Puppeteer: la reseña

The Puppeteer es la nueva apuesta de Sony para tratar de traer algo novedoso a su consola. Es en esencia un juego de plataformas y aventuras, que se enfoca mucho en su estilo visual para crear una experiencia y una forma de contar una historia que puede no ser tan típica en el mundo de los videojuegos.

Durante el juego, tomaremos el control de Kutaro, el alma de un niño que fue robada de la tierra por el maligno Moon Bear King y puesta en el cuerpo de una marioneta a la cual se le han comido la cabeza. Pero no solo por faltarle una pieza tan particularmente importante significa que Kutaro no tenga un destino importante, después de todo él es el elegido para reclamar las míticas tijeras de la diosa de la luna, conocidas como Calibrus, y traer el equilibrio perdido en el reino lunar, derrotando al malvado Moon Bear King y a sus 12 generales, quienes custodian los fragmentos de la Moonstone, necesaria para restaurar los poderes de la diosa.

De hecho, parte de las mecánicas del juego se basan en la idea del muñeco al que le falta la cabeza, al avanzar por los niveles uno encontrará toda clase de cabezas que tienen dos propósitos importantes: servir como la vida en el juego e interactuar con el ambiente.

En primer lugar, uno puede llevar un máximo de tres cabezas, cada golpe hará que perdamos la que llevamos puesta, si somos lo suficientemente rápidos uno puedremos recuperarla, si no desaparecerá. Una vez quedamos sin cabezas perdemos una vida, claro que eso no es un inconveniente, ya que a lo largo del juego uno consigue las suficientes vidas para nunca sentirse en un peligro real.

Cada capítulo tiene unas cabezas a desbloquear y cada cabeza tiene en algún nivel del capítulo un secreto que se activa con ella. Estos secretos pueden variar desde encontrar puntos para ganar vidas, abrir niveles bonus o incluso ayudar en las peleas con los jefes.

Durante el juego uno controla a dos personajes simultáneamente (o en el caso de dos jugadores cada jugador controla a un personaje). Kutaro es el personaje principal y poseedor de las tijeras mágicas, que nos permitirán no solo atacar a nuestros enemigos, sino que son una pieza fundamental para navegar por los niveles, ya que nos abrirán nuevos caminos y nos impulsarán a través del nivel. El otro personaje, Pikarina, es controlado con el joystick derecho y el botón R1 (o el move), pero su única función es la de investigar los niveles para encontrar los secretos. Esta mecánica para un solo jugador tiene un problema y es que en algunos niveles, es algo difícil controlar independientemente a los dos personajes y puede volverse molesto el encontrar los secretos.

Las tijeras son una interesante inclusión dentro del juego, ya que van más allá de ser una simple arma y son también, como ya dije, una herramienta para moverse entre los niveles; muchas veces uno encontrará precipicios, lagos o en general lugares donde no se puede pisar, pero siempre habrá carretes de hilo, hojas o algo por el estilo, que uno puede cortar para llegar al otro lado.

Además de esto, podremos encontrar los poderes de los cuatro héroes de la luna, que le darán acceso a nuevas habilidades como bombas, un escudo, un gancho o ataques de lucha libre, que dan un poco más de variedad al juego

The Puppeteer está compuesto por 7 capítulos, cada uno de 3 actos; en cada capítulo uno se encontrará, por lo general, a dos de los generales. Todas las batallas se dividen en dos fases, una primera de esquivar y debilitar al jefe y una segunda que es totalmente quick time events para empezar a herirlo, después de 3 secciones de quick time event la batalla se termina, esto hace de las peleas un tanto tediosas y repetitivas. Un problema o cosa curiosa que encontré fue que algunas de las cabezas vuelven a los jefes extremadamente fáciles, con uno incluso me encontré inmediatamente ganando la batalla.

Los personajes son un punto muy importante del juego, desde el narrador que va contando las aventuras de Kutaro, pasando por amigos y enemigos hasta las ocasionales intervenciones de un público ficticio que hay en el juego. The Puppeteer intenta mostrar la historia como si fuera una obra de títeres presentada a un público, lo que le da un agradable y único ambiente, los niveles están construidos como una serie de escenas que van cambiando a medida que uno avanza y sirven para construir esa apariencia teatral del juego.

Durante el juego es notorio el énfasis que se hace en la narrativa, en la forma de contar la historia y en la interacción de los personajes con el “público”. La forma en la que el narrador va contando las andanzas de Kutaro y las ocasionales discusiones entre él y los personajes de la historia y la forma en la que los personajes a veces vuelan hacia la pantalla (detalle que seguramente se aprovecha mejor con TV3D) muestran mucho el aspecto de cuento de títeres que le quisieron dar al juego.

La trama del juego es una típica historia épica del pequeño héroe que debe salvar al mundo, se ve un poco que el título está dirigido para los gamers más jóvenes y la manera en que la cuentan se ajusta mucho al ambiente que quieren dar, el único problema con esto es que a veces las interrupciones de historia pueden ser muy largas, y lo pueden llegar a extraer a uno mucho del juego. Otro problema es la duración del juego, con 7 capítulos y solo 3 actos por capítulo, se puede volver para jugadores experimentados en un juego de fin de semana, aunque cabe aclarar que al tratar de buscar todos los secretos la experiencia puede durar más.