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Dragon Quest XI S: Echoes of an Elusive Age – Definitive Edition – Reseña

Tras su lanzamiento original en PlayStation 4 y 3DS (Japón), el legendario RPG regresa a su hogar nativo ahora en la consola híbrida de Nintendo.

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[Nota del editor] Reseña actualizada al final de la misma con información de la versión para Nintendo Switch.


La llegada de Dragon Quest a las consolas de actual generación se había tardado bastante. Por fortuna, luego de su periplo por el género de los multijugadores masivos en línea en Japón, Square Enix trajo a Occidente el último juego de la icónica franquicia. Si bien el título no fue localizado para 3DS como si ocurrió en Japón, eso es lo de menos. El sueño de un Dragon Quest moderno se cumplió y es una grata sorpresa que augura un gran futuro para la serie de juegos.

El subtítulo de la última entrega de Dragon Quest es casi un mensaje de los desarrolladores a los jugadores. La décimo primera entrega es un eco a otra era y como tal se niega a dejar sus raíces. No tiene interés alguno en adoptar ideas que hoy son recurrentes en el género. En cambio, decide pulir los puntos fuertes que siempre ha tenido la franquicia, aquellos que siempre han sido tan queridos por su legión de fanáticos.

Aventuras por doquier

Dragon Quest XI no trae una historia que deslumbre por su originalidad, pero ese tampoco es su objetivo. Nuestro héroe, el Luminario, deberá sortear toda una serie de dificultades para demostrar que no es un mal augurio para el mundo y que su aparición es más una bendición que una maldición para quienes lo rodean.

La gran fuerza narrativa está en el desarrollo de personajes. El Luminario encontrará todo tipo aliados en su viaje por el mundo, que finalmente son los que hacen a Echoes of an Elusive Age un juego memorable. La aventura se centra en reunir aliados. No solo para completar la misión principal, sino para ayudarles en sus propias historias personales. En estas se conocerán sus motivaciones y sueños.

Dragon Quest XI: Echoes of an Elusive Age

Algo muy positivo es que el juego trata de crear misiones muy originales que no necesariamente se convierten en hacer mandados y son diseñadas más para que el jugador explore ciertos lugares o descubra secretos del juego. Quizás para el tamaño de la aventura se siente que se quedan cortas, pues son limitadas y desde el comienzo se puede conocer cuántas son por medio de la sección de coleccionables. Lo que no funciona es que la sorpresa de estas se deja de lado y, más allá de los múltiples puntos de giro, no hay grandes sorpresas en lo que estas aportan.

Completar la historia toma más de 60 horas. Con todo y esto no se siente que el juego abuse de sus mecánicas para extenderse innecesariamente. La progresión del jugador es casi orgánica, por lo que no es necesario “grindear” tanto en el mapa y es más importante seleccionar bien la estrategia del equipo y la combinación de habilidades, así como los poderes y magias que usarán.

Una visita al futuro

Dragon Quest XI podría considerarse como el paso definitivo de la serie al 3D sin dejar de lado los elementos característicos que los jugadores recuerdan con cariño. Este título también es un guiño a los jugadores de Occidente, pues no es un secreto que Dragon Quest no ha sido tan valorado y comprendido en este lado del mundo, donde hemos dejado pasar sin mucho bombo grandes entregas de la franquicia.

El convertirse en un juego 3D sin cel shading funciona, pues no deja de lado mecánicas tradicionales para verse y sentirse moderno. El sistema de control está asignado al botón triángulo (o X en Switch), los puntos para guardar están en las iglesias o pequeños templos regados por todo el mundo y muchas de las magias y ataques de toda la serie aquí se mantienen vigentes, al igual que enemigos tradicionales.

Dragon Quest XI: Echoes of an Elusive Age

El combate también es tradicional, pero con algunos cambios. Cada personaje tiene un turno y la agilidad define quién ataca primero. Se puede escapar de los combates corriendo fuera del circulo de acción. También aparecen algunas habilidades conjuntas que pueden ejecutar ciertos grupos de personajes. Estas pueden ser consideradas como movimientos definitivos y se ejecutan cuando se alcanza el estado «pepped-up» con algún personaje del equipo.

Para conseguir mejor inventario, una opción es crearlo en la herrería portátil que se podrá activar en los puntos de guardado y donde se pueda acampar. En estas se mezclan ítems que conseguimos tras pelear contra monstruos. Lo interesante es que esto se logra con un minijuego que da bonificaciones a las estadísticas del equipo.

Dragon Quest XI: Echoes of an Elusive Age

Donde no se ve evolución alguna es en los menús del juego, que lucen y se sienten antiguos. Echoes of an Elusive Age tiene demasiadas opciones y el problema no es que las tenga, sino que el menú no está diseñado para contenerlas. Algunas muy útiles, como los árboles de habilidades, están prácticamente escondidas, haciéndolas parecer como si fueran poco importantes o secundarias.

Aquel pseudo árbol de habilidades permite enfocar a los personajes hacia cierta afinidad —entre tres posibles— al subir de nivel y canjear puntos de habilidad. En el menú correspondiente, las habilidades más cercanas en el árbol representan las que se pueden adquirir y con el crecimiento de personaje se pueden ir desbloqueando las que están más lejos. Cada grupo de habilidades viene vinculada a un tipo de arma, las cuales pueden ser dominadas por cada miembro del equipo. Esto dota de gran variedad a las builds del grupo.

Dragon Quest XI: Echoes of an Elusive Age

Para los fanáticos

Lo primero que se destaca al empezar la partida es el estilo gráfico que sobresale por la diversidad de diseños de personajes hechos por Akira Toriyama, creador de Dragon Ball. Bien podríamos decir que el protagonista es primo del Androide 17. Esto no es una novedad, ya que Toriyama ha estado relacionado con la serie desde sus inicios. Del mismo modo, otro personaje tiene alguna semblanza con el Super Saiyajin Blue y existen más parecidos, que crean una sensación de familiaridad con los personajes si se es fanático de la obra de Toriyama.

La ambientación que ofrece el juego está compuesta por un buen doblaje al inglés. La música recrea con un toque sintetizado o sinfónico (Switch) algunas de las melodías clásicas y la banda sonora original es interpretada por la Sinfónica de Tokio. Las secuencias cinematográficas de la historia también son de una calidad altísima y nos invitarán a apreciarlas varias veces.

La edición definitiva exclusiva de Nintendo Switch

Cuando Nintendo anunció que Switch recibiría una edición definitiva de Dragon Quest XI, muchos sospecharon de la calidad visual que pudiese ofrecer la consola híbrida o exclusiva portátil en el caso de Switch Lite. Literal pero opcionalmente, luce inferior, no refiriéndonos al modo 3D (con una menor reducción gráfica) sino a la fabulosa integración de un modo 2D a 16-bit hecho desde cero. Originalmente disponible únicamente en la pantalla inferior de la versión japonesa para 3DS, puedes recorrer toda la historia en el mundo de Erdrea con estilo clásico o cambiar al nativo 3D reiniciando cada capítulo (en una iglesia), más no de forma instantánea o con el toque de un botón.

Por supuesto, jugar en 2D hace que todo avance más rápido, puesto que muchos elementos del mapa de juego son recortados aunque la historia y textos se respeten —en su mayoría—. A falta de voces y cámara libre en las batallas, en 16-bit los jugadores obtienen batallas agilizadas y una exploración simplificada en general. En otras palabras, es el modo ideal para mejorar niveles de personajes y recolectar materiales, ya que el archivo de guardado es compatible con el modo 3D. Como beneficio adicional, puedes visitar los mundos de previos Dragon Quest en misiones especiales exclusivas del 2D.

Otras mejoras de calidad de vida en la versión para Switch que la convierten en definitiva sobre la de PlayStation 4 y PC, incluyen los trajes equipados para la lucha que son independientes a los trajes estéticos de los personajes, aquellos que se ven. Por otra parte y corrigiendo las principales quejas en el juego base, la opción de escuchar una banda sonora sinfónica además de la sintetizada original, inexplicablemente hecha en formato MIDI.

La forja o herrería portátil, para crear objetos, armas y armaduras con materiales recolectados, es la que igualmente se actualiza para ser utilizada en cualquier momento, no solo en puntos de guardado o campamentos. En medio de un calabozo se agradece tener esta opción de mejoras. Además, si te faltan los materiales necesarios que pueden ser comprados en una tienda, tienes la libertad de comprarlos directamente desde el menú de la forja. O descubrir dónde obtener aquellos elementos difíciles de encontrar y los enemigos que los sueltan.

No fue fácil desarrollar e incluir dos juegos en el mismo paquete, misma historia, pero con diferentes gráficos. Sin embargo, aplausos para Square Enix por hacer honor a los ecos de un pasado perdido y homenajear el longevo legado de la serie. — Cesar Nuñez

Dragon Quest XI S: Echoes of an Elusive Age - Definitive Edition
9/10 Nota
Lo que nos gustó
-Personajes memorables.
-Gran banda sonora sinfónica.
-Colorida dirección de arte, mundo vibrante.
-Textos en español.
-Portabilidad.
-Modo de 16-bit que honra el pasado.
Lo que no nos gustó
-Historia un tanto predecible.
-Menús obsoletos.
En resumen
Dragon Quest XI: Echoes of an Elusive Age es la evolución que esperaban los seguidores de esta serie de juegos sin perder el estilo clásico. Mantiene el humor, la profundidad de su argumento y la originalidad de sus personajes con unos gráficos que, lejos de ser realistas, quieren mantener un tono cercano a la animación y no olvidar sus raíces. Este título puede ser el mejor ingreso para los jugadores que nunca exploraron un título de esta franquicia.

Por su parte, Dragon Quest XI S: Echoes of an Elusive Age - Definitive Edition es la forma perfecta de disfrutar esta aventura sin limitarse a estar frente a un televisor, o incluso a depender de música sintetizada o gráficos 3D. La portabilidad de Switch, sonidos sinfónicos y modo 2D a 16-bit, es todo lo que está bien en cuanto a Dragon Quest se refiere. Un digno heredero de NES, SNES, DS y 3DS (a falta de DQX en Wii/Wii U).

Reseña hecha con una copia digital de Dragon Quest XI: Echoes of an Elusive Age para PlayStation 4 brindada por Square Enix.

Copia digital de Dragon Quest XI S: Echoes of an Elusive Age – Definitive Edition brindada por Nintendo of America.

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