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The Witcher 3: Blood and Wine – La reseña

La última expansión para la tercera entrega de Geralt de Rivia resulta ser tan amplia como un nuevo y extravagante juego, uno especialmente increíble.

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Creo que no existe un mal motivo para volver a jugar The Witcher 3 (¿Gwent, alguien?), en especial cuando este regreso promete mostrarnos una cara diferente del mundo que vimos revitalizado el año pasado con el lanzamiento de la tercera y última (por lo pronto) entrega, en esta saga de fantasía medieval. A principios del año Hearts of Stone nos invitó a re-descubrir la región de Velen-Novigrad, poblando el antes vacío noreste del mapa con puntos de interés y envolviéndonos en una historia intrigante y desgarradora. Ahora, un año después del lanzamiento del juego base, CD Projekt Red nos vuelve a invitar a compartir una última aventura con Geralt, esta vez en un lugar que (al menos en apariencia) dista bastante del mundo que hemos experimentado. No podría estar más contento de haber pasado esas 30 o 40 horas en tan buena compañía.

[Advertencia: algunos spoilers de aquí en adelante]

The Witcher 3: Blood and Wine es la última expansión para el RPG de CD Projekt Red y el cierre definitivo de la historia de nuestro cazador de monstruos/detective favorito. Al igual que para la expansión anterior, el único requisito para tener acceso al contenido nuevo es haber llegado más o menos a nivel 30 (60 en New Game +) y completar la misión “Poeta bajo presión” (rescatar a Dandelion en Novigrad [aunque haber terminado el juego ofrece distintas opciones de diálogo al final]) para tener acceso a la nueva región, Toussaint, donde encontrarás nuevos personajes, misiones, armaduras, armas y monstruos.

Pero Toussaint no es como Novigrad o Velen (aunque es más o menos del mismo tamaño). Mientras que los Reinos del Norte toman gran parte de su inspiración estética en la geografía de los países del noreste de Europa (Polonia, claro, pero también Alemania), Toussaint es la versión de la Francia medieval idealizada de los romances de caballería y los cuentos de hadas: colorida y extravagante, llena de personajes rimbombantes, lascivos y – frecuentemente – ridículos (no como algo malo). El ambiente que se vive en esta nueva región es de holganza y recorrerla es una dicha: llena de viñedos, pueblos coloridos y un palacio central digno de la historia de fantasía más extraordinaria.

En Toussaint encontraremos al caballero novelesco enloquecido de amor por una doncella (con la que seguramente nunca ha hablado) y decidido a enamorarla al demostrar su devoción venciendo un monstruo peligroso – cosa que como sabemos en el mundo de Geralt no puede resultar muy bien –. Es una región donde nos enfrentamos con todos los clichés de las historias de fantasía y de los videojuegos mismos (las iniciales de uno de los personajes al inicio de la expansión es DLC, por ejemplo), pero en la que también se nos plantean una serie de preguntas sobre la naturaleza misma de lo que hace Geralt y por qué lo hace, todo envuelto en una historia que hace brillar las mejores partes de lo que hizo a The Witcher 3: Wild Hunt un excelente GOTY.

El título del juego revela mucho de la temática general que se trata en Toussaint y, como es de esperarse, los vampiros – una raza de humanoides como lo son los elfos en el universo de The Witcher y no unos simples muertos-vivientes – juegan un papel importante en el desarrollo de la historia de la expansión, como aliados y enemigos. Esta dinámica, y las conversaciones que de ella surgen (¿Quién es realmente un monstruo? ¿Cuál es un motivo noble por el cual matar?), son de los aspectos más interesantes de la expansión.

Los nuevos monstruos y enemigos del juego refrescan un poco el combate, en especial algunos de los vampiros más poderosos que son rápidos, se vuelven invisibles y bloquean con facilidad los ataques de Geralt. Donde en la campaña principal me bastaba con esquivar a tiempo y usar Igni a diestra y siniestra, esta vez me vi obligado a utilizar granadas, aceites y pociones en todo tipo de circunstancias para vencer a mis enemigos (en la dificultad “Marcha de la muerte”, claro). Hubo un momento realmente frustrante en una batalla de una misión opcional que me dejó un mal sabor en la boca (pues la tuve que repetir una multitud de veces), pero nada que la paciencia no venza.

Blood and Wine (5)

Pero para ayudarnos a vencer los retos más difíciles, Blood and Wine trae una expansión al sistema de signos, con una nueva serie de mutaciones que otorgan nuevos bonos a las habilidades de Geralt (ahora Aard puede congelar a los enemigos, por ejemplo) y permiten equipar más mutagenes. Cada nueva mutación es “costosa”, pues requiere invertir puntos de habilidad y mutagenes grandes – que no abundan demasiado –. También podemos ir en busca de la siguiente mejora en las armaduras de Witchers que, al tenerlas completas, otorgan bonificaciones importantes dependiendo de la escuela. Los diagramas son suficientemente fáciles de conseguir, pero la consecución de los materiales (o su compra) es lo que más tiempo puede tomar. A lo que concierne a las armas, el juego tiene su propia versión de Excalibur que vale la pena buscar. La misión es una de las más interesantes de completar.

Otra adición importante, e interesante, es que por primera vez podemos tener nuestra propia casa – un viñedo realmente –. Al viñedo podemos hacer unas mejoras ($$$) que nos otorgarán un par de bonificaciones (como una poción extra o un bono de vitalidad) y podemos decorarlo con pinturas, armas y armaduras que hemos adquirido a lo largo del juego (así no tenemos que esconder nuestras viejas armaduras en nuestro cofre mágico siempre). Es una adición interesante que nos ofrece una suerte de centro de operaciones y realmente me hizo considerar si había razón para alguna vez volver a dejar Toussaint. Ir a Skellige o Novigrad ahora me parece innecesario (a menos que no hayamos completado todas las misiones secundarias, que no es mi caso particular [¿adicción?]).

Para los entusiastas de Gwent también hay una nueva facción, Skellige [¡Yes!], con nuevas cartas que renuevan un poco el juego. Hablaría más de Gwent pero me demoraría todo un artículo explicando las nuevas estrategias y posibilidades.

Blood and Wine (2)

La misión principal – más que las dos anteriores – es un misterio criminal tematizado (piensen en películas como Seven), lleno de patrones, intrigas y traiciones, tal como una novela de detectives noir. Somos llamados a Toussaint por la duquesa Anna Henrietta (monarca del lugar y una más en la lista de ex relaciones de Dandelion) para resolver el misterio detrás de una serie de crímenes violentos que están aterrorizando la región durante las festividades (un torneo de caballería en el que podemos participar) y que se sospecha han sido realizados por un monstruo inteligente. Es un misterio interesante que nos ofrece unas incógnitas importantes sobre nuestro uso tan libre de la palabra “monstruo” en el juego, poniéndonos en una situación moralmente incómoda y que nos lleva al final a dos lugares realmente interesantes que no vale la pena divulgar. Vayan, jueguen y entérense. Hay (en mi experiencia) tres finales diferentes a la historia del misterio y uno general que da un cierre más que satisfactorio a la historia de Geralt.

Inclusive algunas de las misiones secundarias tienen historias interesantes. ¿Una maldición que sólo podemos romper si nos sentamos a cenar con un monstruo asqueroso y comemos sin cubiertos? Check. ¿Drogarnos con hongos y hablar con Roach? Check. ¿Participar en un torneo de caballería como Geralt de Rivia y vencer al príncipe de Rivia en combate? Check. ¿Ayudar a un escultor a encontrar el miembro extraviado de su escultura en mármol? Por qué no.

A diferencia del tono oscuro y pesado de Hearts of Stone, Blood and Wine se toma menos en serio y hay varios momentos cómicos que realmente me hicieron reír a carcajadas (aunque los personajes estuvieran teniendo discusiones serias). Esta comedia surge del cinismo y pragmatismo de Geralt enfrentado con este montón de personajes pomposos que parecen vivir completamente desconectados de la realidad y sufren consecuencias terribles por ello.

Blood and Wine (6)

La expansión, claro, también tiene sus defectos menores. Mientras que es interesante regresar y explorar esta nueva región con sus nuevas historias, la mayoría de las misiones secundarias son lo mismo de siempre y después de tantas horas jugando completarlas todas puede ser un poco aburridor: habla con este, ir a aquel lugar, derrotar X número de monstruos y regresar por tu recompensa. También hay un par de instancias de combate a caballo y no puedo decir que sean entretenidas: es de lo más difícil, impreciso y complicado del juego (aunque las nuevas armaduras para Roach son un lujo). También es bueno saber que antes del patch 1.23 el juego tenía un par de bugs que hicieron imposible completar algunas de las misiones y causaban un par de efectos molestos (como una fanática de Geralt persiguiéndolo por todo Toussaint sin descanso o el mal funcionamiento de un par de mecánicas).

Pero creo que eso es todo lo malo que puedo decir.

Al final, cuando vi que ya no tenía más misiones por hacer no pude sentirme más satisfecho. Blood and Wine es una expansión estupenda a un juego excelente y un cierre digno de la historia de Geralt. El resultado de la misión principal puede variar, pero el final definitivo creo que es el mismo para todos (no pienso compartirlo) y estoy seguro que si han disfrutado de The Witcher 3 tanto como yo, verán que CD Projekt Red cerró con broche de oro esta saga. Así que mucha suerte en el camino.

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