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World of Warcraft: Wrath of the Lich King Classic – Reseña

Una pésima decisión empeora la ya maltrecha experiencia.

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Wrath of the Lich King Classic

Desde su anuncio, hemos estado siguiendo todo lo que pasa con la nueva expansión de WoW Classic. Hemos podido disfrutar de los eventos previos, así como de bandas como El Ojo de la Eternidad mientras tenemos en cuenta que esta fue una de las versiones más populares del juego. No obstante, tristemente la experiencia de World of Warcraft: Wrath of the Lich King Classic no ha sido la que se esperaba, por lo que en esta reseña comentaremos problemas como el buscador de grupos o Naxxramas.

Bienvenido/a de nuevo a la nostalgia

World Warcraft Classic Naxxramas
Algunas zonas memorables durante el ‘leveo’: Tundra Boreal, Colinas Pardas, Fiordo Aquilonal.

WoW Classic no es tema nuevo. Desde el 2019 los jugadores han podido volver a experimentar los primeros pasos que tuvo el popular MMORPG de Blizzard Entertainment, primero con la versión ‘vanilla’ y después con The Burning Crusade. No obstante, el relanzamiento de Wrath of the Lich King significó para muchos volver a vivir su primera experiencia con Azeroth. No por nada es la expansión que tuvo más suscriptores activos en la historia con unos 12 millones.

El inicio de Wotlk Classic fue frenético. Miles de jugadores se lanzaron de cabeza a viajar al continente de Rasganorte y buscaron llegar a 80 lo más rápido posible. Esto solo era prueba de la emoción que había por disfrutar de los contenidos: las misiones que de una u otra manera estaban relacionadas al dominio del Rey Exánime, los paisajes invernales de las nuevas zonas y la ciudad de Dalaran (la original).

World Warcraft Classic Naxxramas
Después de usar el buscador de grupos de World of Warcraft: Wrath of the Lich King Classic para tratar de ir a Naxxramas sin ningún éxito, puedes pasear un rato por Dalaran.

Subir de nivel se hacía lento, pero el proceso se disfrutaba. A comparación del Classic ‘vanilla’ y TBC, muchas clases evolucionaron por primera vez para no ser tan simples (o inútiles) sin llegar a la complejidad de la versión ‘retail’. Quienes llegaron a crearse un paladín o un caballero de la muerte pudieron divertirse viendo las capacidades de sus personajes. Claramente, otras clases no se quedaban tan atrás en este proceso.

El contenido se acaba rápido

Aun así, la llegada a nivel 80 resultaba ser irónica. Si bien se sentía como todo un hito (por la implementación de los logros), los jugadores rápidamente se quedaron sin contenido de nivel 80 por hacer. Claramente, podían hacer mazmorras heroicas para recolectar emblemas y así empezar a comprar equipo. Se suponía que también había que aumentar reputación con varias facciones para comprar encantamientos y otros elementos importantes. Sin embargo, esto rápidamente se hizo tedioso.

Wrath Lich King Classic reseña
Los jugadores quemaron todas las actividades por hacer muy rápido.

La explicación es sencilla. Hasta ahora, en el juego la dificultad es nula. Desde antes se sabía que los jugadores experimentados de ‘retail’ iban a arrasar con la versión Classic al tener mucho más conocimientos, experticia y una mejor conexión a internet a comparación de hace 14 años (tener 280-300ms de latencia era algo bueno). Por lo tanto, hacer una mazmorra no requiere ningún cuidado y se atraviesa por ellas en «modo automático». Como veremos más adelante, las bandas tampoco son mayor cosa.

Pero antes de hablar de bandas en esta reseña, hablemos de un error grave que está terminando de arruinar la experiencia de World of Warcraft: Wrath of the Lich King Classic, que es el buscador de bandas.

Nadie pidió esto

Así se ve el nuevo buscador de grupos de Wrath of the Lich King Classic.

Como compartimos en su momento, Blizzard había anunciado que no implementaría el buscador de mazmorras/grupos que llegó a mitad de expansión. Bajo la excusa de que «querían fomentar los vínculos entre jugadores», se decidió no dejar un sistema que buscaba automáticamente varios roles para un grupo y teleportaba a la gente a la entrada de una mazmorra (con posibilidad de hacerlo entre reinos).

Sin embargo, después se cambió de opinión. No, no quisieron dejar el sistema original sino inventarse uno completamente distinto que nadie pidió y que todos odian. No todo es malo de este, pues da una visión de la clase de un personaje que busca grupo, muestra cuántos jugadores de cada rol hay en una banda y permite solicitar grupo.

Pero lo bueno va hasta ahí. Supuestamente el sistema permite anotarse a un rol (daño, tanque o sanador), pero a las clases híbridas a menudo las registra como tanques por más que señalen otra cosa. Esto reduce mucho las posibilidades de ser invitados y obliga a la gente a preguntar por rol (cuando no se debería preguntar). Además, no hace diferencia entre pocos jugadores buscando grupo y bandas grandes buscando miembros faltantes: para el buscador todos están registrados como la misma categoría. Para colmo, no se refresca automáticamente para saber si hay más gente buscando hacer algo.

Básicamente, se buscaba una «experiencia como la original», pero igual los desarrolladores metieron mano al sistema. Además, lo cambiaron para hacerlo poco práctico y molesto para el uso.

A nadie se le desea esta experiencia de banda

Wrath Lich King Classic reseña World Warcraft Classic Naxxramas
¿Pagar oro solo por invitar a alguien a una banda? A esto se le llama tocar fondo.

El mayor defecto que destacamos en esta reseña sobre World of Warcraft: Wrath of the Lich King Classic es el diseño original tan pobre en cuanto al uso de clases y la poca voluntad que hay para corregirlo.

Sabemos que Naxxramas fue la banda final de la versión ‘vanilla’. Hacer un reencauche de esto para Wotlk (aunque así haya sido en su momento) no es precisamente un ejemplo de originalidad, pero se entiende por cuestiones de historia. Lo que no se justifica es haberlo dejado exactamente igual con todos los problemas que lleva. El más grave es la necesidad de tener dos sacerdotes sí o sí para el Instructor Razuvious por la mecánica de control mental en 25 jugadores. La existencia de orbes en la dificultad de 10 solo prueba que no hubo voluntad alguna para hacerlo en 25.

¿Cuál es el problema de esto? Que casi nadie juega sacerdote. La campaña de mercadeo del juego animó a todos a crearse caballeros de la muerte y a disfrutar de clases llamativas para la expansión como el paladín. Esto resultó en bandas enteras formadas por dichas dos clases en las que faltaban los sacerdotes (y de paso variedad de más clases). Esto llevó a miles de personas buscar por más de hora y media para completar dichos cupos en el buscador de grupos que a nadie le gusta. Esto es una dificultad agregada por un sinsentido: en vez de estancarse por una alta dificultad, los grupos se estancan porque no consiguen una clase poco popular… ¿Qué costaba dar la solución en 25 jugadores también? Por eso, muchas personas se aburren y no consiguen disfrutar del contenido de «mayor nivel».

«Naxxfácil»

La mayor dificultad del WoW de antaño no eran sus mecánicas sino su proceso de preparación. Los jugadores tenían que conseguir muchos consumibles y buena ropa para ir a bandas. Esto no pasa tanto en esta expansión, pues las mazmorras tiran equipo del mismo nivel de objeto que la banda de mayor «exigencia» en dificultad de 10 jugadores.

Con un proceso de preparación casi ausente, los jugadores pueden comenzar Naxxramas sin ningún problema. La mayoría de jefes tienen mecánicas muy sencillas y, en algunos casos, tan fáciles que invitan a dormir. Claro, hay jefes que mantienen atentos a los sanadores como Remendejo, Sapphiron y Kel’Thuzad, pero en general es demasiado fácil completarlo.

Gothik el Cosechador y Noth el Pesteador son de las peores peleas existentes en Naxxramas, World of Warcraft: Wrath of the Lich King Classic y el juego en general.

Dicho esto, es poca la gente que le emociona seguir haciendo este contenido después de unas cuantas semanas. La historia es similar con Ojo de la Eternidad, La Cámara de Archavon y Sagrario Obsidiana (la que más puede ponerse interesante con ciertas condiciones). Las mecánicas se sienten burdas y poco interesantes.

Por ahora, World of Warcraft: Wrath of the Lich King Classic no pinta demasiado bien con solo la presencia de unas mazmorras, Naxxramas y el buscador de grupos actual. Esto es claro especialmente cuando no ha llegado todavía el contenido que todos ansían probar: Ulduar y, posteriormente, Ciudadela de la Corona de Hielo. Falta mucho para ver dichos lugares en acción (al menos hasta el próximo año), por lo que por ahora es poco recomendable invertir tiempo en Classic.

World of Warcraft: Wrath of the Lich King Classic
6/10 Nota
Lo que nos gustó
- Cualquiera que haya jugado Wotlk en su época siente el vigor de la nostalgia.
- Volver a ver vivo al Rey Exánime es como un sueño.
- Los paladines y los caballeros de la muerte se disfrutan como nunca.
Lo que no nos gustó
- El contenido de máximo nivel es extremadamente fácil y aburre rápido.
- Lo más interesante de la expansión no ha salido todavía.
- El buscador de grupos no es el original y aparte funciona peor.
- Promocionar jugar con unas clases y requerir otras diferentes para poder jugar destruye cualquier interés en ir a bandas.
En resumen
Hasta ahora World of Warcraft: Wrath of the Lich King Classic es una fuente de nostalgia pero también de decepción y frustración. Aun así, es difícil dar con un veredicto final sin haber vivido la llegada del contenido que todos los jugadores esperan.
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