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La industria del cómic desde adentro: Herb Trimpe y Renato Guedes

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No todos los días se tiene la oportunidad de sentarse a escuchar durante una hora a un veterano de los cómics de superhéroes compartir experiencias, dudas y anécdotas con un artista más joven. ¿Qué significa para un artista trabajar con los gigantes Marvel y DC? Tuvimos la oportunidad de encontrar respuesta a esta y otras preguntas en la charla que organizó El cómic en línea con los talentosos Herb Trimpe y Renato Guedes.

Herb-Trimpe

El Cómic En Línea es una fundación sin ánimo de lucro dedicada a promover el cómic como herramienta cultural y pedagógica y a velar por la mejora en la calidad de vida de los profesionales involucrados en esta industria en Colombia. La fundación organizó durante las dos últimas semanas de julio la primera edición de los premios Los monos de oro, un evento que incluyó charlas y talleres con invitados internacionales y, por supuesto, la premiación a los mejores autores nacionales inscritos.

Una de las charlas más sonadas del evento fue Wolverine antes y ahora, que tuvo lugar el martes 29 en Too Geek. Los invitados eran los artistas Herb Trimpe, quien fue el artista encargado del primer cómic en el que apareció Wolverine por allá en los 60, y Renato Guedes, quien hasta el año pasado fue el dibujante oficial del personaje. Aunque la excusa para reunirlos a ambos era el famoso héroe de las garras de adamantium y el spandex amarillo, la verdad es que la discusión terminó centrándose en la experiencia de Trimpe y Guedes dentro de la industria y en sus percepciones de lo que ocurre actualmente con los cómics de superhéroes.

Es cierto que los no iniciados en el tema de Wolverine aprendimos algunos datos curiosos, como que su primera aparición fue en el número 180 de Hulk como un villano adicional de nacionalidad canadiense creado, según cuentan algunos, con el propósito de atraer más lectores de ese país; que inicialmente las garras no salían directamente de sus manos, sino que hacían parte de los guantes que usaba y que es el superhéroe que más le piden a Herb Trimpe que dibuje, aun cuando en realidad el fuerte de Herb es Hulk y después de los 60 no volvió a participar en ningún cómic de Wolverine.

dibujantes-wolverine-toogeek-06Pero a medida que la charla se fue desarrollando, los temas se ampliaron y los artistas empezaron a compartir sus experiencias más allá de Wolverine. Herb Trimpe explicó que en su época en Marvel los artistas no recibían un guion demasiado detallado, sino que se sentaban a hablar con los escritores o recibían en menos de una página una idea general de lo que era la historia. El artista contó que inicialmente no era así, que los dibujantes recibían un guion extenso y detallado, pero que “la genialidad de Stan [Lee] fue que, aunque él era un escritor, vio a los cómics como un medio principalmente visual y creyó que el artista era el que debía contar la historia”, por lo tanto, era parte de trabajo de Trimpe y de sus colegas crear posiciones, expresiones y tomas que favorecieran a la historia que se le había entregado.

Por su parte, Renato Guedes, que empezó a trabajar en la industria en 2001, explicó que él siempre trabajó con un guion más extenso en el que normalmente se detallaban expresiones y enfoques visuales; sin embargo, durante sus primeros años esto no representó un problema, ya que seguía teniendo bastante libertad artística. Los problemas llegaron después de que dejara su trabajo con Superman en DC y con Wolverine en Marvel, el brasilero comentó que a partir de ese momento “hubo un cambio en la industria… le quitaron mucha libertad a los artistas y también a los editores”, en la medida en que ahora altos mandos intervenían y afectaban mucho más el trabajo que realizaban los equipos creativos y editoriales, razón por la cual el joven artista decidió retirarse del medio.

Al respecto, el brasilero después recordó la razón concreta que lo hizo renunciar al trabajo en cómics: el trabajo en Constantine. Después de que dejara su trabajo con Wolverine, Guedes empezó a trabajar en Constantine, donde no duró mucho debido a que su editor insistía en que dibujara al personaje, ampliamente reconocido como un antihéroe, con un lenguaje corporal típico de héroes como Superman. “Entiendo que hay ciertas cosas, ciertas decisiones que uno tiene que respetar también, pero yo creo que queda un poquito de libertad para el artista, no puedo hacer algo que me va a traicionar, algo con lo que no esté de acuerdo.”

Ilustración de Wolverine por Renato Guedes

Ilustración de Wolverine por Renato Guedes

Con respecto a estas nuevas dinámicas de trabajo en las casas editoriales que no solo involucran más personas dentro de la cadena de producción, sino que implican también mayores controles y restricciones sobre los personajes, Tripe comentó que Marvel, ahora que fue comprado por Disney, es una corporación y que, como tal, es parte de su naturaleza estar sujeta a este tipo de situaciones. El artista comentó que, aunque siente nostalgia por la libertad y sencillez de los viejos tiempos, comprende que la industria del cómic es un negocio, que afortunadamente ahora hay más gente que se puede beneficiar de esos trabajos; sin embargo, es importante lograr un balance entre producir suficiente dinero para mantenerse, pero a la vez ofrecer una experiencia de trabajo agradable a creativos y editores y productos de calidad y no forzados al público.

Para ambos artistas, una parte importante de lo que significa ofrecer un producto de calidad es mantener a los personajes interesantes, conservando aquello que los hace únicos. Trimpe le preguntó a Guedes qué opinaba él sobre el hecho de que ahora Wolverine fuera prácticamente indestructible; el brasilero respondió que no le gustaba para nada porque hacía que se perdiera la tensión de la historia y que el lector sencillamente ya no se preocupara por el personaje porque sabe que siempre va a estar bien, “hay un cómic de 2010, creo, que Hulk agarra a Wolverine y lo parte en dos pedazos… ¡y no le pasa nada y sigue peleando!”. A este ejemplo, Guedes añadió también el caso de Superman, quien inicialmente era el único sobreviviente de su mundo, hecho que cimentaba en gran parte la construcción de la historia y del personaje; sin embargo, ahora “cualquiera es kryptoniano”, dice el brasilero haciendo referencia a la cantidad de familiares y enemigos que se han añadido a la historia del héroe y que, de alguna manera, lo han hecho menos único.

Dentro de esta misma línea, ambos artistas opinaron respecto a las recientes, y controversiales, decisiones tanto de DC (insistir en que la Mujer Maravilla no tenga su propia película, el problema de que Batgirl fuera lesbiana) como de Marvel (Capitán América negro y Thor mujer). Un miembro de la audiencia le preguntó a Renato Guedes cuál era su opinión desde dentro del medio, teniendo en cuenta su trabajo en ambas compañías y que, para parte del ojo público, Marvel está siendo vanguardista, mientras que DC se está cerrando a nuevos públicos. “En buen castellano, es la misma porquería Marvel y DC”, empezó respondiendo el brasilero, para quien movimientos como Capitán América negro o Spider-Man latino son marketing para salir en los medios e intentar aumentar las ventas, “no hay diferencia con los cambios que hacen en DC con el Nuevo 52”; el artista reconoce que son personajes que deben ser actualizados para los nuevos públicos, pero en su opinión, se están traicionando personajes “mitológicos” como Superman y Batman al transformarlos en cosas completamente distintas, “pasan por encima del personaje y de la parte creativa para vender más”. Respondiendo a la duda de cómo mantener entonces frescos a personajes que llevan, cuando menos, 30 años de publicaciones, Guedes sencillamente dijo que lo que hacía falta era “contar buenas historias”.

Renato Guedes ofreciendo sus opiniones

Renato Guedes ofreciendo sus opiniones

Herb Trimpe estuvo de acuerdo con Guedes y añadió, desde su experiencia, que él cree que parte del problema es que la industria del cómic es insegura. Es una industria que ha luchado para ser reconocida como una forma de arte elevado y válido, algo así como Shakespeare en su campo, explicó el artista; sin embargo, aquellas expresiones que se consideran arte no son modificadas, “nadie se mete con Shakespeare, claro, cambian los entornos, pero la historia se mantiene igual y la gente joven va a verlo porque no conocen las historias”, todo lo contrario ocurre con el cómic, explica Trimpe. La industria se encuentra atascada en una dicotomía de validarse entonces como forma de arte, pero a la vez, porque es insegura y teme no ser vista de esta manera, se mantiene atravesando por cambios constantes en sus historias y sus personajes para que la gente le siga prestando atención. El artista recuerda que los editores eran personas ansiosas que vivían en constante temor por las ventas, “creo que era, básicamente, inseguridad con respecto al producto que estaban entregando”.

Finalmente, ambos autores revelaron sus hábitos de lectura de cómics y sus opiniones con respecto a las adaptaciones hollywoodenses de las historias de superhéroes. Trimpe confesó que no lee cómics y que nunca ha sido un coleccionista dedicado, mientras que Guedes opinó que la industria actualmente atraviesa por una crisis de creatividad y que no ha visto nada bueno en el área de los superhéroes en mucho tiempo, por lo que prefiere leer más cómic europeo. En cuanto al cine, Trimpe solo dijo que “un perro tiene que orinar su territorio; eso es lo que hace Hollywood con los héroes”, y Guedes terminó diciendo que prefiere no ver las películas porque siente que está trabajando, pero que tampoco cree que aporten nada a los cómics porque manejan un lenguaje visual distinto y que, si bien en Latinoamérica contribuyen a aumentar las ventas, en Estados Unidos ocurre todo lo contrario.

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