Steam: la dictadura del algoritmo

Steam — la más popular plataforma de venta de videojuegos digitales para PC — no tuvo un buen 2018, especialmente a nivel de relaciones públicas. Desde comienzos de año, los titulares no pararon de referirse a varios escándalos, controversias y problemas que sufrió esta tienda.

Las críticas a su decisión de no hacer curación a los juegos, los enredos en que se vio a causa de la venta de títulos con contenido sexual, la falta de control de sus comunidades, sus continuos bugs y, finalmente, el surgimiento de un fuerte competidor, marcaron la historia de Steam durante el año pasado. Todo parece indicar que esta tendencia continuará en 2019.

Un nuevo problema surgió la semana pasada, cuando desarrolladores de juegos como Wandersong y Lucah: Born of a Dream (del cual hablamos recientemente) informaron que sus juegos estaban siendo identificados como “productos falsos” por la plataforma.

Wandersong's steam reviews are so good that Valve doesn't necessarily believe it's a real game, and still haven't enabled many basic features for us in case it's a bot trick. BUT IT'S REAL. https://t.co/wRZVo1LKtL pic.twitter.com/XqEzQKKP5x

— WANDERSONG (out now!!!) (@Wandersong_game) January 8, 2019

“Las críticas de Wandersong en Steam son tan buenas que Valve no creé que sea un juego real. Aún no han habilitado muchas características básicas para nosotros en caso de que sea el truco de un bot. PERO ES REAL”.

why does steam think lucah is a fake game still. can someone tell steam lucah isn't a fake game https://t.co/pd4XQkiQP4

— colin. (@melessthanthree) January 8, 2019

“¿Por qué Steam aún cree que Lucah es un juego falso? ¿Puede por favor alguien decirle a Steam que Lucah no es un juego falso?

Para aquellos que no lo sepan, un “juego falso” es un título publicado en Steam que no es creado con requisitos mínimos de calidad. Esta descripción engloba clones idénticos de otros juegos, títulos hechos con demos técnicas de motores como Unity o aquellos realizados con el mínimo esfuerzo.

Para detectar dichos juegos, Valve usa lo mismo que usa para todo lo demás: un algoritmo. Estas herramientas automatizadas deben usar ciertos parámetros para detectar los “juegos falsos” y bloquearles características de la plataforma o el acceso completo a ella. También deberían restaurar la situación para ellos si se detecta que son productos legítimos.

Esto no ocurrió en estos casos.

Aunque el problema fue solucionado para Wandersong poco después de su creador se quejara en Twitter de este asunto, otros títulos como Pig Eat Ball, The Void Rain Upon her Heart y el mencionado Lucah: Born of a Dream siguen marcados con la etiqueta de ‘Steam sigue aprendiendo sobre este juego’, afectando la visibilidad de estos y, obviamente, con efectos económicos negativos a sus creadores.

Lo que verdaderamente enoja de este caso es que es un problema que literalmente puede ser solucionado en segundos con intervención humana.

No se puede negar que la automatización de tareas, en cualquier industria, tiene muchas ventajas a nivel de velocidad, estandarización y, en ocasiones, incluso ahorro de dinero. Pero estas tareas requieren supervisión humana para funcionar correctamente. Un algoritmo no necesariamente tiene los criterios para detectar sutilezas y decidir en torno a ellas, no recibe retroalimentación y está afectado por la parcialidad de su creador.

Desde hace varios años, Valve ha sido criticado por las medidas que ha tomado para evitar contratar personas que haga curación y moderación en su plataforma. Ha recurrido a sistemas como el desaparecido Steam Greenlight, que ponía en manos de los usuarios el elegir los juegos que aparecían en Steam, o Steam Direct, que permite que básicamente cualquiera que pague la publicación del juego pueda hacerlo. Esto ha causado una saturación absurda en la plataforma, que actualmente cuenta con más de 30.000 juegos en ella. Una buena parte de ellos son “juegos falsos”. Esto ha afectado enormemente la posibilidad de que los jugadores descubran nuevos títulos que pueden interesarles. De hecho, muchos desarrolladores se quejan de que cada vez que se hace un cambio a los algoritmos de la plataforma, las ventas empeoran (a menos que sean grandes títulos AAA).

La falta de moderación también ha permitido que en los foros de Steam aparezcan y prosperen comunidades neo-nazis, racistas, misóginas y hasta algunas donde se coordinan campañas de acoso contra personas y compañías. En algunas ocasiones, Valve toma acción contra comunidades, foros, usuarios y juegos problemáticos, pero solo cuando el escándalo llega a la prensa y comienza a afectar su imagen.

¿A qué se debe esto? Al capitalismo. En su afán de maximizar ganancias y minimizar gastos, las empresas modernas siempre están buscando la forma de funcionar con la menor cantidad posible de personal. En casos como este, en que la ausencia de personas realizando una labor afecta directamente la calidad del servicio, se analiza si esto afecta negativamente las ganancias económicas. Si esto no ocurre, lo más probable es que el problema no se resuelva.

Steam se podía salir fácilmente con la suya gracias a su monopolio sobre el mercado. Aunque existen otras tiendas de juegos digitales para PC — como greenman gaming, itch.io, GoG y Humble Store — estas no llegaban a controlar una fracción del mercado que controla Steam. Ofrecer un mal servicio no afectaba su posición líder.

Afortunadamente, este es uno de los raros casos en que el mismo capitalismo ofrece una solución a este problema. Como ya hemos mencionado en otras ocasiones, el surgimiento de Epic Games Store; con prácticas como una mayor porción de las ganancias para los desarrolladores, un público establecido y el obsequio de juegos cada dos semanas a sus usuarios; tiene una seria posibilidad de afectar el negocio de Valve. ¡Gracias libre mercado!

Ya que el deseo de hacer lo correcto no fue suficiente para que Steam corrigiera sus problemas, tal vez está amenaza lo haga. Esta plataforma ha visto su número de usuarios disminuir drásticamente y, si quiere continuar su reinado, va a tener que depender menos de sus algoritmos.