Starlink: Battle For Atlas – Reseña

Al lado de títulos como Assassin’s Creed Origins y Beyond Good & Evil 2, el anuncio de Starlink: Battle For Atlas dentro del marco de E3 2017 pasó sin pena ni gloria. Esto no fue de extrañar. El impulsar una nueva propiedad intelectual puede resultar bastante difícil. Al fin y al cabo, el jugar videojuegos es un pasatiempo costoso y la mayoría de los consumidores prefiere invertir su dinero en lo que ya conocen.

Si bien Ubisoft estuvo promocionando este título desde hace más de un año, no fue hasta E3 2018 que la compañía francesa se esmeró en vender su nueva franquicia. Esto no solo se logró a través de múltiples tráileres y demás material promocional, sino por medio de la inclusión de Fox McCloud y su Arwing en la versión del juego para Switch. Bueno, no tan sorpresiva. En los últimos años, Ubisoft y Nintendo han construido una buena relación por medio de sus colaboraciones.

La nostalgia ciertamente ayudará a atraer a los usuarios de la consola híbrida de Nintendo, ¿pero qué ofrece Starlink: Battle For Atlas a los poseedores de las demás plataformas? ¿Tiene algo nuevo que dar al género de combates espaciales o simplemente se vale de una dinámica ya explotada por Activision en Skylanders? Eso es lo que buscaremos responder en esta reseña…

Comencemos respondiendo una de las principales preguntas alrededor de Starlink: ¿son necesarios los juguetes para disfrutar el título? Al fin y al cabo, una buena parte del material promocional estaba enfocado en vender los sets de pilotos, naves y armas que afectan activamente la jugabilidad.

Aunque los mencionados juguetes son ciertamente parte del encanto del título —no solo porque desempeñan un papel importante en la jugabilidad, sino porque sirven como objetos de colección—, no es obligatorio el obtenerlos. De no estar interesado en los juguetes, los que quieran obtener el juego deberán optar por la edición Digital o Deluxe. Mientras que la primera incluye cuatro naves, los seis pilotos y doce armas; la segunda ofrece cinco naves, nueve pilotos y quince armas.

Dependiendo de la edición escogida, los jugadores tendrán un abanico de opciones más o menos amplio. «¿Por qué es esto importante?», preguntarán algunos. Pues porque cada una de estas elecciones van más allá de lo estético. Cada piloto tiene su propio árbol de habilidades, las naves cuentan con estadísticas específicas y la sinergia de distintas armas será vital para abrirse paso en las batallas.

Una vez comience la aventura, los jugadores podrán evidenciar que —si bien Fox McCloud y compañía solo están presentes en la versión para Switch— las mecánicas de juego son un claro homenaje a Star Fox. Los fanáticos de la franquicia de Nintendo se sentirán justo en casa al evidenciar que todos los movimientos evasivos de las naves son los mismos que los de la tripulación de Star Fox. Por fortuna, Starlink: Battle For Atlas no se contenta con solo imitar.

Como se mencionó, cada piloto cuenta con un árbol de habilidades que pueden desbloquearse a medida que acumule experiencia. Si bien los controles básicos de todas las naves son exactamente los mismos, son las habilidades activas y pasivas de sus pilotos lo que las diferencian ampliamente entre sí. También es importante resaltar el papel que las diferentes armas y modificadores en los combates.

En cualquier momento, el jugador tiene la posibilidad de cambiar las dos armas de su nave. Cada una de las quince disponibles cuenta con su propia cadencia de fuego y efecto. Este último depende en buena medida de la categoría elemental del arma. En total hay cinco: fuego, hielo, cinética, gravitatoria y éstasis. Dado que los enemigos que deambulan por Atlas cuentan con debilidades específicas, los jugadores son incentivados a utilizar todo su arsenal en algún momento.

Aunque las propiedades únicas de todas estas armas brindan de por sí variedad al combate, estas realmente brillan cuando se combinan. Por ejemplo, las armas de fuego causan un mayor daño tras congelar a los enemigos. En el caso de que los enemigos sean inmunes a las armas de frío, está la opción de emplear una de gravedad y otra de fuego para crear un vórtice elemental. Esta última opción también sirve para atraer enemigos cercanos al área de daño.

Por desgracia, detrás de esta variedad de estrategias yace un problema: esta es directamente proporcional a la cantidad de armas compradas. A menos de que se posea la mencionada edición Deluxe, el obtenerlas todas puede ser bastante costoso. Esto aplica especialmente a los que invirtieron en los juguetes.

Además de la variedad de armas y sus aplicaciones, otro aspecto que distingue a Starlink es la introducción de un campo de fuerza. Al igual que las maniobras evasivas y la propulsión, esta habilidad gasta energía. No obstante, permite defenderse de ciertos ataques e incluso reflejarlos si se bloquean en el momento justo. La implementación de esta mecánica permite que el juego tenga una saludable selección de estrategias ofensivas, defensivas y evasivas.

Los combates son solo uno de los aspectos que componen el todo de Starlink: Battle For Atlas. Si una de las mitades es la acción, la segunda es la exploración. Algunos jugadores incluso comparan este aspecto con el de No Man’s Sky. Y si bien la comparación puede resultar algo clicheada, no es incorrecta.

Mientras navegan por el espacio de Atlas, los jugadores podrán explorar varios planetas. Cada uno de estos cuenta con su propia fauna y flora —las cuales pueden analizarse para desbloquear información—, lo que les da una identidad visual única. Por desgracia, las diferencias terminan ahí. Esto se debe a que todos los planetas cuentan con las mismas actividades secundarias.

En todos los planetas podrán encontrarse observatorios, que desbloquean parte del mapa; refinerías, que generan electrum; talleres, que crean modificadores para las armas; y armerías, que despliegan unidades que defienden el planeta de amenazas. Todas estas locaciones ofrecen las mismas misiones, las cuales generalmente giran alrededor de la búsqueda de objetos y la captura de puntos de control.

Por fortuna, el juego se vuelve menos repetitivo a medida que avanza la historia. A partir de cierto punto, uno de los principales objetivos del jugador será construir una alianza con todos los habitantes de Atlas para hacer frente a la Legión. Para ello, primero tendrán que acabar con la influencia del enemigo en los planetas del sistema. Esto podrá conseguirse completando las mencionadas misiones secundarias de cada planeta y otras actividades, las cuales le dan un poco más de variedad a la aventura. Esto incluye batallas contra enemigos gigantes y flotas espaciales.

Todos estos contenidos contribuyen para entregar un amplia experiencia para un jugador. Sin embargo, en el caso de tener un compañero de juego, cabe resaltar que Starlink: Battle For Atlas tiene un multijugador local. Esto no solo facilita los combates y la exploración, sino que hace de estos aspectos mucho más divertidos.

A pesar de las múltiples fortalezas de este título, la repetitividad de las actividades secundarias sigue siendo un problema. Una buena solución sería que Ubisoft actualizara periódicamente el juego para introducir eventos temporales. De esa forma, aquellos que estén jugando la historia tendrán una mayor variedad de actividades y aquellos que ya terminaron tendrán un incentivo para volver.