Con pérdidas de más de 200 millones de dólares, este puede ser uno de los más costosos fracasos en la historia de los videojuegos. Aunque a nosotros nos gustó mucho y le dimos una reseña muy positiva, no cabe duda que cometió varios errores que alejaron a los jugadores. ¿Qué fue lo que en realidad ocurrió detrás de bambalinas? Hay muchos chismes al respecto, algunos son bastante acertados y otros parecen teorías de conspiraciones. Veamos realmente por qué fracasó el juego Suicide Squad: Kill The Justice League.
Mediante un reportaje publicado en Bloomberg en la mañana del 6 de junio de 2024, el periodista Jason Schreier revela que habló con casi dos docenas de personas involucradas en el desarrollo del juego para descubrir una producción mal manejada, perfeccionista e inadecuada para el estudio al que fue encargada.

¡Sorpresa! Fue idea de los directivos de Warner Bros.
Cuando el estudio británico Rocksteady finalmente lanzó Batman: Arkham Knight en 2015, comenzó a trabajar en un juego de puzles con el nombre código Stones. Este fue cancelado a finales de 2016 cuando los directivos anunciaron que en lugar de eso trabajarían en el juego de Suicide Squad. Directivos de Warner Bros. viajaron al estudio para presentar el modelo de ‘juegos como servicio’ como el futuro de la industria. En ese momento, títulos como Destiny y Overwatch eran un éxito masivo que todos los estudios querían copiar.
Los directivos insistieron en esto a pesar de que Rocksteady no tenía experiencia en esa clase de juegos. Durante esos días contrataron casi un centenar de personas más para trabajar en el nuevo título, llegando a 250 empleados. Muchos abandonaron el estudio al darse cuenta que iban a trabajar en un juego como servicio con multijugador y no en aventuras para un solo jugador como los juegos de Batman que popularizaron a este equipo.
Cambios y más cambios
Si el juego Suicide Squad: Kill The Justice League hubiera salido en la fecha planeada originalmente —2019, cuando el público no se había hartado aún de esta clase de juegos— tal vez hubiera evitado el fracaso. Pero el perfeccionismo del director del estudio Sefton Hill (que podía demorarse meses en dar el visto bueno al trabajo de sus empleados) y los cambios en el proyecto causaron largos aplazamientos.

El primero de ellos fue abandonar el combate cuerpo a cuerpo por uno enfocado en armas de fuego. Esto confundió a los desarrolladores que no entendían por qué tenían que darle una escopeta a un personaje llamado literalmente Capitán Boomerang. Luego vino un elaborado sistema de vehículos en el que gastaron meses antes de desecharlo.
El rechazo de los fans
Las primeras muestras del posible fracaso de Suicide Squad: Kill The Justice league llegaron cuando se presentó un video de jugabilidad en 2020. Como ya sabemos, a nadie le gustó que estos personajes se deshicieran de sus armas icónicas en favor de armas de fuego y mucho menos los elementos como servicio.
Warner Bros. y Rocksteady aplazaron aún más el juego, pero era demasiado tarde para corregir el rumbo. Los desarrolladores sabían que lo que estaban haciendo no iba a gustar, pero los directivos insistieron en seguir adelante. Cuando finalmente se lanzó el juego, esperaban que elementos genuinamente buenos como los diálogos de los personajes y la calidad visual atraparan a la audiencia, pero no fueron suficientes.
El reportaje de Schreier en Bloomberg profundiza mucho más en los objetivos de Warner Bros. y la desconexión que existe entre los ejecutivos que siguen persiguiendo tendencias con la realidad de la industria de los videojuegos.
Esta es una historia triste. Nosotros creemos que Suicide Squad: Kill The Justice League es un buen juego. Tiene geniales personajes y una gran historia, pero los elementos de juego como servicio que tiene lo perjudican enormemente y hacen que tal vez merezca su fracaso.