¿Qué esperar de los nuevos Game Awards?

GamerFocus concede nuevamente un espacio a Sir Laguna, quien en esta ocasión nos trae sus impresiones y esperanzas sobre el futuro de las ceremonias de premios en el mundo de los videojuegos.

Soy de aquellos que considera que los videojuegos son un medio artístico. Año tras año sigo viendo cómo obras maravillosas salen al mercado con fantásticas bandas sonoras, imágenes preciosas e historias conmovedoras y creo que los creadores de estos trabajos merecen ser reconocidos por su talento. Sin embargo, a pesar de contar con respetadas entregas de premios como los Premios GDC que entrega la Asociación Internacional de Desarrolladores de Juegos o los Premios DICE de la Academia de Ciencias y Artes Interactivas, estas ceremonias no tienen el despliegue mediático y el glamour que tienen por ejemplo los Premios Oscar para el cine o los Premios Grammy para la música.

Hasta ahora, la entrega de premios en la industria de los videojuegos que más ha logrado llamar la atención han sido los Spike Video Game Awards, y si han visto una de estas ceremonias en los años anteriores sabrán que es algo muy vergonzoso. Los VGA han sido cada año un desfile de posicionamiento de marcas, chistes de mal gusto, irrespeto a los nominados y presentadores que no querían estar allí y que no tenían nada que ver con la industria de los videojuegos (¿qué tenían que hacer allí, por ejemplo, Charlie Sheen o los protagonistas de Jersey Shore?). Además los premios no se entregaban realmente a quienes más lo merecieran, pues los ganadores se decidían por votaciones online que se prestaban fácilmente al fraude o a que los fans obsesivos se organizaran para hacer votaciones masivas e inclinar la balanza por su favorito, lo mereciera o no.

Sin embargo la gota que derramó el vaso ocurrió en 2013, cuando en lugar de una entrega de premios convencional se hizo un rebranding del evento ahora llamado VGX y que en su nueva forma consistía en una serie de entrevistas, demostraciones de juegos y aún más tráilers que en las versiones anteriores, desplazando a los premios como tal a un tercer plano y demostrando que el principal objetivo del evento era meramente publicitario. Los VGX vivirán en la infamia no solo a causa de esto, sino que, además, el copresentador Joel McHale (grandioso comediante de shows como The Soup o Community) dedicó buena parte del tiempo a burlarse de los estereotipos de los videojugadores y de las compañías. Las críticas contra esta entrega fueron tan fuertes que probablemente influyeron en que en canal Spike decidiera no producir más este evento.

Yo me había alegrado por esta aparente cancelación, tal vez su ausencia permitiría que surgiera una mejor propuesta, una que no tuviera como público objetivo a la audiencia del canal Spike, que consiste principalmente en hombres universitarios cuyas preferencias en videojuegos se limitan a juegos FPS y Madden… pero entonces llegó Geoff Keighley.

Los que estén más enterados sobre la prensa de videojuegos estadounidense conocerán bien este nombre pues el señor Keighley es uno de los periodistas más reconocidos del medio de los videojuegos, aunque sido acusado muchas veces de “venderse” a diferentes marcas para poder asegurarse noticias y análisis exclusivos. Pues bien, este personaje también sirvió de productor ejecutivo de los VGA/VGX y ahora que estos han terminado ha anunciado un nuevo evento en su lugar: The Game Awards.

Inicialmente pensé que estos eran los mismos VGA bajo un nuevo nombre, más de lo mismo, pero entonces vi que en una charla con Polygon Geoff Keighley reveló varios aspectos interesante de su nueva propuesta, siendo el más importante que esta no es una producción del canal Spike y que él la está financiando de su propio bolsillo. Dice que es consciente de las críticas que recibieron las entregas de premios de años pasados y admite que muchas de estas se debieron a decisiones del canal, así que bajo su control creativo y el de un consejo que cuenta con nombres tan importantes como Hideo Kojima, Yves Guillemot (CEO de Ubisoft) y Reggie Fils-Aime (Presidente de Nintendo de América) veremos muchos cambios y aunque aparentemente se mantendrán los estrenos de tráilers y presentaciones musicales (aunque no lo asegura) quiere mantener el enfoque en los premios y ganadores y hacerlos mucho más respetuosos con la audiencia. Pero lo más importante de todo es esto: los ganadores no se decidirán por votaciones en línea, ya que los nominados y ganadores fueron elegidos por un selecto grupo de jueces pertenecientes a diferentes publicaciones internacionales. Esta independencia ya se comienza a notar en los nominados (que pueden ver en este mismo sitio), ya que un juego freemium de cartas como Hearthstone podría ganar el premio al Juego del Año, algo impensable en años anteriores. También se harán reconocimientos relacionados con e-sports y el contenido creado por fans cuyos ganadores sí serán definidos por votación pública.

Estos cambios me tienen optimista con respecto a esta entrega de premios. Es verdad que no me gusta del todo la idea de que se estrenen tráilers y presenten bandas en eventos de premiaciones (a menos que sean para tocar la música de los nominados) pues le dan una apariencia muy comercial, pero estas son molestias mías por lo exigente que soy; en realidad me gusta cómo suena esto y creo que son pasos en la dirección correcta para que el medio siga ganando reconocimiento y respeto. Espero que le vaya muy bien al señor Keighley con este proyecto para que continúe año tras año y siga mejorando (y sobre todo, porque corre el riesgo de quebrarse en caso de que no sea así), tal vez The Game Awards no se conviertan en “Los Oscar de los videojuegos”, pero al menos no volveremos a ver a alguien haciendo teabagging en el escenario como en los VGA del 2011.

No olviden ver The Game Awards este viernes 5 de diciembre.

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