Concrete Genie – Reseña

Aunque indiscutiblemente ha aumentado el número de juegos dispuestos a tratar temas delicados, tales como la depresión y el abuso, todavía resulta difícil no sorprenderse cuando un título que no sea independiente decide enfocarse en esta clase de temas. Quizás más impresionante es el hecho de que Concrete Genie, el más reciente de esta clase de juegos, viene de la mano de PixelOpus, un estudio first party de Sony Interactive Entertainment. Y si bien este no es el primer juego de esta desarrolladora, sí es su primera incursión en el tema del bullying.

PixelOpus trabajó en Concrete Genie desde principios de 2015, aunque no lo anunció hasta la Paris Games Week 2017. Su lanzamiento originalmente estaba planeado para 2018, pero los interesados tuvieron que esperar hasta finales de 2019 para jugarlo.

Después de dos años de espera, Concrete Genie finalmente está a la venta. ¿Ha valido la pena dicha espera? Aunque dista de ser perfecto, el último juego de PixelOpus es una encantadora aventura de principio a fin. Es una lástima que Sony no hiciera un buen trabajo promocionando el juego a vísperas de su lanzamiento.

La historia de Concrete Genie pone a los jugadores en los zapatos de Ash, un joven artista que vive en la ciudad de Denska. A causa de un desastre natural y otros problemas —documentados en periódicos, uno de los muchos coleccionables del juego—, la ciudad está desolada y en un estado deplorable. Al comenzar la historia, Denska destaca por sus escenarios grises y marrones. Sin embargo, el deporable estado de la ciudad es el menor de los problemas del protagonista.

Tal como se mencionó hace unos párrafos, la historia de Concrete Genie gira alrededor del bullying. La víctima es Ash, que es asaltado por un grupo de bravucones. La violencia va desde lo verbal hasta lo físico. Sin embargo, el evento que da inicio a la trama del juego es cuando los bravucones destrozan el cuaderno de dibujos de Ash.

Decidido a buscar las páginas de su cuaderno, Ash termina en el faro de la ciudad. Ahí hace dos grandes descubrimientos. El primero es que Luna, uno de sus bocetos, ha cobrado vida y el segundo es un pincel mágico. Este no solo le permite pintar sobre cualquier pared, sino dar vida a las criaturas conocidas como «genios».

Con este poder, Ash tendrá como misión recuperar e iluminar los diferentes sectores de Denska con su arte. Sin embargo, deberá estar siempre vigilante: los bravucones estarán detrás de él buscando acabar con sus obras.

Más tarde se seguirá hablando de la trama. Al fin y al cabo, todavía falta hablar sobre el tratamiento del tema del bullying. Sin embargo, por ahora dedicaremos unos cuantos párrafos a las diferentes mecánicas del juego.

Tras conseguir el pincel mágico, Ash en un principio tendrá acceso a una de las secciones de Denska. El objetivo principal del protagonista será pintar en paredes específicas para encender bombillas y así iluminar la ciudad. Una vez todas las bombillas de una región estén encendidas, Ash podrá realizar su obra maestra y avanzar a la siguiente sección de la ciudad. No obstante, los jugadores también tendrán completa libertad para explorar el mapa disponible para encontrar coleccionables y decorar las paredes de Denska a su gusto.

«¿Cómo se pinta sobre las paredes de Denska?», preguntarán. Bueno, he aquí donde entran los controles de movimiento del DualShock 4. Al presionar R2, Ash podrá sacar su pincel y seleccionar entre varios diseños. En un principio, Ash tendrá acceso a unos pocos. Sin embargo, a medida que se avance en la aventura, desbloqueará más, ya sea de forma orgánica o encontrando páginas de su cuaderno. Una vez se elija un diseño, el jugador podrá controlar la posición del pincel moviendo el mando.

Aunque en un principio resulta un poco difícil el acostumbrarse, este sistema termina convirtiéndose en una segunda naturaleza. Más importante, resulta bastante preciso y ayuda a involucrar aún más a los jugadores en el proceso creativo. Por supuesto, esto también incluye el proceso de creación de los genios.

En puntos específicos, Ash podrá encontrar genios y darles vida. En un principio podrá personalizarlos con ciertos tipos de cuerpos y rasgos. Los jugadores podrán desbloquear más al encontrar páginas. No menos importante, hay tres tipos de genios: fuego, electricidad y viento. Es alrededor de estos atributos que se desarrollan los rompecabezas de Concrete Genie, en los que hay que interactuar con el escenario para abrir paso a los genios y así eliminen obstáculos.

Esto no es lo único para lo que sirven los genios. Al interactuar con ellos, Ash conseguirá Superpintura. Esta servirá para retirar la corrupción en Denska.

Como se puede apreciar, el sistema de dibujo de Concrete Genie resulta bastante versátil y divertido. No obstante, tiene un pequeño problema.

Si bien permite completa libertad dentro de los límites establecidos y diseños provistos, los cuales pueden mezclarse para crear obras realmente encantadoras, puede resultar demasiado simplista para aquellos que dejan volar su imaginación en juegos como Minecraft. Adicionalmente, el juego invita a utilizar sigilo y distracciones para evitar que los bravucones encuentren a Ash. Sin embargo, el título realmente no incentiva el uso de esta mecánica. Esto se debe a que resulta demasiado sencillo huir de los bravucones y desorientarlos dando vueltas alrededor de Denska.

Hablando de los bravucones, ¿por qué no hablar del climax del juego? Este no solo supone la resolución del tema del bullying, sino que introduce combates.

A lo largo de la aventura, el pincel permitirá que Ash descubra un poco sobre el pasado de sus bravucones. Violencia familiar, abandono, padres separados… los bravucones proyectan sus inseguridades sobre Ash e imitan aquellas conductas violentas porque realmente no conocen nada más. Si bien es verdad que hay bravucones que abusan porque simplemente pueden, hay casos registrados en el que el bullying es el eco de problemas familiares. Concrete Genie quiere dar a entender que algunas veces los bravucones necesitan de tanta ayuda como los abusados y que comprender el contexto de estos es una parte importante para detener el abuso.

Esta última parte se ve reflejada en las secciones de combate. En estas, Ash cuenta con tres tipos de ataque y un movimiento evasivo. Cada uno de estos ataques cuenta con un efecto específico y deben combinarse para hacer frente a grupos de genios oscuros. Aunque un tanto simple y fugaz, este sistema de combate resulta divertido.

Desafortunadamente, la historia de Concrete Genie también tiene problemas.

Debido a la corta duración del juego, el cual puede superarse en un puñado de horas, la relación entre Ash y sus bravucones evoluciona de forma bastante repentina. La historia parece más preocupada por llegar a un final feliz que hacer un desarrollo de personajes lógico. A esto se suma que ciertos documentos carecen de sutileza alguna y revelan todo el simbolismo del juego. En este aspecto la historia es muy torpe.

A pesar de estos problemas, Concrete Genie resulta una agradable experiencia de principio a fin. E incluso aquellos que queden con ganas pueden disfrutar del modo libre —que les permitirá recorrer Denska y pintarla desde cero— y el modo RV, que solo está disponible para los que tengan PlayStation VR.

Reseña hecha con una copia digital de Concrete Genie para PS4 brindada por PlayStation Latinoamérica.