Conecta con nosotros

Videojuegos

Luz despues del caos: Final Fantasy XIV – A Realm Reborn. La Reseña

Publicado

el

ff-realm-reborn-3Final Fantasy XIV – A Realm Reborn es la oportunidad para sacar el MMORPG perfecto. Square-Enix se basó en el popular Final Fantasxy XI y en el fracaso que fue Final Fantasy XIV para sacar lo mejor de ambos mundos, añadiendo a la mezcla una que otra característica de otros MMO del mercado. ¿Lo habrá logrado?

Con la salida de Guild Wars 2 al mercado, el género de los MMORPG se transformó radicalmente. Por primera vez se evidenció que la necesidad de una suscripción mensual para poder seguir manteniendo el juego era todo un mito. El reto ahora no es nada fácil, poder publicar un juego que supere a Guild Wars 2, un MMO con actualizaciones mensuales que presentan nuevo contenido de calidad sin tener que pagar es complejo. En esta primera parte de la reseña hablaremos sobre los primeros 20 niveles del juego, que calificaremos como una primera aproximación, con el fin de poderles dar una visión general de FFXIV-ARR. En una segunda parte en las próximas semanas abordaremos lo que llaman el end-game que es el contenido del juego que nos debería mantener jugando por meses y meses ¡así que empecemos!

El mundo de Eorzea tiene un yo no sé qué que desde el principio nos cautiva. Y es que no sólo son gráficas en FFXIV-ARR, sino una mezcla completa de toda la saga en un mismo juego. Lo primero que agrada es la música tan característica de la saga mezclada con los inconfundibles sonidos de los  chocobos, moogles y demás razas ya familiares para nosotros; estos elementos en un juego que se inspira tanto en los universos vieja escuela como Final Fantasy VI, VIII como en aquellos recientes como FF XII es bienvenida con los brazos abiertos. El poder volverse a conectar con ese pasado de la saga hace que de cierta manera podamos decir “estoy en casa”.

La creación de personajes es prácticamente la misma como en cualquier otro MMORPG, hay una variedad increíble de posibilidades en cuanto a atributos físicos al igual que religión, fecha de nacimiento, etcétera. En término de clases nos obligan a elegir una clase desde el principio que marcará nuestra primera serie de misiones. De acuerdo a la raza y clase se nos asignará una ciudad inicial donde empezaremos a familiarizarnos con el gameplay y todo lo que compone el universo de Eorzea. El inicio puede parecer un poco lento debido a la cantidad de diálogos escritos que nos vemos forzados a leer porque no existe un «skip» o salto; esto en nuestro primer personaje no es malo, pero cuando ya sea nuestro segundo o tercer personaje quizás ese inicio sea fastidioso.

ff-realm-reborn-4

Entender las mecánicas del juego a través de misiones es algo bueno, puesto que no se siente un tutorial real sino más bien un proceso de adaptación con el cual vamos subiendo de nivel. Poco a poco el juego se ramifica de manera exponencial y debo confesar que este es uno de los grandes atractivos del juego.

FFXIV–ARR mezcla las misiones tradicionales de los MMORPG con eventos aleatorios dentro de los mapas, lo que rompe la monotonía de hacer misiones y misiones. Esto sucede también en juegos como Guild Wars 2 o RIFT, así que no es nada novedoso, pero Square-Enix decidió añadir un elemento extra que sería la cereza en el pastel. En nuestra aventura tendremos un diario de cacería en el cual tendremos que matar un número específico de monstruos lo cual nos da una recompensa en términos de experiencia; es decir que para subir de nivel tendremos la posibilidad de hacer misiones, eventos aleatorios o simplemente dedicarnos a cazar misiones o, como dirían algunos, korean grinding. La suma de estos tres elementos hace que subir de nivel se dé de manera bastante natural, sin que sintamos monotonía porque siempre se combinan estos tres elementos.

Mientras que subimos de nivel, seguimos una historia personal donde vamos avanzando, entendiendo a los grandes enemigos y aliados de Eorzea y, al mismo tiempo, vemos cómo nosotros seremos parte de la trama. Habrá ciertas misiones con cinemáticas que le dan vida a la historia, lo que se agradece debido a la gran cantidad de lectura que tendremos que hacer porque casi nada es narrado. Aunque haya una linealidad en términos de este tipo de misiones que van desarrollando la historia, uno tiene la posibilidad de dedicarse a vivir el mundo sin tener que depender de lo anterior. Si bien elegimos una clase al crear nuestro personaje, podemos cambiar de roles e ir evolucionando siendo diferentes tipo de personajes a lo largo del juego. Para quienes jugaron Final Fantasy Tactics esto les resultará familiar:

Empezar siendo un arquero no implica que tengamos que serlo durante toda nuestra vida en FFXIV–ARR. Uno puede cambiar de clase uniéndose a las diferentes hermandades, la mezcla de niveles de las diferentes clases iniciales abre la posibilidad de ser una clase combinada. Este elemento, ya característico de los FF, genera dentro del género una posibilidad gigante en términos de jugabilidad para nosotros; No tendremos que crear necesariamente un nuevo personaje para poder disfrutar de un mago blanco, uno negro, un arquero, etcétera. Asimismo esto genera una versatilidad tan abierta que las mismas clases que recolectan materiales actúan como clases y no se consideran “trabajos”, es decir que podremos disfrutar de prácticamente el 80% del contenido del juego con un mismo personaje sin tener que recurrir siempre a crear uno nuevo. El simple hecho de subir a nivel 10 TODAS las clases base implica invertir mínimo 3 semanas de juego casual (2-3 horas/día) en un mismo personaje.

Otro punto a favor es la posibilidad de combinar unas pocas habilidades de los jobs que uno ha subido de nivel, el resultado es cada personaje del juego es único ya que la baraja de habilidades se ajusta a los intereses y jugabilidad de cada uno.  Gracias, Square-Enix, por haber optado por este sistema puesto que no siempre querremos ser una clase pero tampoco queremos volverle a invertir tiempo a otro personaje para subir de nivel y perder todo lo cosechado con otro.


El sistema de calabozos mantiene la triada de la mayoría de los MMORPGs donde hay un Tanque, DPS y Curador. El sistema de pelea, por ende, no es innovador pero al mismo tiempo el desarrollo de las clases hace que no tengamos que presionar las mismas tres teclas, sino que haya cierta rotación de acuerdo a la situación en la mayoría de las clases. Hay un detalle que vale la pena rescatar y es que dependiendo de la situación en la que estemos la música se adapta. Si estamos explorando el mapa habrá una canción tranquila y en el momento en el que iniciamos combate, al igual que en todos los JRPG, habrá un cambio a una música más agresiva. La musicalización romperá un poco la monotonía si usted es de aquellos que solo escucha la música del juego, porque siempre se siente como si algo estuviera cambiando; por el contrario, si usted es de aquellos que pone su música no notará ningún cambio.

Lastimosamente no todo es color de rosa y el juego se queda corto en ciertos aspectos. Durante el lanzamiento fue casi imposible poder disfrutar del juego debido al gran número de jugadores. Esta situación resultó en que si no entrabamos en tempranas horas del día, intentar jugar por la tarde o noche era casi imposible. Asimismo, como todavía el juego es reciente, el sistema tradicional de pelea hace que en ciertas zonas sea imposible completar una misión de matar un monstruo por la gran cantidad de personas jugando (a la hora de completar nuestro hunting log). Estos aspectos afectan nuestro interés ya que en vez de ser algo para disfrutar se vuelve estresante tener que pelearse los enemigos entre 30 jugadores donde quienes tienen una clase de rango seguramente tendrán la ventaja a la hora de llevarse la muerte.
En resumen, un lanzamiento exitoso que generó un ligero fracaso debido a la falta de previsión por parte de Square-Enix en cuanto a los servidores, en la actualidad por las colas de esperar por servidor llenos es de máximo 3 minutos. Las buenas gráficas tienen un gran costo y su calidad se ve afectada por el PC que usemos; FFXIV–ARR exige una buena máquina porque a la hora de estar en una ciudad, si está jugando con los mínimos requerimientos espere tener un frame-rate de 5 a 10 fps, lo que opaca completamente la experiencia. Si opta por la versión de PS3, espere un ligero bajón que si bien no será tan crítico como en PC siempre es fastidioso sabiendo que estamos acostumbrados a unos juegos fluidos en consola.
ff-realm-reborn-5 Falta entonces ver si Square-Enix logra cumplir su promesa de ofrecer grandes contenidos nuevos trimestralmente, como sería el sistema de PvP y un nuevo grupo de calabozos para el end-game que viene en camino.

 

 

 

¿Que viene después? Acá los dejamos con el video de presentación de la torre de cristal. Un calabozo que existió en el universo de Final Fantasy III y que vendrá en el parche 2.1 donde nos enfrentaremos a los mismos monstruos de FF III!

A Realm Reborn: Final Fantasy XIV
7.5/10 Nota
En resumen
FFXIV–ARR es un MMORPG que vale la pena disfrutar al menos en sus primeros niveles, si están dispuestos a pagar una mensualidad les recomendamos de lleno probar el juego ya que no sólo mezcla los aspectos clásicos de juegos como WoW, sino que también tiene el toque mágico de Guild Wars 2. Lo más importante es que es un juego pulido sin bugs o errores, lo cual es raro de encontrar en este género. Subir un personaje y llegar al máximo nivel es todo un deleite tanto en jugabilidad como en historia y atmósfera, lograr un personaje perfecto con nivel 50 todos los jobs te tomará un buen rato.
1 Comentario

Deja tu comentario

Además no te pierdas