Neuralink, la fusión del cerebro humano e inteligencia artificial

La apuesta de Elon Musk por empezar a crear a Ultron.

Elon Musk le ha brindado al mundo los automóviles inteligentes Tesla y la exploración aeroespacial de SpaceX con la meta en Marte, pero como si eso no fuese suficiente para el millonario más parecido a Tony Stark de nuestra dimensión, su nuevo objetivo potencial es crear una interfaz entre el cerebro humano y una inteligencia artificial bajo la marca Neuralink.

Según reporta The Wall Street Journal, la compañía en estado naciente crearía dispositivos para implantar en el cerebro humano, con el eventual propósito de mantener a los seres humanos ‘actualizados’ con los avances en inteligencia artificial. Estas mejoras cibernéticas permitirían mejorar la memoria del portador o un control directo sobre dispositivos computacionales.

No es la primera vez que Musk contempla la idea de una fusión entre el cerebro humano y una máquina, ya que en diferentes ocasiones ha señalado esto como el siguiente gran paso de la humanidad. En especial cuando se conoció que es uno de los billonarios que apoya secretamente a un grupo de científicos para liberarnos de la Matrix (no es broma), ya que, según un selecto grupo de poderosos, todos vivimos en una simulación por computador.

“Estos teléfonos actualmente nos controlan. La fusión ha comenzado, y una fusión es nuestro mejor escenario. Cualquier versión sin una fusión resultará en un conflicto: esclavizamos la inteligencia artificial, o ella nos esclavizará a nosotros”, señaló Musk en aquel momento.

Que la operación de insertar un dispositivo electrónico en el cerebro humano sea una tarea altamente peligrosa e invasiva no es un impedimento para el objetivo de Musk, apoyado por futuristas de Silicon Valley interesados en el avance tecnológico de ideas revolucionarias como Neuralink. Médicamente se han insertado chips en el cerebro para liberar señales eléctricas en pacientes con Parkinson y aliviar los síntomas, así como reducir dolores en la columna vertebral y enfermedades como obesidad o anorexia. Lo que no se ha hecho antes es leer y escribir el código neurológico humano.

Los obstáculos detrás de este sueño de Musk son enormes, pues incluso la gran mayoría de investigadores neurológicos afirman que poseemos un limitado entendimiento sobre el funcionamiento de las neuronas en el cerebro humano. Además, nuestros métodos de recolección de información son rudimentarios. Por supuesto, también está el hecho de saber cuántas personas se ofrecerían al experimento.

Solo los sujetos con una seria condición médica podrían colaborar, pero la mayoría de individuos saludables estarían incómodos con la idea de que su cráneo fuese abierto para recibir un implante.

De esta manera, es menos descabellado el camino de Jeff Bezos, director ejecutivo de Amazon, y su idea de controlar el primer robot bípedo piloteable. Un prototipo de Metal Gear, técnicamente.

 

Fuente: The Verge