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¿PlayerUnknown’s Battlegrounds puede considerarse «Juego del Año»?

La reciente postulación del título de Brendan Greene y Bluehole al premio máximo de The Game Awards 2017 debe revisarse desde diferentes puntos de vista.

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La organización de The Game Awards 2017 (el premio más mediático para la industria de videojuegos en la actualidad) entregó el listado con los nominados a diferentes categorías, la cual puedes consultar aquí. Los elegidos parecen en su mayoría justos y correctos pero con una excepción interesante: la inclusión de PlayerUnknown’s Battlegrounds dentro del grupo de títulos a competir por el galardón Juego del Año 2017.

Esto nos trae a un dilema que seguramente se repetirá para otros listados de premios similares. PlayerUnknown’s Battlegrounds aún está en etapa de Acceso Temprano en Steam, es decir, los jugadores han pagado por el producto y pueden jugarlo en PC mientras el estudio desarrollador sigue trabajando en él. No es un juego terminado, y su versión final fue anunciada para el 12 de diciembre, cinco días después de la ceremonia de premiación de The Game Awards 2017. Entonces, ¿cómo puede considerarse «Juego del Año»? Tenemos un par de perspectivas para el análisis: la jugabilidad básica actual, el aspecto técnico y el alcance social de la propuesta.

A nivel de juego, PlayerUnknown’s Battlegrounds es el refinamiento de la fórmula propuesta por Brendan Greene desde sus inicios en la industria, siendo el creador de uno de los mods más populares de Arma II: DayZ, pasando por el modo King of the Hill de H1Z1 y llegando a lo que ahora también conocemos como PUBG.

El concepto inspirado en la película japonesa Battle Royale es simple: caes en un mapa junto a otras 99 personas y debes ser el único en quedar vivo sin importar a cuántos enemigos elimines. Al igual que en la cinta, hay un área segura que se va reduciendo poco a poco; si estamos fuera de ella recibimos daño ambiental; y si morimos no podemos continuar en la partida pero podemos salir inmediatamente a buscar la siguiente.

La estrategia, el conocimiento de las armas, la habilidad con las mismas y el factor aleatorio del equipamento disponible en los edificios hacen de PlayerUnknown’s Battlegrounds un juego con un ambiente adictivo, divertido y tenso de principio a fin; siendo prácticamente irrepetible el desarrollo de una partida respecto a las anteriores; además podemos jugar en equipo con lo que obtenemos horas de diversión (en especial si lo hacemos con amigos conectados por el chat de voz) e incluso con perspectiva bloqueada en primera persona para añadir mayor dificultad. Así que en esta área podemos decir que hay motivos para su nominación.

El verdadero problema es el apartado técnico, punto donde queda muy por debajo de los demás títulos postulados. PlayerUnknown’s Battlegrounds es un producto con muchos errores: no está debidamente optimizado para fluir de manera constante e incluso los jugadores con máquinas potentes deben reducir las configuraciones gráficas a niveles medios o bajos (y aún así se pueden presentar problemas), el comportamiento de física para objetos y cuerpos da lugar a momentos ridículos, algunas armas no tienen el alcance que deberían sea por exceso o por ausencia, los servidores no siempre están en buena condición y sus mantenimientos se programan de maneras abruptas, el sistema anti-trampas aún no funciona al  100 %, y su componente de cajas de botín es mediocre. También le faltan varios movimientos de personaje y solo cuenta con un mapa de juego; aunque ambas cosas deberían estar al aire muy pronto ya que están siendo revisadas en los servidores de pruebas.

Hay que advertirlo: no hay garantía de que su versión de lanzamiento oficial mejore todos estos elementos y otros que se puedan pasar por alto. El calendario de lanzamiento final para PC es muy ajustado y los desarrolladores también deben pensar en la versión para Xbox One que tendrá acceso temprano en diciembre. Por lo tanto, es el punto que más fortalece la posición en contra de su inclusión para el GOTY, además de sentar un precedente molesto: ¿es justo poner un juego sin terminar al nivel de otros con una mejor situación técnica?

Siendo así, ¿dónde vemos el fundamento «real» de la nominación? Como mencionamos antes, falta revisar el aspecto social y de comunidad creado alrededor del título. Brendan Greene ha sido muy honesto en sus declaraciones desde la creación del mod para Arma II (el servidor donde corre aún funciona gracias a los pagos de Greene). Además, la estrategia de promoción no se ha basado en campañas costosas sino en buscar a los creadores de contenido en YouTube y Twitch, con el objetivo de llegar a sus seguidores más fieles.

Esta fórmula ha funcionado de maravilla. PlayerUnknown’s Battlegrounds no solo es interesante para jugar sino para observar. Los momentos de habilidad, tensión, camaradería, risas y locura han hecho de este un competidor interesante en el área de contenidos. Por ejemplo, ha sido el único juego en quitarle el liderato de visualizaciones mensuales a League of Legends en Twitch; la popularidad de los streamers dedicados a PUBG es creciente (solo busquen en YouTube cualquier contenido relacionado con Shroud, Summit1G y DrDisrespect) y las ventas generadas desde este frente han aportado buena parte de la marca más reciente: 20 millones de copias vendidas hasta el pasado 7 de noviembre. Este éxito ya tiene «emuladores» detrás, como Fortnite aportando su modo Battle Royale en formato Free-to-Play o un modo similar para Warface, el shooter de Crytek.

Si tomamos la nominación de PlayerUnknown’s Battlegrounds como Juego del Año 2017 a niveles técnicos debemos decir que luce apresurada

En conclusión, si tomamos la nominación de PlayerUnknown’s Battlegrounds como Juego del Año 2017 a niveles técnicos debemos decir que luce apresurada; incluso su mención en la categoría de mejor multijugador resulta extraña por las fallas antes mencionadas. Pero no se puede desconocer el impacto dentro de los shooters actuales como representante del sub-género Battle Royale, ni el de su fiel comunidad que ha logrado mantener el título como uno de los más jugados en Steam y más buscados en plataformas de video en vivo o bajo demanda. Tal vez hizo falta una mención honorífica, o a futuro deba crearse una categoría de «Juego Influyente» donde se califique con otras características a los nominados. PUBG ha marcado el 2017 de una manera brutal, pero no puede colocarse (aún) al nivel de otras maravillas que ha dejado la industria.

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