Conecta con nosotros

Videojuegos

Wolfenstein: The New Order – La reseña

Publicado

el

Al pensar en “Wolfenstein” es inevitable sentir nostalgia por aquella era dorada de los videojuegos durante la que se crearon los géneros que conocemos y muchas de las grandes franquicias que se consideran consideran clásicos u obras maestras vieron la luz. Las comparaciones resultan inevitables cuando sale un título que promete traer de nuevo aquel encanto particular que en su época tuvo Wolfenstein 3D, y a lo largo de esta reseña eso es lo que haremos. Los invito a viajar al pasado ¿y al futuro del pasado?

La historia cambia y con ella el futuro…

Al enfrentarnos con el primer capítulo, nos damos cuenta de que el juego usa muchos de los clichés propios del género para contar su historia a través del personaje principal llamado William Blazkowicz en un preludio un poco aburrido pero que nos enseña lo básico sobre interacción y combate. Conforme vamos avanzando, la fórmula de acción desenfrenada comienza a disipar el aburrimiento inicial que causaron los primeros minutos y la historia da un giro interesante cuando, por razones que no revelaré, caemos en un estado vegetativo y vemos pasar 14 años ante nuestros ojos con una cinemática muy bien lograda que termina con un violento despertar en los 60. Allí nos enfrentamos a la terrible realidad que los nazis han ganado la guerra y que dominan todo el mundo, ahora debemos contactar a lo poco que queda de la resistencia para hacer caer a este nuevo régimen.

La historia del juego está plagada de diálogos y (como es costumbre en Bethesda) de texto que ayudan a crear el ambiente en el cual estamos jugando. Esta es una de las falencias del juego, que cobra una velocidad increíble y nos mantiene en un constante contrarreloj, lo que hace que ponernos a leer un recorte de periódico o preocuparnos por las necesidades de los otros personajes parezca una absurda pérdida de tiempo.

2038652-714237_20130507_002

Por otro lado, los personajes secundarios tienen un carácter interesante, lo que los hace fáciles de recordar, y por sí mismos logran mantener la atención del jugador en las pocas cinemáticas que son esenciales para comprender el contexto de las misiones y dar un poco de motivación para terminar la campaña. Pero lo que más se resalta en cuanto a personajes son los enemigos, el acabar con los nazis en armadura (que nos recuerdan las de Fallout 3) o ejecutar un combo de muerte silenciosa sobre un fastidioso perro mecánico son cosas que agregan valor al conjunto general ya que todos estos enemigos tienen un diseño interesante, que los hace particularmente llamativos estéticamente.

Armas… armas dobles… y lásers.

Wolfenstein: The New Order se siente como un juego de disparos más sin mucho que lo destaque, al menos eso a primera vista, porque cuando comenzamos a avanzar por los niveles y a reunir armas, la nostalgia de juegos como Unreal Tournament o como Quake comienza a cobrar un nuevo aire.

Muchas de las armas que nos encontramos tienen dos modos de disparo y existe la posibilidad de usar dos armas simultáneamente, al mejor estilo de Rambo, para abrirnos paso por los niveles matando nazis casi sin preocupaciones; o al menos así ocurre en la mayoría de los niveles. Los escenarios son bastante interesantes gracias a la inclusión de varios detalles que, a pesar de pasar a un segundo plano por efecto de la acción desenfrenada, están ahí cumpliendo su función de crear una atmósfera adecuada para el juego y en algunos casos también para hacer las veces de cobertura o de vía de escape, cortando con nuestro láser las cercas y otras barreras de metal delgado que abren nuevas opciones estratégicas.

La variedad de enemigos en Wolfenstein no es tan grande como parece en la primera parte; sin embargo, la suma de estos es lo que da cierta profundidad a la hora de planear nuestros ataques y la forma como resolvemos un nivel. A pesar de esto, también hay que anotar la extrema facilidad del juego, un factor incómodo que puede ser resuelto en cierta medida si jugamos de entrada en modo “Über” que, siendo el más difícil de todos, tampoco ofrece tantos retos como se esperaría; lo que sí hace es transformar el juego en uno de sigilo, algo mucho más satisfactorio y demandante que solamente entrar con los dos cañones de nuestras armas haciendo una masacre indiscriminada.

Después de resolver un nivel podremos dedicarnos con tranquilidad a recoger los pocos botiquines de salud (ya que solo se regenera máximo 10 puntos) y algunos, y muy útiles, fragmentos de armadura que nos dan resistencia extra, pero que no absorben todo el daño, sino solo un pequeño porcentaje. También podremos buscar una central de carga para nuestras armas de energía, cuya munición depende de una batería que puede recargarse en esas centrales; cada arma tiene una con una velocidad distinta de carga, un factor que resulta crítico cuando estamos en situaciones difíciles.

Cada bala en su lugar…

En el aspecto técnico de Wolfenstein: The New Order, nos encontramos con el motor Id Tech 5, el mismo usado para Rage y que también está presente en The Evil Within. Este motor dota a los personajes de cierto aspecto crudo y da al juego en general un manejo increíble de la iluminación; sin embargo, falla un poco en entregarnos animaciones más dinámicas aun cuando las partículas son excelentes, por esto el juego flaquea en determinados escenarios.

Los efectos de sonido se me antojan un poco mediocres, a pesar de curiosos detalles como las balas golpeando contra distintos materiales, los disparos láser y otros similares que están bien ejecutados y puestos en su lugar. Una historia totalmente distinta es la de la banda sonora, compuesta por 18 pistas que logran dar perfectamente el tono para cada uno de los niveles, cinemáticas y escenarios lo que resulta curioso porque este elemento ha quedado un poco relegado en los juegos contemporáneos; sin embargo, en Wolfenstein: The New Order cobra un protagonismo inesperado y que complementa armónicamente todo el conjunto.

Otra de las características interesantes es el manejo de partículas, cada una de las salpicaduras de sangre está muy bien lograda al igual que el efecto de rebote de ciertas municiones sumado al hecho de que los enemigos reaccionan según el lugar donde nuestros proyectiles los alcancen, ya sea haciéndolos caer si golpeamos sus piernas o con una muerte instantánea si logramos un tiro a la cabeza.

7Wolfenstein: The New Order, es un juego técnicamente bien logrado, con una historia floja, pero que tiene personajes interesantes, incluyendo al protagonista; el sistema de combate no es innovador a pesar del diseño de las armas y de los enemigos que están bien logrados, también se resalta su banda sonora la cual impulsa al jugador a seguir por los niveles del juego. Sin embargo el uso de clichés ya antes vistos en el género, la casi nula dificultad aun jugando en máxima dificultad (Über) son factores que dejan un sentimiento de inconformidad al terminar el juego.

Haga clic para comentar

Deja tu comentario

Además no te pierdas