Monster Hunter Rise – Reseña

Cuando anunciaron Monster Hunter Rise para Switch, muchos esperaban que no fuera más que un “premio de consolación” para los usuarios de la consola de Nintendo. Un título ‘menor’ surgido por la imposibilidad de crear una versión de World para esta plataforma. Poco a poco se demostró que estaban equivocados. Rise es una excelente adición a la franquicia. No solo toma muchos de los elementos que convirtieron a su predecesor en un éxito, sino que los mejora.

Tomando en cuenta lo pulido que es Monster Hunter: World, podríamos pensar que Rise es un juego perfecto. Tristemente, no es así. La versión base de este título cuenta con algunos problemas y carencias que probablemente serán solucionados mediante DLC y actualizaciones, pero no pueden ser ignorados al momento de escribir esta reseña.

Bienvenidos a Kamura. Esta adorable villa trae de regreso a Monster Hunter todo el ‘sabor’ japonés que no veíamos en la franquicia desde Monster Hunter Portable 3rd. Esto no está reflejado solo en la arquitectura del lugar y vestuario de sus habitantes, sino en elementos como la comida, música y muchos otros detalles. Otro buen ejemplo de esto son los nuevos monstruos, cuyo diseño está basado en los ‘yokai’ o espíritus de la mitología nipona.

Este estilo es un elemento unificador que hace que el mundo de Monster Hunter Rise se sienta realmente vivo y vibrante. Los principales habitantes de Kamura cuentan con diseños geniales y son supremamente carismáticos. Terminamos sintiéndonos parte importante de una agradable comunidad y nos animamos a protegerla mediante nuestras cacerías.

Ah sí, las cacerías. No importa cuál de las 14 armas decidamos usar —cada una con un sistema de juego radicalmente diferente al de las otras— los enfrentamientos contra los monstruos siguen siendo combates muy intensos en los que nuestro equipamiento importa tanto como nuestra habilidad. El conocido bucle de juego de “eliminar un monstruo para forjar equipo con sus partes y así poder enfrentar monstruos más poderosos” sigue siendo tan adictivo como siempre. De hecho, las nuevas mecánicas de juego lo hacen aún más atractivo.

La más importante de las adiciones en Monster Hunter Rise es el cordóptero (wirebug en inglés). Esta herramienta hizo que no extrañáramos la garra retráctil de Iceborne ni por un segundo. No solo nos permite recorrer los escenarios arrojándonos al aire y balanceándonos como Spider-Man, sino que se combina con cada una de las armas para realizar movimientos especiales de combate que van desde acercamientos aéreos hasta poderosos contraataques.

La forma en que funcionan estos cordópteros, con un periodo de carga entre usos, le da al combate una nueva dimensión. Nos recordó un poco a sistemas vistos en sagas como Diablo y varios MMO.

Si son veteranos de esta franquicia, seguramente saben que en muchas misiones nos limitamos a buscar el monstruo lo más rápido posible para disfrutar pronto del enfrentamiento. Eso ha cambiado. El nuevo diseño de niveles y las herramientas que nos dan para recorrerlos, como el camarada canyne y la habilidad de correr por las paredes, hacen que explorar sea igual de atractivo que combatir. Hay secretos y recompensas ocultos en cada esquina del mapa.

La importancia que ahora tiene la fauna endémica —que mejora temporalmente nuestro personaje o nos permite atraparla para usarla en el momento adecuado— hacen que nos animemos a desviarnos del camino para explorar. Gracias a esto, hasta las misiones de recolección son divertidas. La belleza de los nuevos escenarios también ayuda mucho.

Y es que Monster Hunter Rise es un juego visualmente impresionante que nos hace pensar qué clase de magia negra usa el RE Engine con el que está construido. Los tiempos de carga son breves, los personajes lucen increíbles y la animación es muy fluida. Hay compromisos, como una resolución máxima de apenas 720p y pocos efectos de partículas, pero eso no hace que el juego se vea mal.

Algo que creímos que iba a ser divisivo era el nuevo modo de juego: las misiones de Frenesí (Rampage en inglés). Estas nos enfrentan a varias hordas de monstruos que tenemos que ahuyentar poniendo defensas por el escenario, como si se tratara de un ‘tower defense’. Nuestra primera experiencia con el Frenesí, en el tutorial de este modo, fue bastante aburrida. Poco después descubrimos que jugarlo en multijugador es realmente divertido, emocionante y muy intenso. Requiere una buena coordinación entre los participantes y las recompensas hacen que el esfuerzo valga la pena.

Pero el Frenesí es parte de uno de los principales defectos de Monster Hunter Rise: su contenido ‘endgame’. Nosotros consideramos las entregas de esta saga como ‘juegos eternos’ que nos ofrecen un contenido altamente rejugable. Pero este título no tiene mucho para ofrecer una vez alcanzamos el Rango 7 tanto en las misiones de villa (para un solo jugador) como en la sala de reuniones (multijugador). El ‘endgame’ se limita a pedirnos participar en más y más misiones de Frenesí para forjar equipo especial y mejorarlo, pero hay poco incentivo para hacerlo.

Insistimos que es 100% seguro que Capcom agregará más contenido ‘endgame’ mediante DLC, actualizaciones y una probable expansión que nos permita subir a rangos mayores. Pero esta no ha llegado al momento de escribir esta reseña y es razón para “bajarle puntos” a Monster Hunter Rise.

Otro problema que tiene es lo poco amable que es con los principiantes. Los tutoriales se enfocan en presentar las nuevas mecánicas y poco más. Invita a los jugadores a visitar los menús y el área de entrenamiento, pero no explica algunos de sus elementos más importantes. Como en otros títulos de la saga, siempre es bueno contar con la compañía de un veterano que ayude a los recién llegados a moverse en el mar de sistemas y opciones disponibles, el cual puede ser bastante abrumador.

El último punto negativo que queremos comentar es uno que afecta a toda la saga: la poca calidad de su historia. Aunque la presentación de los monstruos cambia para crear un tono menos problemático que el de World, el cual estaba lleno de temas colonialistas, sigue teniendo una trama muy débil con la que hace algo muy extraño: nos muestra los créditos cuando apenas vamos a mitad del juego. Sabemos que la historia no es prioridad en este tipo de títulos, pero esto deja ver una despreocupación total respecto a la narrativa. Es especialmente raro porque la trama continúa después de este falso final. De hecho, los pocos elementos interesantes de esta se revelan cuando alcanzamos el rango alto en las misiones multijugador.

Es una verdadera lástima. Como dijimos antes, Monster Hunter Rise cuenta con personajes muy carismáticos que merecían protagonizar una historia “de verdad”.

Estos últimos párrafos pueden sonar bastante negativos, pero esos malos elementos no hacen que dejemos de considerar que este es un juego excelente. Le falta un verdadero ‘endgame’, pero a pesar de eso nos ofrece decenas de horas de diversión. La falta de buenos tutoriales le dificulta un poco la vida a los principiantes, pero la pasarán genial una vez se acostumbren al juego. Tampoco tenemos que ponerle atención a la mala historia para disfrutar las cacerías.

Monster Hunter Rise es grandioso y sabemos que va a seguir mejorando. Si quieren saber cómo, los invitamos a seguir pendientes de GamerFocus y leer nuestro continuo cubrimiento de este juego.

Reseña hecha con una copia digital de Monster Hunter Rise para Nintendo Switch brindada por Capcom.