Tecnología
¿Por qué los carros autónomos de Google todavía no son seguros?
Un accidente de tránsito causado por un sistema de conducción automática de Google nos hace preguntar… ¿Las computadoras están listas para manejar?
Un accidente de tránsito causado por un sistema de conducción automática de Google nos hace preguntar… ¿Las computadoras están listas para manejar?
El pasado 14 de febrero ocurrió lo que podría ser calificado como, tal vez, el primer accidente de tráfico causado por un robot. No, no se confundan, ningún Terminator estaba manejando un auto, se trata del sistema de conducción automático de Google (AV). Sólo hasta el 23 de febrero Google hizo público el incidente.
El día de los hechos un Lexus SUV (propiedad de Google) estaba manejándose solo en Mountain View, California. Para girar hacia Castro Street el automóvil tomó el carril derecho externo pero se detuvo al detectar sacos de arena que potencialmente estarían bloqueando su camino. Después de que algunos autmóviles sobrepasaron al Lexus de Google, el sistema de navegación puso en marcha de nuevo al auto y procedió a ubicarse en el carril central para esquivar los sacos de arena, pero un bus de transporte público se estaba aproximando por detrás. Según Google, el sistema de navegación estimó que el bus se detendría o bajaría la velocidad para para que el vehículo autómata continuara su camino, el bus lo pasó parcialmente usando el carril central y tres segundos después el auto de Google se movió a ese carril causando una colisión. El choque ocurrió a muy baja velocidad, pues el AV de Google iba a 2 MPH mientras que el bus andaba a 15 MPH (24 KPH). Como es de esperar no hubo heridos; aún asi el Lexus sufrió ligeros daños en la rueda izquierda y el guardafango.
«En este caso, claramente asumimos algo de responsabilidad, porque si nuestro auto no se hubiese movido no hubiese ocurrido una colisión», afirmó Google en un comunicado. Por su parte, el departamento de Vehículos Motorizados de California (California DMV) dejó claro que «los cambios de línea a último minuto úeden causar colisiones» y los conductores «deben estar seguros de que hay suficiente espacio para su vehículo en la línea de al lado«.
Es necesario recordar que desde 2008 Google está llevando a cabo pruebas de conducción en sus autos AV y que desde entonces la compañía acumula la no despreciable cifra de 1.3 millones de millas (2.1 millones de kilómetros) conducidas por su sistema autómata. No se tienen registros de algún choque o accidente en vías públicas hasta la fecha. Sin embargo, este pequeño e insignificante lunar representa una gran alerta para Google, ¿por qué?
Si bien este suceso no causó daños mayores ni dejó a nadie herido, es una muestra de que el sistema de manejo autónomo de Google necesita seguir siendo pulido y refinado. La decisión tomada por la máquina de cambiar de carril intempestivamente podría repetirse a una mayor velocidad y en ese caso los resultados podrían ser fatales. Además, existe otro problema mucho más complejo que una calibración en la toma de decisiones: la inteligencia artificial no es emocional.
Debemos tener en cuenta que, en teoría y sólo considerando condiciones físicas, una computadora está mejor equipada para conducir que un ser humano. Las computadoras pueden considerar más fuentes de información del entorno que los humanos, pueden procesar datos a mayor velocidad y hacer cálculos con mayor precisión. Además, un sistema como el que usa Google cuenta con muchísimos sensores que permiten detectar cambios del entorno prácticamente en todas las direcciones; mientras una persona apenas cuenta con lo que ve y lo que oye en su cabina de conducción, además de las ayudas visuales como espejos retrovisores y eventualmente una cámara en el guardafangos trasero, el sistema de Google tiene «ojos y oídos» en casi todos los puntos del auto.
Si pudiésemos dar una mirada al (complejo y ultrasecreto) algoritmo de Inteligencia Artificial (IA) que Google ha implementado en este sistema de conducción, posiblemente nos encotremos con algo muy bien diseñado y altamente avanzado… hasta ahora. Lo algoritmos de IA cada vez son más eficientes a la hora de procesar información y tomar decisiones, y en teoría serían mejores que los seres humanos para manejar un auto en ciertas situaciones, pues no sienten miedo ni ira, no se cansan, no se distraen, no se duermen, no sienten hambre ni tienen preocupaciones. Sin embargo, el hecho de no sentir miedo significa que no tienen un mecanismo para garantizar su sobrevivencia, y es el miedo lo que precisamente hace que las personas tomen ciertas decisiones para salvar su vida.
Es casi seguro que los ingenieros de Google saben lo mencionado anteriormente, y de hecho deben saber muchas más cosas sobre porqué su IA no es perfecta. También es seguro que esta colisión de su Lexus los impulsará a calibrar su sistema y además, seguirán trabajando incansablemente para hacerlo cada vez mejor. Sin embargo (y esta es una opinión muy personal y altamente cuestionable), podrán pasar unos 10 o 20 años para que un sistema como el AV de Google esté listo para salir al mercado. Es simple: desarrollar una IA que emule mecanismos tan eficientes como el miedo, que hace que las personas y animales tomen decisiones impresionantemente rápidas y que implica otras decisiones menores sobre qué información considerar y qué otra obviar, es algo que raya en la ciencia ficción de la Ingeniería. ¿Cómo una computadora puede «sentir» qué piezas de información son relevantes o no? ¿Cuándo se debe tomar ese patrón de prioridad a la hora de «moverse o morir»? De hecho, ¿existe algún patrón?
Estoy convencido que sólo un humano drogado, o dormido, o con alguna limitación física significativa podría causar el accidente que tuvo el auto de Google, pero también estoy totalmente seguro de que lo que ocurrió en las carreteras de California le dará mucho trabajo a los desarrolladores de la filial de Alphabet y que nos sorprenderán mejorando su sistema. Sin embargo, es una total incertidumbre si en el futuro cercano la tecnología habrá evolucionado de tal manera que tome las decisiones correctas en el instante correcto. No esperamos una inteligencia artificial perfecta, posiblemente nunca lo será, pero por lo menos esperamos un sistema que estadísticamente resulte más seguro para las personas. Pasarán los años y veremos…
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