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Dimitrescu, Beneviento, Moreau y Heisenberg: los subgéneros del horror en Resident Evil Village

Desde el elegante horror gótico hasta las pesadillas biomecánicas del horror corporal.

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La evolución del horror en el mundo de los videojuegos es bastante clara en la historia de Resident Evil. Analizando sus orígenes como ‘survival horror’, su paso por la acción desenfrenada y transformación en FPS, podemos descubrir cómo han cambiado los juegos del género con el paso del tiempo.

La octava entrega de la saga hace algo muy especial con el género. En lugar de seguir un nuevo camino o repetir algo visto antes, cada uno de los escenarios de Resident Evil Village está enfocado en un tipo de horror diferente. Vamos a descubrir de qué tipo de experiencias terroríficas encontraremos en la aldea, el Castillo Dimitrescu, la Casa Beneviento, la represa de Moreau y la fábrica de Heisenberg.

Aunque vamos a hablar de algunos enemigos y escenarios, este artículo NO contiene ‘spoilers’ de la historia. Tampoco mostraremos las transformaciones de los villanos.


El mundo rural del este de Europa

Igual que en Resident Evil 4, la llegada a un poblado extraño en el extranjero, lleno de desconocidos asesinos, está inspirada en películas como La masacre de Texas, Las colinas tienen ojos, Camino hacia el terror y muchas más. Debido a que la aldea de Resident Evil Village está ubicada en Rumania, no lidiamos con ‘rednecks’ asesinos, sino con criaturas que evocan las leyendas de esas tierras sobre hombres lobo, vampiros y los más oscuros cuentos de hadas de los hermanos Grimm.

Usualmente, esta clase de escenarios representan un miedo ligeramente clasista a abandonar las ciudades y contra sus habitantes “poco civilizados”, que suelen participar en perturbadoras religiones o cultos antiguos. En Resident Evil Village hay un tono diferente debido a las previas experiencias del protagonista y su misión de rescate.

Ya que la aldea es el eje central desde la que viajamos a las zonas controladas por Dimitrescu, Beneviento, Moreau y Heisenberg, se vuelve menos aterradora con cada visita.


El horror gótico del Castillo Dimitrescu

La visita al hogar de la enorme y atractiva Alcina Dimitrescu nos trae recuerdos de la Mansión Spencer del primer Resident Evil. En lugar de inspirarse en la trilogía de los muertos vivientes de George Romero de una forma que parece desentonar con la opulencia del lugar, el castillo Dimitrescu y sus habitantes parecen sacados de la novela de horror gótico por excelencia: Drácula, de Bram Stoker.

El equipo de desarrollo de Resident Evil Village confirmó que se basaron en el Castillo Bran, ubicado cerca de Brasov, Rumanía. Este es considerado “el verdadero castillo de Drácula”. Alcina Dimitrescu es claramente vampírica y la trama explica que debe alimentarse constantemente de sangre y carne humana para conservar su poder e inmortalidad. Otra referencia a Drácula son sus tres hijas: Bela, Cassandra y Daniela. Ellas representan a las novias del afamado conde y las moscas que las acompañan también son importantes en la novela, específicamente para sus sirvientes. 

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En la literatura y el cine, el estilo gótico pretende encontrar belleza en lo aterrador. No es casualidad que las mujeres del Castillo Dimitrescu sean tan atractivas y elegantes como escalofriantes. Pero lo gótico también se enfoca en la decadencia de dicha belleza. Los elegantes pisos del castillo y sus impresionantes torres quieren distraer de las prisiones y cámaras de tortura que esconden los sótanos.

Dimitrescu es apellido tradicional rumano. Puede ser una referencia al pintor Stefan Dimitrescu, que representaba la vida rural de su país en sus obras. Los fanáticos de Capcom podrían ver una relación con otro famoso vampiro: Demitri Maximoff, de Darkstalkers.


El horror psicológico de la Casa Beneviento

La Casa habitada por Donna Beneviento y sus muñecas es el escenario más aterrador de Resident Evil Village. Las figuras que llenan sus pasillos pueden ser objetos bastante escalofriantes. Solo hay que ver el impacto de películas como Annabelle, Dolls, Chucky, Dolly Dearest y todo el subgénero de ‘muñecas asesinas’. Su tierna apariencia y la forma cómo pueden representar simbólicamente a un ser humano las convierten en un gran elemento para las historias de terror.

Pero las muñecas de Donna no son la razón por la que la Casa Beneviento es tan escalofriante, sino lo que encontramos en el sótano.

Allí experimentamos una secuencia de horror psicológico muy efectiva. Usa trucos típicos del género de los fantasmas y casas embrujadas, como la voz de los muertos, para plantar dudas en la cabeza del protagonista Ethan Winters sobre los secretos que le guardaba su esposa y el temor a que su hija sea en realidad un monstruo.

No necesitan que les digamos que la sección en la que huimos del feto monstruoso es una metáfora del miedo que Ethan siente de su hija. Más a fondo, representa el miedo inherente a no ser buenos padres o que un hijo altere nuestras vidas. Vemos buenos ejemplos de bebés monstruosos en películas como ¡Está vivo!, Eraserhead y El bebé de Rosemary, al que Resident Evil Village hace un homenaje bastante directo. El videojuego Catherine también hace algo similar con uno de sus jefes.

A nivel jugable, los puzles, la falta de armas y la necesidad de ocultarse en armarios o bajo la cama hacen que la Casa Beneviento convierta temporalmente a Resident Evil Village en un juego de terror ‘al estilo moderno’. Estos usan el desempoderamiento para causar miedo y angustia. P.T. es uno de los juegos con el que más ha sido comparada esta sección. Estos títulos también suelen usar los horrores que el protagonista enfrenta como metáforas de oscuros secretos del pasado y sus problemas mentales.

El apellido Beneviento es italiano y hace referencia a una conocida leyenda sobre brujas.


El horror monstruoso de Moreau

Los peces gigantes son un cliché de Resident Evil. En la cuarta entrega enfrentamos al enorme Del Lago, el 5 tiene su propio monstruo marino y no podemos olvidar los tiburones del primer juego. En Resident Evil Village vemos cómo Salvatore Moreau se transforma en uno de ellos.

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La represa es una secuencia llena de acción en la que tenemos que atravesar el agua evitando que el enorme pez nos devore. Visualmente, Moreau es similar a criaturas de previas entregas de la saga, llenas de ojos y tumores que representan el lado más grotesco del subgénero ‘biopunk.

Este ser recuerda al monstruo de The Host, la película coreana de Bong Joon-ho (sí, el mismo de Parásito). Pero Moreau no es una simple criatura sin mente. Hay una tragedia frankensteiniana en él. Odia su apariencia y la poca utilidad de sus poderes, que le hacen imposible convertirse en “el favorito de su madre”. Aunque debemos matarlo, entendemos el dolor físico y emocional que siente. Esto es algo que se volvió común en el horror moderno. Nos piden que tratemos de entender “los sentimientos y el sufrimiento” del monstruo, haciéndolo a veces más simpático que los mismos protagonistas.

El apellido francés de este personaje es una clara referencia a La isla del Dr. Moreau, considerada la primera novela ‘biopunk’.


El horror biomecánico de la fábrica de Heisenberg

La especialidad de Karl Heisenberg en Resident Evil Village es la fusión de la tecnología con el cuerpo humano, pero no en un modo ‘cyberpunk’. Él crea ‘monstruos de Frankenstein’ reanimando cadáveres con electricidad y fusionando carne con metal. Arma sus creaciones reemplazando brazos con taladros o el torso con una turbina.

fabrica horror biomecánico

Pesadillas biomecánicas como estas están directamente relacionadas con el subgénero del horror corporal (‘body horror’). La mayoría de películas y juegos en que vemos humanos “mejorados” o convertidos en monstruos usando partes mecánicas suelen pertenecer al ‘cyberpunk’, pero las creaciones de Heisenberg están inspiradas en el clásico del horror japonés Tetsuo: The Iron Man. También hay elementos similares en la película de 2013, Frankenstein’s Army.

El primero de estos filmes es una surrealista mirada al cuerpo como una máquina deshumanizada y un mundo consumido por el metal industrial. La segunda se enfoca en experimentos anti-éticos que buscan que el cuerpo humano siga siendo útil tras la muerte, similar al objetivo de Umbrella con sus zombis.

El apellido Heisenberg nos hace pensar en el científico alemán Werner Karl Heisenberg, uno de los padres de la física cuántica… Eso es mentira. Todos pensamos en Breaking Bad.


No olviden leer nuestra reseña de Resident Evil Village y la guía para encontrar todos sus tesoros.

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