Desde los días de Excitebike en NES o más adelante Motocross Maniacs en Game Boy y Game Boy Advance, hemos controlado motocicletas en pistas acrobáticas y dependientes de la física, donde cualquier inclinación con las flechas afecta. Wheelsprung de Nino van Hooff y Julie Bjørnskov para la temporada 2 de Playdate va por la misma línea de aquellos juegos, sin uso de manivela –que sería contraproducente– y únicamente la necesidad de acelerar, frenar e inclinar la moto. Pero esta moto es un poco diferente a las otras, más bien elástica.
Propio del mundo dibujado a mano de Wheelsprung, su física es caricaturesca y los absurdos golpes o estrelladas pueden provocar risas genuinas. La motocicleta puede estirar sus ejes al punto de andar colgado sostenido de una sola rueda, también puedes hacer caballitos con facilidad, aunque dominar las acrobacias sea otra historia. La ardilla antropomórfica que funge como piloto, graciosamente choca contra las rampas y obstáculos en las 34 pistas que ofrece Wheelsprung. Pero no son las únicas, pues un editor de niveles (windows, Mac) permite libremente a cualquier usuario crear sus propias construcciones bizarras.

Para completar un nivel necesitas tomar una copa al final del mismo que solo se activa si recolectaste otros coleccionables en forma de nueces repartidos en el escenario. No hay forma de engañar al sistema, solo manejar de formas atípicas y extremas. El control de la motocicleta no es tan fluido y durante la mayor parte del tiempo parece que controlaras un títere en lugar de un vehículo. Parte del reto es acostumbrarte a los controles de Wheelsprung, así que el constante ensayo y error en algunos niveles es habitual. También hay una tabla de clasificación global general a la cual acceder si crees que necesitas un poco más de presión para demostrar ser el/la mejor, que nadie más.
Como no todo en la vida es la velocidad y los tiempos más altos en un juego programado con la física del mismo desarrollador de Gravity Express, puedes disfrutar de los detalles decorativos en el arte de la misma diseñadora de Escape de Boardgame y Escape the Arcade. Amaestrar la fuerza centrífuga y otros tipos de movimientos que provee el ‘engine’ de Playdate es absolutamente necesario, incluso más que en los mencionados juegos de NES y Game Boy que sirven como referencia e inspiración para Wheelsprung.

Pasados algunos escenarios y contracciones arquitectónicas, nos encontramos con pistas que requerirán más intentos que otras. Es un juego realmente entretenido, y aunque no tenga nada que ver –mientras lo jugaba–, la forma en que el piloto se estrella me llevaba a recordar un fenómeno de navegadores de 2006 entre los juegos Flash. Pero eso es porque no conocía una inspiración principal de acuerdo con sus desarrolladores: Elasto Mania. Este juego indie data mucho más atrás en los 2000 y ahora está disponible para múltiples plataformas, así que Wheelsprung es una acertada versión «doblemente independiente» para la monocromática Playdate de Panic.