StreamSquid, ¿otro reemplazo de Grooveshark?

Los creadores del servicio musical aseguran que es totalmente legal y prometen recuperar algunas listas de reproducción desaparecidas con el cierre de Grooveshark.

Grooveshark fue un servicio de streaming musical muy popular que cerró en abril de 2015 debido a las disputas legales con diversas casas disqueras relacionadas con su modelo de negocio y las licencias sobre los temas de su biblioteca que era alimentada por los mismos usuarios. Y aunque muchos ya han buscado alternativas como Spotify o Deezer para reemplazarlo, otros buscan cierta flexibilidad y libertad para buscar a sus artistas favoritos en un navegador web. Un nuevo servicio podría dar una respuesta: StreamSquid.

El sitio es la creación de los israelíes Ofir Yosef, Itzik Ben-Basst, y Ziv Waksman. De acuerdo a las declaraciones que brindaron a Ars Technica, no desean cometer las infracciones o errores de Grooveshark. Para esto optaron por hacer de StreamSquid un servicio relativamente cerrado donde los usuarios no podrán subir archivos MP3, pero sí hacer consultas y crear playlists; para evitar los problemas legales han decidido alimentar la biblioteca usando links autorizados por los autores en YouTube y Soundcloud (que podemos apreciar en la esquina superior derecha del reproductor).

StreamSquid también ofrece dos alternativas adicionales: la primera son listas creadas por los mismos desarrolladores del servicio o sugeridas, y la segunda es la recuperación de nuestros listados perdidos en Grooveshark mediante la introducción del nombre de usuario que manejábamos para este; esta última opción está limitada a los archivos recuperados y su disponibilidad dentro de la plataforma. Durante mis pruebas iniciales no logré acceder a esta recuperación y tuvo una que otra caída, pero en general funciona como promete.

Si desean probar StreamSquid solo deben ingresar al sitio, no requiere inscripción para las funciones básicas pero se ofrece la opción de crear un usuario por correo o Facebook. ¿Cómo reaccionarán las casas disqueras y la «competencia» a esta propuesta?

Fuente: Ars Technica