Valiant Hearts: The Great War – Esta guerra es diferente

Un gran y desafortunado evento puede sacudir la vida de miles de personas, pero ¿y qué sucede cuando de esas miles 4 se entrelazan? Desembocan entonces en 4 diferentes caminos que se unen en busca de un mismo propósito en un río sentimental en el que la violencia está en segundo plano, mientras que el arte y la jugabilidad son las estrellas. Esto es Valiant Hearts: The Great War.

Valiant Hearts es un juego desarrollado por Ubisoft con el motor gráfico Ubiart, base de títulos como Rayman: Origins y Child Of Light, el cual ha demostrado y explotado su aspecto gráfico de diferentes formas dotando al título de escenarios 2D, pero que tienen profundidad y una personalidad propia que independientemente hablan del espíritu del juego.

Este título de Ubisoft se ambienta en la Primera Guerra Mundial, que este año cumple el centenario de haber empezado el 28 de julio de 1914, sin embargo, sus desarrolladores no se acercaron a este evento de forma trillada y establecieron varios parámetros que hacen de este juego un título diferente; en primera medida, tenemos la apariencia “caricaturezca”, que no por ser colorida olvida lo cruenta que puede ser la desgracia de la Gran Guerra presentándola de forma descriptiva en sus escenarios. De esta forma, tenemos un argumento serio que nos da un contexto: todo comienza cuando el archiduque Francisco Fernando de Austria es asesinado y Alemania le declara la guerra a Rusia, lo cual involucra a Francia que es el hogar de nuestro primer protagonista, Karl un soldado alemán que vive con la hija de un granjero francés, el cual se ve separado de su familia, por lo que empezará su lucha por reencontrarse con ellos.

Karl será el catalizador del argumento y aunque es un personaje controlable solo podremos acceder a él en momentos avanzados del juego; sin embargo, gracias a su historia es que se pone en movimiento el juego y podemos empezar a relacionarnos con los otros personajes. Casualmente, el inicio de la aventura se da en el lugar donde él es separado de su familia, allí empezaremos a controlar a Emile, el granjero francés padre de la chica con la que Karl vivía y con la que tiene un hijo.

Emile será el puente que permite conectar todos los personajes, a través de él podremos conocer a Freddie, quien se une a la batalla en busca de venganza porque el ejército alemán tomó la vida de su esposa; así como nos encontraremos con Ana, una enfermera belga que busca a su padre mientras atraviesa los campos de batalla socorriendo civiles y soldados. Eventualmente, también se nos presentará una de las piezas más importantes de la jugabilidad de esta aventura, Walt, el perro que acompañará a nuestros personajes a través de todo el juego y servirá como herramienta para superar los diferentes obstáculos puestos en el mapa.

Valiant Hearts es un juego que no se centra en la acción directa sobre las armas de fuego, este es un juego que prefiere entablar un lazo con el jugador por medio de puzzles y eventos de exploración en el mapa, de esta forma el conflicto bélico es importante para el título pero no abarca la jugabilidad total con el fin de centrarse en el trasfondo de los personajes y sus habilidades particulares que servirán para ir finalizando los niveles. Así pues, Emile tendrá una pala que le permite cavar agujeros en el piso para acceder a nuevas zonas o escapar, mientras que Freddie tendrá unas pinzas para romper alambrados. Ana también contará con su habilidad especial, la cual se presenta por medio de un minijuego tipo rock-band que consiste en presionar un botón determinado de acuerdo a una gráfica para ir curando un personaje caído en el campo de batalla.

El único personaje que no posee una habilidad que lo diferencie de los otros es Karl, esto se debe a que las fases en las que lo controlamos son escasas; sin embargo, como ya dije, uno de los centros de la jugabilidad es el Walt, ya que a parte de estar presente en la mayoría de los niveles es a quien por medio de comandos específicos podremos decirle que vaya a zonas a las que el personaje principal no puede, alcance objetos, distraiga enemigos, mueva palancas y, por supuesto, se eche boca arriba para acariciarlo.

La jugabilidad de Valiant Hearts permite establecer un vínculo diferente con los personajes, puesto que cada uno se verá con ciertas limitaciones de acuerdo a su movilidad (unos correrán más rápido que otros) y al entorno en el que están. Además este título fusiona diferentes elementos jugables que dan un respiro a la experiencia de juego con ciertos eventos que implican un acercamiento diferente a los niveles como un minijuego musical en el que se controla un vehículo y los obstáculos se podrán determinar de acuerdo a la melodía, e incluso los jefes finales que si bien no son jefes desafiantes, sí exigen de atención a los elementos en pantalla.

Eso sí, habrá momentos en los cuales ciertos niveles se vuelvan tediosos porque sentimos que no progresamos, desafortunadamente, esto ocurre más en las fases con Ana, pues el minijuego escogido para curar a los personajes es lento y repetitivo.

Que el juego no se centre en un personaje que a su disposición tenga un arsenal destructivo no quiere decir que nuestros protagonistas no sean capaces de grandes proezas y actos heroicos, pues a medida que el juego avanza veremos cómo sus acciones irán influenciando y cambiando el rumbo de la guerra, incluso si a veces el narrador del juego afirma lo contrario. Sin embargo, esto no salva a los personajes de sufrir emocional y físicamente hablando, pero es un elemento narrativo que da cuenta sobre qué tan profundo es el juego y qué tan presente los protagonistas de la aventura tienen en mente sus objetivos. El único aspecto negativo del argumento es que los niveles son en extremo cortos, lo cual puede hacer que los eventos se vean inconexos a pesar de suceder en orden cronológico.

Gráficamente, como ya he dicho, el título está hecho en 2D, pero se pueden apreciar diferentes capas que dan la impresión de distintos planos, lo que deja ver lo que sucede en el fondo y ciertas cosas en un primer plano, que no es el plano donde manejamos nuestro personaje. Este juego cambia de entornos para mantener fresca la aventura, aunque eso no lo salva de a veces dar la impresión de que solo pequeños detalles varían; sin embargo, hay momentos claves en los que realmente el entorno cambia y se vuelve parte de la jugabilidad, todo mientras hace gala de una paleta de pocos colores pero que funcionan como el medio para logar ciertos efectos de acuerdo al nivel, por ejemplo, una gama de verdes para un pantano oscuro, o azules para una noche cualquiera en París.

Cabe resaltar que este juego no usa diálogos, la única voz presente en el título es la voz del narrador, pero a su favor juega que la interfaz es clara porque gráficamente se explica a los personajes qué deben hacer y, al estilo Mirror’s Edge, habrá elementos que se diferencian de los otros para indicar que se puede interactuar con ellos y que ayudan a progresar en la misión. En sí, es un juego muy claro y que no representa dificultad a la hora de determinar qué se debe hacer.

Aparte de esto, y como ya mencioné, su estilo no lo aleja de mostrar qué tan cruel y cruda es la guerra ya que veremos en detalle poco a poco cómo incrementan las víctimas en el conflicto armado, sean cadáveres, heridos, ciudades destruidas, campos en llamas, barricadas inundadas etc. Es un juego descriptivo que no teme (ni tiene por qué) representar la crudeza del evento con la posibilidad de aprender en tiempo real sobre lo que sucede en el juego mediante ciertas postales que servirán de ficha técnica hablándonos sobre una característica de la guerra en la vida real.

Parte de la de unidad que se da en Valiant Hearts se debe al apartado musical, que está compuesto por orquestas y melodías de piano que acompañan cada momento de forma correcta; de esta manera tonadas trepidantes y aceleradas acompañarán un escape o una batalla, mientras que una melodía lenta y tensionante nos hará temer sobre lo que viene adelante. En sí, lo anterior se debe a que este es un juego que desarrolla exitosamente la unión de imagen y música, lo que desemboca en diferentes emociones al terminar un nivel, a veces sentiremos que valió la pena luchar, otras no tanto.

Valiant Hearts es un juego corto, pero a la vez se siente que es la selección de elementos correctos con la duración correcta, es en efecto una montaña rusa de emociones. Ver la historia desde 4 perspectivas diferentes ayuda a tener una visión panorámica de toda la guerra, así como ayuda a completar la visión de la historia que se genera con cada paso de los personajes; obviamente, ellos no saben lo que sucede por fuera de su realidad inmediata, pero nosotros tenemos la angustia de saber qué es lo que se esconde más adelante en la trama.

Aunque el juego no tiene un componente alto de rejugabilidad, sí es una aventura que vale la pena volver a visitar por lo que significa adentrarse en cada personaje y sus diferentes estilos de juego; sin embargo, este estilo de aventura gráfica centrada en la experiencia a través de la jugabilidad es una historia que no está orientada para todo público, por más pretencioso que suene.