Resident Evil 3 [Remake] – Reseña

Durante más de una década, uno de los juegos más solicitados por los fanáticos de Capcom fue Resident Evil 2 (1998). No era de extrañar. Muchos jugadores consideran que el segundo juego es el apogeo de la franquicia y uno de los mejores ‘survival horror’ de la historia. Dadas estas expectativas, resultaba difícil pensar que la compañía japonesa sería capaz de entregar un producto que rindiera homenaje al juego original y una experiencia fresca tanto a veteranos como a primerizos.

Sin embargo, Capcom lo logró. Mezclando lo mejor de dos mundos —la jugabilidad de Resident Evil 4 y la ambientación de los títulos clásicos—, la compañía entregó un producto que rebasó las expectativas de los fanáticos. De hecho, en GamerFocus coronamos a Resident Evil 2 (2019) como nuestro juego del año.

Podrán imaginar la sorpresa y alegría de los fanáticos de la franquicia cuando ese mismo año se reveló que Capcom estaba trabajando en un ‘remake’ de su secuela: Resident Evil 3: Nemesis (1999). No obstante, este anuncio también supuso una extrema elevación de expectativas. Era evidente que los fanáticos esperaban una completa reinvención de lo que hizo que la tercera entrega fuera tan memorable.

Ahora que el ‘remake’ de Resident Evil 3 está disponible, ¿está a la altura de las expectativas? ¿Tenemos a otro candidato a juego del año en nuestras manos?

Lo primero que toca dejar claro con respecto a este ‘remake’ es que no pretende ser Resident Evil 2. Mientras que este último se regocijaba en su terrorífica ambientación al poner a los jugadores en los zapatos de dos supervivientes que apenas sabían cómo manejar un arma de fuego, Resident Evil 3 (2020) los pone en control de la especialista de combate Jill ‘Sandwich’ Valentine. La diferencia de habilidades entre Jill y los protagonistas de Resident Evil 2 resulta obvia desde el principio.

Aunque los controles de Resident Evil 3 son muy parecidos a los de su predecesor, Jill Valentine cuenta con varias habilidades —tanto pasivas como activas— que la hacen mucho más apta para sobrevivir al apocalipsis zombi que Leon y Claire. Si bien el apuntado de Jill es más veloz y preciso, lo que facilita dar tiros a la cabeza, su habilidad de evadir es la que la distingue de los protagonistas del anterior juego.

Los que jugaron el título de 1999 sabrán que la capacidad de evadir no es algo nuevo. Sin embargo, el ‘remake’ actualiza esta mecánica por medio de la introducción de unos cuantos segundos de cámara lenta al esquivar de forma precisa. Aunque es verdad que esta habilidad reduce el suspenso, resulta claro que fue una decisión consciente por parte de Capcom. El juego incentiva a utilizarla todo el tiempo.

A diferencia de Resident Evil 2 (2019), los muertos vivientes son bastante resilientes. No solo aguantan más disparos, sino que la probabilidad de reventarles la cabeza de un tiro es más baja. Más importante, la cantidad de zombis en habitaciones y pasillos ocasionalmente puede rozar la decena. Todos estos factores obligan a ser más táctico y la capacidad de esquivar es una herramienta vital para hacerlo. Al fin y al cabo, esta habilidad sirve tanto para reposicionarse como para acabar con unos cuantos zombis.

Por supuesto, esta no es la única novedad que presenta el ‘remake’ de Resident Evil 3. De hecho, ni siquiera es la más llamativa. Ese crédito se lo lleva su diseño de niveles y su historia, que pondrá patas arriba todo lo que los fanáticos saben sobre el juego original de 1999. No se preocupen: evitaremos mencionar ‘spoilers’ de la historia.

Los que jugaron el juego original recordarán que Raccoon City se caracterizaba por sus estrechas calles. Su geografía tenía más en común con una metrópolis japonesa que con una estadounidense. Tal no es el caso en el ‘remake’. Aunque todavía cuenta con varios lugares icónicos que debutaron en el juego de 1999 —tales como el Hospital General—, la Raccoon City del ‘remake’ tiene espacios más abiertos.

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El nuevo diseño de niveles no solo contribuye a que Raccoon City luzca más como una metrópolis estadounidense, sino que introduce un nuevo elemento de incertidumbre para aquellos que conocen el juego de 1999 como la palma de su mano. Desafortunadamente, los clásicos rompecabezas del Resident Evil 3 original están ausentes en el ‘remake’. Estos son reemplazados por la búsqueda de objetos clave, tales como una ganzúa para la «Maestra del Desbloqueo», para abrir nuevas rutas.

En lo que respecta a la historia, el ‘remake’ sigue la misma premisa que el juego original: Jill Valentine debe escapar de Raccoon City. Sin embargo, el desarrollo de esta historia es diferente. Hay varios eventos icónicos que se desarrollan de forma distinta y también se introducen nuevos personajes, aunque algunos no resultan tan memorables ni tienen impacto en la historia. La U.B.C.S. —la fuerza militar a la que pertenece Carlos Oliveira— juega un papel más importante en este ‘remake’.

Por supuesto, ¿cómo vamos a hablar de Resident Evil 3 sin mencionar a su personaje más icónico? Nos referimos al temible Nemesis, objeto de críticas y halagos.

Los encuentros con Nemesis, aunque tensionantes, terminan siendo más cinematográficos que difíciles. A diferencia de Mr. X en Resident Evil 2 (2019), la mayoría de encuentros con Nemesis se reducen a persecuciones telegrafiadas y batallas de jefe. Eso sí, lo que el ‘remake’ hace bastante bien es presentar al villano como un ser imparable y que evoluciona con cada derrota. El juego también revela más sobre su origen. De hecho, toma varias cosas de los ‘Reportes de Wesker’.

Hablemos de los contenidos que se desbloquean tras pasar el juego. Lamentamos informar que el ‘remake’ no hace gala de Los Mercenarios. Sin embargo, sí ofrece una buena cantidad de contenido desbloqueable. Este va desde el traje de S.T.A.R.S. para Jill hasta armas y demás objetos que ayudarán a superar el juego en tiempo récord.

Aunque la ausencia de Los Mercenarios ciertamente dolerá a los fanáticos del juego clásico, el ‘remake’ alivia esto con una curiosa adición: Resident Evil Resistance. Para los que no sepan, este consiste en un multijugador asimétrico —a lo Death by Daylight o Friday the 13th: The Game— en el que un jugador toma control del cerebro de un experimento de Umbrella y otros cuatro asumen el rol de supervivientes.

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Como los juegos mencionados, el objetivo de los supervivientes es escapar con vida mientras el cerebro reparte enemigos y trampas. Los supervivientes deben colaborar empleando sinérgicamente sus habilidades. Sin embargo, estos últimos no solo deben preocuparse por escapar con vida. Esto se debe a que tienen un límite de tiempo, aunque pueden sumar tiempo al contador al cumplir objetivos y eliminar enemigos.

Resistance no es el ‘remake’ de Outbreak que muchos esperan, pero es una muy entretenida experiencia multijugador. No solo ofrece bastante rejugabilidad en la forma de personajes y habilidades desbloqueables, sino que tiene un futuro competitivo si Capcom se dispone a mantenerlo actualizado con contenidos.

Reseña hecha con copia digital de Resident Evil 3 para PlayStation 4 brindada por Capcom USA.