The Banner Saga 2 – La reseña

LLas mejores sagas de fantasía tienden a ser increíblemente complejas, llenas de recovecos, giros argumentales y descripciones minimalistas de los mundos ficticios que exploran; algunas creando una historia global y densa mientras que otras se dedican a la exploración de un héroe que pone cara a duros retos. Podríamos decir que The Banner Saga 2 cumple con varias de estas reglas, creando un entorno hermoso mediante un juego táctico profundo y lleno de bellos detalles artísticos y narrativos.

The Banner Saga 2 retoma los hechos del primer juego para continuar la travesía de una caravana de guerreros y civiles que están escapando de los Dredge, oscuros demonios de piedra que han empezado a asolar el mundo destruyendo a cualquiera que se atraviese en su camino. Tranquilos, si no han jugado la anterior entrega podrán encontrar un (muy) breve resumen de la historia que podrán consultar en cualquier momento y estableciendo varios puntos importantes: somos los líderes de este grupo de personas compuesto por diversos clanes y razas (principalmente humanos y Varls) siendo nuestro objetivo llevarles a salvo hasta Arrberang, una ciudad amurallada que podría resguardarnos del ataque invasor.

Pero la historia no es tan lineal, de hecho compone una buena porción del título presentándonos relatos de los sucesos junto a conversaciones y momentos clave donde debemos elegir duras decisiones de una lista al mejor estilo RPG. Dependiendo de nuestra elección se desatarán diversos eventos, generando más de una sorpresa que puede ir del desastre de nuestra travesía a la salvación de los caminantes. Algunas de estas secciones son acompañadas de viñetas y otras simplemente se limitan a contarnos un momento particular, haciendo así un pequeño homenaje a las aventuras de texto donde debías usar la imaginación para ilustrar los acontecimientos.

Esta influencia argumental es casi inmediata al abrir la aventura para el veterano y representa un problema si eres un novato en este universo: debes elegir entre dos personajes (Rook y Alette) para establecer la forma en que «finalizó» la primera parte, pero encontrarás muchas referencias y una que otra conversación de los integrantes de la caravana que te dejarán perdido durante los momentos iniciales ya que empezamos desde el capítulo 8 de este «libro virtual». La densa y elaborada narrativa está pensada en los jugadores que gustan de leer mucho, desglosar los eventos y tomar decisiones con calma; no es apta para impacientes o personas sin amor por los detalles.

La lectura también será clave para el segundo componente de importancia del juego: el combate táctico por turnos. Cuando no estemos solucionando eventos mediante el diálogo o la narrativa, lo haremos al enfrentarnos con el enemigo dentro de un campo de batalla dividido en casillas para movimientos y ataques que varían de acuerdo a las razas elegidas y las características de cada héroe. Esto nos obliga a conocer al detalle las habilidades de nuestra tropa incluyendo rangos de alcance, poderes especiales y tácticas de grupo.

Igualmente hay que tener en cuenta diversos elementos al atacar o usar estrategias: cuando usamos los poderes especiales gastamos Willpower, puntos cargados dependiendo de la moral de la caravana antes de cada combate y que solo se recargan dentro del mismo cuando una unidad descansa en un turno. Además cada miembro de los diversos ejércitos cuenta con dos medidores de Fuerza y Escudo que nos informan el nivel de protección y de ataque haciendo que ajustemos las cuentas en cada movimiento. Antes de cada enfrentamiento elegimos los héroes de nuestra armada que entran al campo y su debido orden de acción por lo que debemos analizar la combinación de fuerzas que más se adapte a nuestro estilo.

Lo bueno es que no faltará variedad. Si bien las razas son relativamente limitadas, los poderes implementados en sus diversos guerreros brindan una gran cantidad de opciones. Por ejemplo, puedes utilizar un Varl con amplio rango de ataque pero que tenga la habilidad de cambiar el orden de movimiento de un miembro de su grupo, hacer guardia con un arquero humano para dificultar el paso del enemigo, «insultar» a un rival para que pierda el turno o cantar un poema para subir las estadísticas de los compañeros, usar el ataque salvaje para quitar puntos de escudo o salud de manera aleatoria, o armar un «muro de tropas» que aumente las estadísticas de defensa. Hay mucho campo para experimentar tanto en los combates de alta importancia como en retos mostrados en las zonas de entrenamiento del campamento.

Además podemos mejorar a nuestro grupo de héroes de diversas maneras gracias a su componente RPG. Dependiendo del rendimiento en cada batalla los personajes obtienen la oportunidad de ganar un rango y «comprar» mejoras gracias a la obtención de puntos de Renombre. El objetivo de este apartado es maximizar las diversas estadísticas y ganar poderes o habilidades pasivas extra, además de poder asignarles objetos especiales que modifican sus facultades naturales. Esto nos invita a ser igual de agresivos con cada personaje.

Pero no dejes que te gane la confianza o la adrenalina. Aún si conoces bien a cada miembro de tu equipo, el componente de combate ofrece un reto bastante fuerte, aún en la dificultad Normal. Los enemigos sorprenden con sus movimientos y tácticas, las decisiones tomadas en algunos momentos hacen que cambie el panorama del enfrentamiento (incluso cambiando la disponibilidad de personajes dependiendo de sucesos particulares) y el estado general de la caravana tiende a afectar el rendimiento o recuperación de nuestros ejércitos. Será clave leer, analizar, combatir, y sobre todo aprender de la experiencia.

Hablando de la caravana, esta representa la porción «macro» de la aventura. Dependiendo de todo lo que hemos mencionado y del tiempo que dediquemos a la caminata o estar en campamento, nuestros viajeros tendrán un estado de moral alto o bajo que afecta el desarrollo de los eventos y el rendimiento de los guerreros que pelean «tras bambalinas» durante los arcos argumentales, aumentando la importancia de entrenar más de estas tropas y equilibrar su cantidad con la de los aldeanos que consumen menos recursos.

También tendremos que comprar provisiones a gastar en cada día de la travesía usando monedas de Renombre, así que constantemente nos preguntaremos «¿mejoro a un héroe o compro comida en la tienda del próximo pueblo?». Y habrán batallas principales que definan el destino final de los caminantes. Ellos representan de cierta manera una medición del rendimiento completo de nuestras estrategias y a la vez son lo que más debemos cuidar; no es cuestión de una simple bandera roja sino de convertirnos en el salvador real de este pueblo, aún cuando nuestras decisiones causen más de un fuerte conflicto.

The Banner Saga 2 es visualmente elegante, sobrio y sencillo, no existen trazos sin propósito. Las animaciones y viñetas que acompañan el relato toman clara inspiración de los libros ilustrados de fantasía y diversas películas animadas clásicas, especialmente en la representación de los personajes. Es fácil identificar al soldado gruñón, al héroe de origen humilde, a la hechicera misteriosa o al príncipe exiliado. Los escenarios son un poco más libres en su forma pero generan un hermoso contraste. El apartado de efectos sonoros resulta genérico pero la música saca la cara con creces, haciendo vibrar los momentos adecuados de nuestra travesía. En la parte técnica echo de menos algunas opciones de configuración como controles de nivel de audio o de pantalla, o una herramienta para cambiar la vista en momentos cuando se acumulan muchos cuerpos en el terreno, una desventaja derivada del diseño 2D.