We Are Doomed – Reseña

Aunque amamos los videojuegos modernos, en ocasiones nos sentimos abrumados por ellos. Sus múltiples árboles de habilidades, toneladas de equipo con diferentes efectos, decenas de movimientos defensivos y ofensivos, niveles de experiencia y Pases de Batalla son suficientes para hacernos parar un rato. A veces queremos regresar a tiempos más simples, en los que una palanca y un botón eran suficientes para tenernos entretenidos por horas. Para esos momentos tenemos juegos como We Are Doomed.

Este pequeño juego es obra de Vertex Pop, el mismo equipo al que le debemos el divertido Super Crush K.O., el cual salió a la venta a comienzos de 2020 y cuya reseña pueden encontrar aquí. Pero We Are Doomed no es un juego nuevo. Desde hace varios años podemos encontrarlo en plataformas como Steam, PlayStation 4, PS Vita y Xbox One. Sin embargo, recientemente fue lanzado para Nintendo Switch y eso nos dio la oportunidad de darle una mirada.

Este juego es lo que llamaríamos un ‘twin-stick shooter’. Con la palanca izquierda controlamos el movimiento del personaje y con la derecha determinamos la dirección en la que dispara. También estábamos tentados a describirlo como un juego ‘de naves’, pero la verdad es que no estamos completamente seguros de estar controlando una nave espacial. Este juego es tan minimalista que ni siquiera nos da un contexto para lo que hacemos. No hay historia ni nada parecido.

Eso no es necesariamente malo. Como dijimos, este es un título que rechaza cualquier complicación, por mínima que sea, que pueda distraer de su jugabilidad. La verdad es que una vez comenzamos a jugar, no importa nada que no sea movernos y disparar un rayo láser que más parece un lanzallamas.

En We Are Doomed tenemos dos modos de juego. El primero de ellos es ‘Oleadas’. Aquí avanzamos a lo largo de 30 rondas de enemigos con un número limitado de vidas. Si alcanzamos los niveles 11 y 21, podemos volver a comenzar desde ellos al morir, pero con el marcador de puntuación en cero. El otro modo es ‘Infinito’, en el cual enfrentamos un bombardeo de enemigos que nunca se detiene.

Como en los viejos juegos tipo arcade en los que está inspirado, el objetivo es conseguir la mayor cantidad de puntos. Estos los obtenemos al eliminar enemigos, pero podemos conseguir multiplicadores recolectando las figuras que aparecen en el escenario. Estas, además, llenan nuestra barra de ‘SUPERBEAM’. Así podemos disparar un rayo que cubre toda la pantalla, nos da un instante de invencibilidad y aumenta enormemente el multiplicador mientras dura.

Hay varios tipos de enemigos. Los primeros que encontramos mueren rápidamente y son muy lentos, pero pronto encontramos otros más veloces, que nos persiguen, disparan y soportan por un tiempo el contacto con nuestro láser. Esto nos fuerza a crear estrategias, priorizar enemigos y reaccionar en fracciones de segundos.

Esto prácticamente describe a We Are Doomed en su totalidad. Como dijimos, es un juego bastante sencillo. El modo ‘Oleadas’ se puede terminar en menos de media hora, pero ese es solo el comienzo, pues su sencillez nos anima a intentar partida tras partida en busca de una mejor puntuación.

Otro elemento que atrae bastante es su estilo visual. El personaje y los enemigos son formas simples, pero su apariencia geométrica y vistosos colores neón resultan muy atractivos. Inicialmente, la cantidad de objetos en pantalla se siente caótica y podemos perder de vista nuestro personaje.

Pero a medida que mejoramos y nos dejamos consumir por el juego entramos en una especie de ‘zona zen’ en la que alcanzamos una concentración absoluta. Su música electrónica —que tiene algo de ‘chitptune’ y ‘lounge’— es compuesta por el talentoso Rob Duguay y ayuda bastante al efecto que tiene este juego sobre nosotros.

Pueden escucharla en Spotify:

Por su propia naturaleza, We Are Doomed se presta tanto para sesiones cortas en las que solo queremos ‘matar’ 15 minutos o para dedicarle varias horas persiguiendo un puntaje alto. Sin embargo, no podemos negar que esta fortaleza puede ser también su principal debilidad. La duración de los juegos es un elemento crítico para muchos a la hora de comprar y la rejugabilidad por cazar puntajes no es algo que atraiga a las audiencias modernas en general. 

Su falta de historia y poca variedad en modos de juego también pueden jugar en su contra. Aunque no es un juego caro —dependiendo la tienda digital, podemos encontrarlo entre 23.000 y 32.000 pesos colombianos— algunos considerarán que es demasiado costoso para la cantidad de contenido que ofrece. Otros pensarán que es una gran oferta si tomamos en cuenta lo rejugable que es.

Entonces, ¿es We Are Doomed un juego recomendado? Definitivamente sí para aquellos que quieren revivir épocas de videojuegos más sencillos en los que el nombre con la puntuación más alta era el rey (adecuadamente, este título tiene tablas de clasificación mundiales). Quienes busquen algo más de variedad en sus juegos y una historia que los anime a avanzar, no lo encontrarán muy adecuado.

Reseña hecha con una copia digital de We Are Doomed para Nintendo Switch brindada por Vertex Pop.