Valkyrie Elysium – Reseña

Hace mucho, mucho tiempo, en una era conocida como ‘los años noventa’, habían dos compañías japonesas de videojuegos que se batían el título de reyes de los RPG. Hoy, por cosas del destino, están juntas. Pero en esos tiempos, Squaresoft y Enix eran rivales en el mismo medio. Aunque sus obras más populares —Final Fantasy y Dragon Quest— estaban más que bien establecidas, fue con juegos ‘secundarios’ que lucharon en esta guerra. Uno de ellos, llamado Valkyrie Profile, es hoy en día apreciado como una obra de culto y su largamente esperado sucesor Valkyrie Elysium es el protagonista de esta reseña.

Está bien, exageramos un poco. No había realmente una guerra entre estas compañías sino una cordial rivalidad profesional. Pero sí es verdad que los fanáticos de los videojuegos romantizamos los noventa como una era de oro para los RPG y Valkyrie Profile es uno de los mejores exponentes de esa fascinación. Este fue un gran título y considerado por muchos como un clásico, pero sus secuelas y ‘spin-off’ no tuvieron el mismo impacto y la saga fue olvidada.

¿Es este nuevo juego el esperado regreso a la gloria de esta saga? ¿Es solo un intento de aprovechar la nostalgia que muchos sienten por el título original? Vamos a descubrir más sobre este juego que forma parte de la reciente oleada de juegos de mediano presupuesto de Square Enix, a la que también pertenecen títulos como The Diofield Chronicle y Tactics Ogre: Reborn.

En este juego controlamos a una valquiria que ha despertado en Asgard para servir a Odín. La guerra arrasó con los reinos y Midgard es solo una sombra de lo que solía ser. El mundo está terminando y solo quedan unos pocos sobrevivientes que se ocultan de las legiones de no muertos. Pero hay una esperanza. Si la nueva guerrera logra purificar suficientes almas, Odín podría recuperar su poder y salvar la creación.

La marcha de la valquiria

Valkyrie Elysium se presenta como un RPG, pero es antes que nada un juego ‘character action’ al estilo de títulos como Devil May Cry y Bayonetta. Aunque los elementos de rol son importantes y no vamos a llegar muy lejos si no subimos de nivel nuestras armas y habilidades, los combates son los protagonistas absolutos de este título. La protagonista es veloz y tiene habilidades como las ‘almas en cadena’ que le permiten saltar de un enemigo a otro. Sus movimientos no se sienten tan fluidos como los de Dante o Bayonetta, pero sí resulta muy satisfactorio realizar combos de cientos de golpes que podemos extender usando ataques mágicos e invocando a nuestros einherjar.

Ese nombre no le sonará familiar solo a los fanáticos de la mitología nórdica, sino a quienes recuerdan el primer juego. Son los guerreros que murieron trágicamente y cuyas almas recuperamos para que luchen a nuestro lado. Cada uno de ellos está asociado a un elemento y llamarlos al campo de batalla nos permite ‘cargar’ nuestras propias armas con fuego, hielo, trueno o luz sagrada. Cada tipo de enemigo es débil ante un elemento y tipo de arma específico. Debemos descubrir esas debilidades y preparar nuestro arsenal e invocaciones acorde a ellas.

Este sistema, combinado con lo intensos y veloces que pueden resultar los combates, puede resultar sumamente divertido. También ofrece un interesante nivel de reto incluso en dificultad normal.

Pero el combate tiene varios problemas. Para comenzar la cámara es muy caótica y a veces nos deja a merced de los enemigos. Hay ocasiones en que simplemente no sabemos dónde están los personajes y es imposible saber si los efectos en pantalla son causados por enemigos o aliados. También hay una falta de variedad en las primeras horas de juego y lo peor de todo es que los combates pueden hacerse repetitivos. Cuando nos acercamos al final tras alrededor de 14 horas de juegos estaremos hartos de los mismos enemigos de siempre. No poder ‘cancelar’ movimientos para bloquear o esquivar también afecta negativamente el flujo del combate.

La legendaria belleza de una valquiria

Este juego no luce especialmente bello. Los diseños de personajes están bastante bien y no esperábamos menos del gran ilustrador Yuya Nagai, pero pierden algo de personalidad al convertirse en modelos tridimensionales. La mayoría de escenarios son tan dolorosamente genéricos que ni las composiciones de Motoi Sakuraba logran darles algo de vida. Tampoco ayuda que los tendremos que recorrer una y otra vez enfrentando a los mismos enemigos si queremos completar las misiones opcionales.

Los enemigos tampoco resultan especialmente llamativos. Solo los jefes tienen diseños interesantes.

Un elemento curioso es la forma en que los personajes y algunos elementos de esos escenarios están rodeados por una línea negra gruesa. Esto es, en parte, para que destaquen en medio de la acción, pero resulta algo extraño. El efecto que logran es el de algo que se quedó a medio camino en una conversión a ‘cel-shading’.

Eso sí, no queremos juzgar este título solo por su calidad gráfica. Después de todo, no se trata de una obra con presupuesto AAA y conocemos otros juegos —como el genial NieR: Automata— que logran resaltar a pesar de contar con escenarios visualmente poco interesantes. El caso es que en el juego de Yoko Taro funcionaban al contrastar con los robóticos enemigos y bizarros protagonistas. Aquí simplemente lucen como fantasía medieval genérica.

También encontramos algunos ‘bugs’ en Valkyrie Elysium, aunque ninguno especialmente grave. Hemos visto a la cámara y la protagonista quedarse atascadas en la geografía. También ocurre cuando tratamos de interactuar con un objeto y hay un obstáculo en medio. Afortunadamente, en todos los casos se han desatascado solas tras unos segundos.

También tenemos que criticar su mediocre traducción al español, la cual tiene bastante errores. Tampoco somos fanáticos del trabajo de actuación de voces en inglés. Por último, la protagonista no es un personaje interesante.

El ragnarok no ha terminado

Hay muchos elementos en Valkyrie Elysium que nos gustaron y queremos resaltar en esta reseña. Por encima de todo queremos celebrar el sistema de combate, que es muy bueno a pesar de que el juego abuse de él y la cámara no permita disfrutarlo a tope. Algunos personajes secundarios tienen historias muy buenas y al final de la historia les tomamos bastante cariño.

Aunque el juego no es malo, si es bastante mediocre. Sus mecánicas están desaprovechadas en una jugabilidad repetitiva y la historia resulta tan aburrida como predecible. Hay temas interesantes en ella sobre el abuso de los superiores y la forma en que se aprovechan de la fe de quienes están por debajo de ellos, pero ninguno de los cuatro finales termina de desarrollar estas ideas.

Es posible encontrar diversión en este título, sobre todo a la hora de participar en combates, pero hay muchos juegos que hacen mejor lo mismo que Valkyria Elysium ofrece.

Reseña de Valkyrie Elysium hecha con una copia digital para PS5 provista por Square Enix Latinoamérica.