Cuando Microsoft decía que Xbox Series X y Series S sería retrocompatible con distintas generaciones, esta definición iría mucho más allá. Irónicamente, las nuevas consolas también tienen la capacidad de emular consolas retro, incluyendo las de su competidor como PlayStation 2. Esto es algo que ni siquiera PlayStation 5 puede hacer. No porque no tenga la capacidad técnica para hacerlo, sino porque Xbox maneja un formato de archivos universal.
Tanto Xbox Series X como Series S tienen en su sistema un modo de desarrollo heredado de Xbox One, el cual puede ejecutar aplicaciones en formato UWP (Universal Windows Protocol). Esta clase de archivos pueden ser ejecutados en Windows 10 y en el ecosistema Xbox.
Entre las aplicaciones compatibles se encuentra el popular RetroArch, un programa que compila emuladores de distintos sistemas en una interfaz de usuario amigable para el usuario. Recientemente, los núcleos de PlayStation 2 —basados en el emulador PCSX2— fueron agregados al servidor, permitiendo ejecutar juegos de la popular consola de Sony en su mayoría.
Pero esperen. Antes de que suban al depósito a buscar sus juegos, deben saber que el acceso al modo de desarrollo requiere una licencia que tiene un costo de $20 dólares y la capacidad de estas poderosas consolas no está totalmente liberado en este modo. Por consiguiente, algunos juegos sufren fallas de desempeño e imagen.
Aun así, esto pone otro punto a los pros de poseer una Xbox Series X o Series S.
Vía: Kotaku
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