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Pokémon: Let’s Go, Pikachu! / Eevee! – Reseña

De regreso a Kanto con varias mecánicas actualizadas pero una sorprendente mejora en los niveles de batalla.

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Pokémon se convirtió hace unos meses en la franquicia más rentable de la cultura popular, por encima de titanes como Star Wars, el Universo Cinematográfico de Marvel, Dragon Ball, y hasta del propio Mario de Nintendo. El juego creado por Satoshi Tajiri dio nacimiento a todo un universo de criaturas de bolsillo con serie animada, manga, películas, juego de cartas intercambiables, juguetes y toda clase de mercadotecnia.

Más de 22 años después de su nacimiento y tras un merecido impulso gracias al lanzamiento para móviles de Pokémon GO, la fiebre por la creación de Game Freak vuelve a su punto más alto con los primeros lanzamientos de la línea principal para Nintendo Switch, reiterando el género RPG que tan popular hizo a la serie pero facilitando la calidad de vida en el moderno mundo Pokémon.

Es el 3D más pulido de la franquicia, especialmente en los Pokémon.

Técnicamente parte de la séptima generación, misma de Sun/Moon/Ultra Sun/Ultra Moon, Pokémon: Let’s Go, Pikachu! y Pokémon: Let’s Go, Eevee! no solo abren una nueva ramificación en los RPG de la serie sino que brindan la oportunidad de viajar por quinta ocasión a la región Kanto –por lo menos para los jugadores veteranos–, una primera vez de experimentarla para las jóvenes generaciones de jugadores, aquellos que abandonaron la franquicia con el paso del tiempo o quienes se sumaron a la fiebre debido a Pokémon GO.

Esencialmente se trata de eso, de no dejar menguar el momentum que posee el título móvil desarrollado por Niantic, pues a pesar de que actualmente no es tan arrollador como lo fue en 2016 durante su lanzamiento, su presencia mantiene en constante vitalidad a la marca Pokémon a la par de todos los spin-off y productos a su alrededor. Con todo y eso, las dos versiones de Let’s Go van un poco más allá de ser simples ediciones en 3D de Pokémon Yellow: Special Pikachu Edition (a su vez mejora de Red/Green/Blue), o de ser los segundos remakes de aquellos primeros juegos 14 años después de FireRed y LeafGreen.

Pueden haber momentos como en la imagen con hasta siete Pokémon salvajes en pantalla.

Pokémon: Let’s Go, Pikachu! / Eevee! reconocen sus orígenes, respetan las bases que les dan inspiración, pero aportan los suficientes cambios como para defenderse por sí solos. Aun haciendo parte de una época que vio minimizada su dificultad a partir de la sexta generación en 3DS con X y Y –y los que le siguieron en la séptima–, los nuevos títulos alternativos son una extraña pero llamativa combinación de simplicidad con un reto nada despreciable para principiantes. Ese minimalismo quiere decir que muchos de los elementos no disponibles originalmente en Kanto siguen estando no disponibles en Pokémon: Let’s Go, como la habilidad de los Pokémon para cargar objetos o la hasta ahora infaltable crianza de huevos debutante en Johto. En vez de eso, una función desbloqueable denominada ‘Juez de Genes’ permite ver los IVs o valores individuales de cada Pokémon y su potencial.

Por fortuna, la modalidad opcional de alimentar y dar afecto –similar a ‘Pokémon-Amie’ y ‘Refresh’ en las dos últimas generaciones– es exclusiva de Pikachu o Eevee.

Es agradable apreciar cómo la región ha evolucionado cual Pokémon en estas ediciones protagonizadas por Pikachu y Eevee. No solo es que cada uno de los 153 Pokémon disponibles pueden salir de su Poké Ball y acompañar al entrenador o entrenadora en el mundo de juego, con tamaños apropiados para cada uno (si llegasen a Hoenn, pobre de Wailord); también es el hecho que elementos como las cajas de PC, habilidades de campo conocidas como Máquinas Ocultas, los encuentros aleatorios y hasta la bicicleta, han desaparecido de la faz de Kanto.

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A primera vista podría parecer un desacierto, pero en el contexto de Pokémon: Let’s Go tiene todo el sentido y agiliza una aventura que de por sí, rápida no era en sus orígenes. Pero veamos por partes dichas omisiones: en lugar de acudir hasta un Centro Pokémon, encender un PC y acceder por los respectivos menús hasta el sistema de almacenamiento de Pokémon creado por Bill, para poder cambiar Pokémon del equipo de seis entre cualquiera de los atrapados por el jugador, ahora simplemente se accede a un submenú en el inventario (o en la pantalla de equipo) apropiadamente llamado ‘Caja de Pokémon.’ Funciona exactamente igual que las cajas de antes, pero es una general y al alcance de la mochila. Como si fueran transferencias en la nube, ahorrando mucho tiempo y de paso colaborando rotativamente con el entrenamiento de varios Pokémon.

Eliminar las Máquinas Ocultas con las típicas habilidades de cortar, volar, surfear, empujar e iluminar, hace que la esclavitud en Pokémon sea nuevamente cosa del pasado, a favor de las Técnicas Secretas. Es curioso cómo el juego indica que el protagonista humano es quien debería aprender dichas técnicas, pero en su lugar vemos a Pikachu o Eevee en esas labores, sin importar su tipo. Del mismo modo, la bicicleta ya no es una opción, no porque el protagonista pueda correr cual velocista, sino porque varios de los Pokémon de primera generación permiten ser montados, parecido al Poké Ride de Sun/Moon/Ultra Sun/Ultra Moon pero con Pokémon propios de libre elección, tales como Onix, Persian, Arcanine, Kangaskhan, Rhyhorn y Charizard, entre otros.

Por último, la ausencia de encuentros y batallas aleatorias, herencia directa de Pokémon GO. Esta es una mecánica comprensible en móviles cuyo uso pudo parecer toda una herejía para los jugadores más inmersos en la franquicia RPG. Pero seamos sinceros, a menos que estuvieses buscando un Pokémon específico en los juegos tradicionales o raramente entrenando con batallas salvajes, la exploración podía ser realmente tediosa si no andabas cargado de súper repelentes.

Que los Pokémon puedan verse en su hábitat natural, tal como en Pokémon GO pero en su totalidad más coherente, ayuda a esquivar los que no se desean y encontrar los que se buscan sin necesidad de batalla adicional (con ciertas legendarias o “snorlexas” excepciones), con un modo de captura igual al de su hermano en móviles pero añadiendo los controles de movimiento de un Joy-Con o el periférico Poké Ball Plus.

Esta modalidad, sea en un televisor con la consola en su base o sobre una mesa, deja ver ciertos problemas con el lanzamiento de Poké Balls aun cuando la puntería en apariencia es la ideal. Por supuesto, esta es la única manera de acceder al modo cooperativo local para dos jugadores, tan solo agitando el segundo Joy-Con y pudiendo así otro jugador acompañar a recorrer el mapa, ayudar a pelear en ventajosos combates contra entrenadores rivales y capturar Pokémon con doble gasto del inventario. Aparte de eso, es un modo perfecto para partidas de padres e hijos, tíos y sobrinos, hermanos, parejas; sean ambos fanáticos, uno guía del otro o recién llegados.

A pesar de no tener que rebajarle salud a un Pokémon para capturarlo, sin necesidad de objeto alguno todos los del equipo reciben puntos de experiencia, que mejoran entre mayor sea el nivel del atrapado. La cuestión es que, aunque goza de un apropiado cooperativo, Pokémon: Let’s Go se disfruta algo más en modo portable como sus ancestros, aliviando las capturas con la presión de un solo botón y el leve movimiento de la consola o el stick izquierdo.

Pokémon: Let’s Go, Pikachu! / Eevee!
8.5/10 Nota
Lo que nos gustó
-Una región Kanto que rinde tributo pero que a su vez se reinventa.
-El modo captura para Pokémon salvajes agiliza la aventura.
-Modo cooperativo local de fácil acceso.
-Los niveles de varios entrenadores han subido, añadiendo instructores y maestros.
-¡Caja de Pokémon en la mochila!
Lo que no nos gustó
-Los controles de movimiento para capturas podrían mejorar su precisión.
-El enlace con Pokémon GO sería más práctico enlazando solo la cuenta de entrenador, en especial para aquellos cuyos dispositivos móviles ya no son compatibles.
En resumen
Pokémon: Let’s Go, Pikachu! / Eevee! no es el primer RPG de Pokémon en consolas caseras (honor de Pokémon Colosseum y Pokémon XD: Gale of Darkness de Genius Sonority, un tanto diferentes), pero si el que materializa un concepto insinuado en Pokémon Stadium y su GB Tower: una aventura tradicional de Pokémon en reluciente 3D. Con gráficos superiores a lo visto en 3DS, su fácil acceso para las nuevas generaciones y compatibilidad con Pokémon GO garantizan un fresco acercamiento a la franquicia, que muy posiblemente resulte en secuelas con las otras regiones. Para una saga con rebajada dificultad en los últimos años, que varios entrenadores rivales dejen ver Pokémon de mayor nivel es de agradecer, y eso siendo tan solo una edición alternativa.

Reseña hecha con copias digitales de Pokémon: Let’s Go, Pikachu! y Pokémon: Let’s Go, Eevee! para Nintendo Switch brindadas por Nintendo of America.

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