Contra: Operation Galuga – Reseña

Contra es uno de los juegos más importantes de mi infancia. Aún recuerdo con cariño las tardes en que, acompañado por mi hermana o viejos amigos, usábamos el siempre confiable código de 30 vidas para recorrer una o varias veces todos los escenarios del juego. Desde entonces, he tratado múltiples veces de recuperar esa experiencia en otros juegos como Metal Slug y Cuphead. Han pasado varias décadas desde entonces y nunca he estado tan cerca de sentir lo mismo como con Contra: Operation Galuga, del que hablaré en esta reseña.

WayForward, el estudio desarrollador de este juego, ya tiene experiencia con la legendaria saga de Konami. Ellos hicieron el excelente pero a veces ignorado Contra 4 para Nintendo DS. También han trabajado en un incontable número de juegos en 2D, usualmente licenciados, con jugabilidad inspirada en la de títulos retro.

Contra: Operation Galuga puede ser considerado un ‘remake’ o un ‘reboot’ del legendario primer juego de la saga, lanzado en 1987 en arcades y el año siguiente en la NES. La historia se centra en un par de soldados de élite miembros de la Fuerza Contra: Bill Rizer y Lance Bean. Ellos son desplegados en una isla llamada Galuga para enfrentar a una organización terrorista llamada Red Falcon, pero no saben que hay un poder alienígena detrás de ellos y que van a terminar luchando por el destino del mundo.

Contra’s Greatest Hits

En general, este título se siente como una colección de grandes éxitos de la saga. La mayoría de niveles y enemigos están inspirados en el juego original, pero también encontramos jefes sacados de otras entregas como Contra 3: The Alien Wars y personajes que aparecieron originalmente en Contra: Hard Cops. Aunque no hay secuencias con perspectiva detrás del personaje o cenital, como en los primeros juegos, sí hay un par en los que vamos en vehículos a toda velocidad.

Aunque hay melodías nuevas, la banda sonora está formada principalmente por nuevas versiones de música conocida de los anteriores juegos. También es posible desbloquear la música del juego original o incluso jugar con la del primer Castlevania. Estos son detalles bienvenidos que apelan directamente a la nostalgia de jugadores veteranos. Sin embargo, no alienan en absoluto a los recién llegados.

La jugabilidad también recuerda bastante a la original, agregando algunos elementos extra pero sin perder simplicidad. Los personajes cuentan con un ‘dash’ y algunos de ellos con un doble salto o algunas opciones nuevas de movilidad. Estas funcionan muy bien a la hora de evitar los numerosos enemigos y mantienen el foco en la habilidad del jugador.

Hablando de disparar, las armas son casi las mismas que recordamos de anteriores juegos. Ahora cuentan con dos niveles (recogiendo dos veces la misma arma) y en vez de bombas podemos “sobrecargarlas” para obtener diferentes efectos, lo cual le agrega a Contra: Operation Galuga un pequeño pero interesante componente estratégico. 

En general, se siente, suena y juega como Contra. Sigue siendo Contra. Eso ya es más que suficiente para los nostálgicos y para jugadores nuevos que quieren un juego sencillo, pero intenso y divertido.

¿Tan difícil como otros Contra?

Una de las principales características de los juegos de esta saga es su alta dificultad. Llegar al final de cualquiera de los Contra —al menos sin hacer trucos para obtener vidas extra— requería repetir múltiples veces los niveles, aprenderlos, anticipar la aparición de los peligros y jugar de forma casi perfecta. Eran juegos muy cortos —cualquiera de ellos se podía pasar en menos de una hora— pero altamente rejugables.

Contra: Operation Galuga mantiene ese espíritu. Aunque tiene tres niveles de dificultad, sigue siendo un juego complicado y es altamente posible que tengan que repetir varias veces una fase para terminarla. También podemos elegir entre tener barras de energía o jugar con “muerte instantánea” como en los títulos originales.

Si quieren un buen reto, este juego resulta perfecto. Pero no se preocupen si quieren una experiencia más relajada. A medida que superen los niveles obtendrán puntos con los que pueden comprar mejoras como vidas o puntos de salud extra que harán que sobrevivir sea más fácil. Tras morir más veces de las que quiero aceptar en los últimos niveles, finalmente recurrí a dos puntos de salud extra y más tiempo de invulnerabilidad al reaparecer. Eso me ayudó a terminar el juego en poco más de dos horas y media, aunque una partida completa de principio a fin debería durar poco más de una hora.

Sí, es corto, pero eso tampoco debe desanimarlos. Este es un juego que ofrece mucha rejugabilidad.  Como ya dije, la jugabilidad es tan sencilla como atractiva y da gusto repetir los niveles. Además de los retos de pasarlo en un mayor nivel de dificultad o en el modo de muerte instantánea, podemos jugar hasta con nueve personajes diferentes, cada uno con sus propias habilidades. 

¿Quién necesita una historia?

Aunque los primeros juegos de Contra sí tenían una historia, ciertamente no la necesitaban. Pocos jugadores saben que sus protagonistas se llamaban Bill y Lance y que los villanos se llamaban Red Falcon. De hecho en mi infancia mis amigos y yo creíamos que la trama era “Arnold Schwarzenegger y Rambo se unen para pelear contra Alien”.

Contra: Operation Galuga tiene una historia aún más elaborada que, honestamente, resulta innecesaria y hasta ridícula. Implica sociedades extraterrestres antiguas, objetos alienígenas de gran poder y hasta un origen secreto para Bill y Lance. Una historia así podía ser bien hecha, pero la forma en que es presentada sólo sirve para hacer más lento el juego. No es interesante y está llena de clichés.

De hecho, hubiera preferido que no hubiera presentado historia alguna. Que hubiera dejado que los mismos jugadores interpretáramos lo que estaba pasando para crear la historia en nuestras cabezas. Eso hubiera sido mucho más interesante y fiel a los juegos originales. También hubiera sido interesante si hubieran aprovechado para enfrentar el problemático origen de ese nombre.

Ya que estamos hablando de los defectos, también quiero mencionar que algunas de las ocho fases son más largas de lo que deberían. Aunque el diseño de niveles no está nada mal, se pueden sentir repetitivos debido a su duración. Afortunadamente, solo un par de niveles tienen este problema y no es tan grave.

Inicialmente también estaba considerando que las armas estaban desbalanceadas. Hay unas que claramente son más efectivas que otras. Pero luego descubrí que esto está bien ejecutado. La idea del juego es tratar de conservarlas sin morir y considerar si vale la pena gastarlas en una sobrecarga para salir de un momento difícil. Eso hace que estemos cambiando de armas constantemente incluso a pesar de tener una favorita.

Contra regresará…

El juego termina con un ‘cliffhanger’ y de verdad espero que cumplan la promesa de una secuela. Aunque ya vi el final, sigo jugando Contra: Operation Galuga para superarlo con diferentes personajes, desbloquear todos los objetos de la tienda y para retarme a mí mismo con más dificultad. De verdad quiero completarlo en el modo de muerte instantánea.

Pero sobre todo, lo sigo jugando porque me resultó enormemente divertido. En una época en la que tantos juegos tratan de ser experiencias masivas de decenas de horas, con demasiados sistemas de juego y gráficos innecesariamente realistas, un juego como este es un soplo de aire fresco que me recordó por qué me enamoré de los videojuegos en primer lugar.

Reseña hecha con una copia digital de Contra: Operation Galuga para PS5 brindada por Konami. El juego también está disponible para PS4, Xbox One, Series X|S, Nintendo Switch y para PC mediante Steam.