Transistor – La reseña

Desde la primera vez que jugué Bastion supe que Supergigant Games estaba destinado a hacer grandes cosas, básicamente fue amor a primera vista con el trabajo de este estudio independiente. Transistor es un exponente perfecto de todo lo que Supergigant Games tiene para ofrecer a la industria actual, un juego que se siente fresco, con vida propia y carácter, con personajes que resuenan en la mente y que simplemente es una experiencia inolvidable. Solo puedo comenzar esta reseña diciendo que la mejor manera de entender y disfrutar Transistor es vivirlo y descubrirlo uno mismo.

Gran parte de la magia de Transistor es la forma en la que se narra la historia y la forma en que nos relacionan con los personajes, creo que la mejor manera de ejemplificarlo es como una conversación entre dos personas. Toda la trama la construiremos a partir de comentarios, detalles y de pequeños pedazos de información, como entradas en encuestas de opinión, comentarios en noticias en los terminales de información y apuntes de las situaciones a través de la voz del Transistor.

La historia no es muy larga, pero está muy bien trabajada y nos mantendrá totalmente inmersos en ella las aproximadamente cinco horas que tardamos en terminar la historia por primera vez. Comenzamos cuando nos ponemos en el papel de Red, una famosa cantante que acaba de perder su voz y a su novio, el cual está atrapado dentro de una poderosa arma llamada Transistor, él será nuestra compañía durante todo el camino hacia la búsqueda de los responsables, un grupo que gobierna la ciudad, que se hace llamar Los Camaradas y que busca apoderarse del Transistor.

En Transistor es prácticamente imposible no detenerse a ver los pequeños detalles que conforman la ciudad y que le dan vida al estilo del juego, cosas tan simples como ver el pasaje, leer boletines de noticias e información u observar pósters nos dejarán un par de minutos disfrutando de lo sublime de este título. Todo llevado de la mano de una banda sonora que solo podría describir como perfecta, no podría contar las veces que la música en el juego aportó mucho para dejarme sin aliento y totalmente absorto durante toda la experiencia del juego. Porque si algo es Transistor, es más que un simple juego, es toda una experiencia interactiva, visual y sonora a su máxima expresión.

Transistor heredó mucho de lo que caracterizó a Bastion y se nota la evolución que tuvo en lo que se refiere a la jugabilidad, dándole su propia personalidad a partir del RPG y la estrategia. En todo enfrentamiento que tengamos el Transistor nos dará la habilidad de parar el tiempo y prepara nuestra estrategia mediante una barra que nos indicará cuántas acciones tenemos permitidas antes de ejecutar nuestro plan, la cantidad de acciones dependen del coste de cada una de nuestras habilidades, es decir, si usamos una habilidad que produzca una daño devastador consumirá gran parte de nuestra barra de acción. Pero esta habilidad no se puede usar a la ligera, una vez ejecutemos nuestro plan el tiempo volverá a correr normalmente y seremos muy vulnerables a todos los enemigos que sigan en pie después de ejecutar nuestro ataque.

Cada encuentro con los enemigos nos dará experiencia que desbloqueará “procesos” del transistor, que son básicamente habilidades que tienen diferentes funciones dependiendo de qué forma las equipemos en el Transistor. Podremos equiparlas de tres maneras diferentes: activa, para usarlas directamente durante las batallas con los botones de acción, de forma de apoyo para otra habilidad, modificando su comportamiento acción o daño y finalmente se pueden equipar de forma pasiva, dándonos bonos permanentes como defensa, mayor movilidad o mayor capacidad de la barra de acciones. Esto permite crear diferentes combinaciones de “procesos” en el Transistor y nos dará la libertad de crear nuestra propia forma de jugar y de afrontar las situaciones.

Transistor simplemente es un juego que tienen que jugar y es una muy buena decisión para aquellos que no han empezado a disfrutar del mundo de los juegos independientes si son propietarios de una PS4 o un PC.