Una culpa mal distribuida – Columna de opinión

No nos digamos mentiras: son grandes los esfuerzos que está haciendo el sector privado colombiano para impulsar la cultura del gaming, pero son totalmente insuficientes si se aspira a poner al país en un puesto decente en el escalafón mundial de esta área del entretenimiento digital.

Decir esto no es ninguna novedad, todo el mundo lo sabe y es evidente. Pero lo que no parece evidente, es la falta de culpa que tiene  dicho sector en el subdesarrollo del país en el ámbito de los videojuegos.

“Es que las empresas no apoyan a los gamers”, se lee recurrentemente en foros y portales virtuales nacionales. Y es una frase totalmente cierta, pero con un sentido erróneo. Pocas veces se ha analizado esta situación   desde el lado de los inversores, de los sponsors, desde esa parte a la que (con justa razón) le resulta pobre la justificación de invertir en este tipo de cosas.

Con esto no pretendo menospreciar el gaming como un buen trampolín de mercadeo. Pero al sopesar los beneficios natos que le produce a una empresa depositar su dinero en un game-team, los resultados son claros: no es una gestión rentable, cuando en  Colombia se realizan, si mucho, 4 o 5 eventos de mediana importancia en todo un año.

Es totalmente necesario abandonar esa concepción errónea de que son las empresas la que deben estimular el gaming en Colombia, cuando las raíces del atraso nacional son mucho más profundas. La atención hay que desviarla hacia otro sector, y con esto me refiero puntualmente al Estado, porque de él no ha provenido ningún apoyo económico significativo.

Esto no es un mero discurso retórico para que se apoye dicho argumento. Hay hechos claros que lo comprueban, por ejemplo la inversión del producto interno bruto que hace Colombia en tecnología, que tan sólo llega al 0,2%. Con esta cifra tan ridícula, ver a una Colombia desarrollada en gaming es un sueño y nada más.

Brasil, por ejemplo, es un caso claro del objetivo que se debe trazar Colombia, puesto que con  2% de inversión en ciencia y tecnología, dicho país ya ha sido capaz de desarrollar su propia consola (Zeebo).  Obviamente, dar un salto tan garrafal no es fácil, pero como mínimo debe notarse una intención del Gobierno de solucionar este problema, cosa que no se ha dado.

La ex senadora Martha Lucía Ramírez, estimó en un proyecto de ley que presentó al Congreso que nuestro país debe apuntarle, por lo menos, a una inversión del 1,5% a ciencia y tecnología. Y no sólo eso, también debe fijar  recursos estables para institutos como Colciencias e idealmente, crear un ministerio que se dedique únicamente a estos asuntos.

Fue hace más de un año y medio que la vi a ella exponer su proyecto. Sin embargo, con el paso del tiempo, parece que la idea no sonó ni  en el Congreso, ni en la Casa de Nariño.

Comprendo perfectamente que este portal es un espacio para los gamers, y no pretendo introducirme en temas políticos, pero estos son números y situaciones reales que lo afectan a usted, señor gamer.

Entonces, antes de renegar sobre el apoyo que dan las empresas a los videojuegos, es mejor recordar el poco apoyo proveniente desde el Estado y la baja cobertura de internet que hay en Colombia (35% – la mitad que en Estados Unidos). En un escenario tan pobre ¿invertiría usted su dinero en el gaming?