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Prey: Mooncrash – La reseña

El largamente esperado DLC de Prey aprovecha muy bien los mejores aspectos del juego, ¿pero hereda sus defectos?

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Prey (2017) es un juego que no recibió el amor que merecía por parte del gran público. No era perfecto; los combates eran tediosos y la historia decaía en su último tercio, pero su escenario, los métodos de exploración y sus temas sobre la identidad humana y la empatía, le convirtieron en una obra muy especial que se ganó el corazón de muchos, más no de suficientes.

Afortunadamente para sus fieles fanáticos, Arkane Studios no se ha olvidado de este título y aunque ha pasado más de un año desde su lanzamiento, ha puesto a la venta un complemento muy interesante que toma algunos de los aspectos más fuertes de Prey y los aprovecha de un modo que no esperábamos. Esto es Prey: Mooncrash.

Al comenzar a jugar controlamos a Peter, un hacker al servicio de Kasma, empresa rival de TranStar. Nos encontramos en un pequeño satélite y nuestro objetivo es conectarnos a una simulación donde averiguaremos el destino de cinco empleados de TranStar estacionados en la base Pytheas de la luna durante el ataque de los Typhon. Inicialmente sólo podemos elegir a uno de ellos, pero a medida que jugamos vamos desbloqueando a los demás.

Cada uno de ellos cuenta con un equipo inicial y un listado de las habilidades que podemos aprender, lo que hace que se jueguen de un modo diferente. Andrius puede desarrollar muchas habilidades de Typhon pero tiene muy poca salud, mientras que Joan tiene muchos más puntos de vida pero sus poderes se limitan a habilidades de reparación e ingeniería. Con algunos podremos ser agresivos contra los enemigos, mientras que con otros debemos dar prioridad al sigilo o usar estrategias alternativas. Con los puntos que vamos adquiriendo mientras jugamos podemos comprar nuevos objetos y armas que nos den una ventaja cada vez que reiniciemos el juego.

Y reiniciarlo es algo que vamos a tener que hacer muchas veces, ya que Mooncrash es una experiencia realmente difícil. La munición y demás objetos son bastante escasos y entre más tiempo pasemos en la simulación ésta se corromperá más, liberando nuevos y más poderosos enemigos, incluyendo al temible “Moon Shark”, un nuevo y enorme Typhon que ronda el hub principal del juego y que nos rastrea mediante el ruido.

Cada vez que la reiniciemos las cosas serán diferentes. Perdemos todos los ítems que teníamos pero conservamos las habilidades aprendidas. Aunque los escenarios no cambian, si lo hacen los enemigos y objetos que encontremos. Esta es la principal característica de este DLC y lo que le da su longevidad. No hay dos juegos iguales. Nunca sabemos qué vamos a enfrentar por lo que nunca sabemos bien cómo prepararnos o qué personajes llevar a qué secciones. Pero esto también juega un poco en su contra. Como dije, los escenarios permanecen iguales y uno puede cansarse de recorrer los mismos ambientes una y otra vez aunque se hagan de manera distinta.

Tampoco ayuda que visual y temáticamente no son muy diferentes a los que ya recorrimos en el juego principal (con la posible excepción de la corta sección que se desarrolla en la superficie lunar), por lo que eventualmente resultará tedioso. Cuando comenzamos una nueva simulación no importará lo familiarizados que estemos con estos mapeados, pues no podemos pasarlos rápidamente; para cruzar de un área a otra tendremos que eliminar todos los Typhon cercanos a la puerta o alejarlos de ella, y si eso no ralentiza lo suficiente el progreso, los insufribles tiempos de carga si lo harán (al menos en PlayStation 4).

Pero aunque la idea es repetir una y otra vez las mismas áreas mejorando nuestras estrategias y consiguiendo armas y habilidades más poderosas, este modo de juego si tiene un final, el cual podremos ver si logramos escapar con los cinco personajes usando cinco métodos diferentes en una sola simulación, algo que requiere de mucha práctica y habilidad.

Mooncrash expande el universo de Prey mostrándonos un poco sobre la distopía ultracapitalista en que se ha convertido el mundo. Las grandes corporaciones prácticamente esclavizan a sus propios empleados mediante promesas y deudas, roban sus habilidades y se deshacen de ellos sin consideración. Muestra la feroz competencia que existe entre ellas y que les lleva a desarrollar elaborados planes de espionaje empresarial. Su final está vinculado con el juego original y también hay apariciones especiales de algunos habitantes de Talos I (y uno de los personajes es la prima de Alex y Morgan). Pero a pesar de todo esto la verdad es que no hay mucha historia aquí. Es verdad que al ser un DLC enfocado en explotar al máximo los sistemas de juego no la necesita mucho, pero los fans de la trama de Prey, llena de giros, historia alternativa, pequeñas tramas personales y narrativa ambiental, se van a sentir muy decepcionados.

Junto al lanzamiento de este DLC también se puso a nuestra disposición una actualización gratuita que agrega tres nuevos opciones a Prey: ‘Juego Nuevo+’, para volver a comenzar el juego con todas las habilidades aprendidas (bueno, no comenzamos realmente con ellas. Debemos alcanzar la oficina de Morgan para encontrarlas). ‘Modo Historia’, que reduce la dificultad y frecuencia de los combates contra los Typhon (considero que esto arregla muchos de los problemas de este juego). Y ‘Modo Supervivencia’, que agrega opciones como un medidor limitado de oxígeno para las secciones en el espacio, traumas que debemos curar y degradación de armas, que nos obligan a estar cambiando o arreglando nuestro equipo si no queremos quedar indefensos. Estos dos últimos elementos también están presentes en Mooncrash.

Prey fue un soplo de aire fresco para aquellos que sienten que la mayoría de juegos modernos limitan sus opciones y les obligan a jugar de formas específicas. Mooncrash es diferente y puede sentirse como un juego restrictivo, pero mediante los límites que pone al jugador le hace descubrir nuevas formas de jugar y ver el escenario de maneras diferentes.

También puedes leer nuestra reseña de Prey y nuestro análisis a fondo de sus temas y simbolismos (Parte 1Parte 2).

Prey: Mooncrash
7/10 Nota
Lo que nos gustó
-Nos anima a probar diferentes estrategias y equipo que no usaríamos de otro modo.
-Es muy rejugable.
-Las nuevas armas, objetos y enemigos.
Lo que no nos gustó
-No tiene un buen desarrollo de historia ni aprovecha los temas de Prey.
-Escenarios muy similares a los del juego principal.
-Tiempos de carga extremadamente largos en PlayStation 4.
En resumen
Prey: Mooncrash está creado a medida para jugadores que quieren llevar al límite los sistemas que disfrutaron en el juego principal, pero que alienará a quienes busquen descubrir más historia o explorar los intrigantes temas que proponía, pues las pocas revelaciones que hace sobre el universo de TranStar y los Typhon no son muchas ni muy relevantes.

Reseña hecha con una copia digital de Prey: Mooncrash para PlayStation 4 brindada por Bethesda Softworks.

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