crece con forma de estaca justo detrás de la cabeza (tal cual como se ve en The Last of Us). Esta estructura contiene las esporas que serán liberadas y caerán sobre el suelo del bosque, listas para infectar otro nuevo huésped y así comenzar nuevamente su ciclo de vida. Terrorífico y emocionante a la vez.

Cordyceps en el mundo de The Last of Us

Entonces, la pregunta que todos se hacen es: ¿podría el Cordyceps infectar personas y ser un problema para la humanidad? Bueno, siento decepcionarlos, pero las probabilidades son muy bajas (¿no les parece suficiente con las enfermedades infecciosas de nuestros tiempos?). En nuestros alrededores hay miles de millones de esporas, de diferentes hongos. Estas esporas son inhaladas o aterrizan en nuestra piel a cada momento. El sistema inmune de nuestro cuerpo ha evolucionado para lidiar contra estas y otras amenazas (virus, bacterias), y solo personas inmunocomprometidas (pacientes en estado de SIDA o bajo tratamiento por cáncer) son realmente sensibles a infecciones por hongos.

Por otro lado, el salto de barrera de especie, aunque es algo común en la naturaleza, está regido por variables bastante estrechas entre los distintos huéspedes (interacción espacial entre los organismos, ecología, estrategia del parásito, relación evolutiva, por solo mencionar algunas), haciendo difícil y poco probable un salto de un parásito de hormigas que raramente vemos, hacia células de otros organismos como animales o humanos. Casos como la toxoplasmosis, la gripe aviar y la fiebre del dengue muestran una relación realmente estrecha entre humanos y organismos (gatos, aves de corral y mosquitos, respectivamente).

Ahora bien, aunque una infección por Cordyceps parezca poco probable, no debemos olvidar que la humanidad ya ha pasado por tiempos oscuros donde un patógeno ha acabado con miles o millones de personas. Nuestra realidad ahora contempla cosas como la superpoblación, movimiento acelerado de microorganismos por aviones y barcos, contaminación, calentamiento global y destrucción de hábitats naturales. Variables que a la larga son ingredientes esenciales para las epidemias futuras.

Nosotros mismos decidiremos si queremos ser «los últimos de nosotros».


Escrito por Maicol Ospina Bedoya, biólogo de la Universidad de Antioquia y magíster en microbiología de la Universidad de Sherbrooke.

Conoce nuestra opinión sobre la franquicia The Last of Us

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