Naruto no necesita presentación. Junto con One Piece, esta serie de anime y manga definió el ‘shonen’ en el presente siglo y se convirtió en una influyente pieza de la cultura popular moderna. Su fama también le hizo llegar a los videojuegos y sus personajes han aparecido en más de una veintena de estos, perteneciendo la mayoría al género de peleas. De hecho, el título del que vamos a hablar es ampliamente considerado ‘el juego de peleas definitivo de Naruto’. Su nombre es Naruto Shippuden: Ultimate Ninja Storm 4 – Road to Boruto.
La cantidad de personajes que tiene, historias que cubre y modos de juego que incluye hace que este calificativo pueda parecer cierto. Es el título más completo sobre la popular obra de Masashi Kishimoto. ¿Pero es eso suficiente para considerarlo un buen videojuego? Vamos a descubrirlo.
Los fanáticos de Naruto saben que Ultimate Ninja Storm 4 no es un juego nuevo. Se puso originalmente a la venta para PlayStation 4, Xbox One y PC en febrero de 2016. Su expansión Road to Boruto llegó un año después. De hecho, nosotros ya hicimos una reseña de ese título. ¿Por qué estamos hablando de nuevo de esto? Porque este juego fue lanzado recientemente para Nintendo Switch en una edición que incluye todo el contenido descargable de las versiones anteriores.
Ese es un buen lugar para comenzar a hablar de este título: la cantidad de contenido que tiene. Los juegos de peleas basados en anime suelen jactarse de la cantidad de personajes controlables que tienen y este no es la excepción. Tras terminar varios modos de juego y desbloquear los personajes secretos, tendremos más de 120 personajes a nuestra disposición. Es verdad que muchos de estos son versiones del mismo. Naruto, por ejemplo, tiene al menos siete versiones, pero representan diferentes fases en la vida del personaje. Incluso sin contar a los ‘repetidos’, la cantidad de opciones sigue siendo impresionante.
Pero no esperen total libertad para elegir a alguien de este elenco. Solo podemos elegir personajes sin restricciones en el modo de combate libre —en los que podemos jugar localmente con alguien más o a través de internet— y en peleas opcionales del modo aventura. El modo historia, por ejemplo, nos obliga a usar un personaje específico para cada enfrentamiento.
Esto tiene todo el sentido del mundo. Después de todo, el modo historia revive los últimos episodios del anime de forma bastante fiel y nos permite ser partícipes de las más emocionantes peleas de esa serie. Aquí están los épicos combates contra Obito, Madara, Kagura y sus muchas, MUCHAS transformaciones.
Pero no todo es peleas. Este modo destaca por lo cinematográfico y visualmente espectacular que resulta. Muchos de esos momentos quedan reducidos a simples ‘quick time events’ en los que tenemos que presionar repetidamente un botón o seguir la secuencia que aparece en pantalla. Hay algo de variedad gracias a momentos que nos piden avanzar derrotando enemigos mientras estamos convertidos en la rana gigante Gamakichi y en curiosas secuencias de disparos inspiradas en los juegos ‘de naves’. Además de estos momentos, la historia se desarrolla mediante capturas estáticas tomadas del anime que resultan bastante decepcionantes.
De hecho, la narrativa de este modo de juego es un problema. A pesar de sus espectaculares momentos de acción, no hace un buen trabajo explicando los personajes ni sus relaciones y gasta demasiado tiempo desarrollando enrevesados conceptos de fantasía. Los fanáticos de la serie ya conocen todo esto y no tiene mucha gracias para ellos volverlos a presenciar en una versión reducida y aguada. Mientras tanto, quienes desconozcan el manga y el anime no entenderán absolutamente nada de lo que ocurre. Es de agradecer que todas estas secuencias se pueden omitir.
El modo aventura hace un mejor trabajo con la narrativa, pero no resulta tan épico. Este contiene tres historias —una protagonizada por Naruto, otra por Shikamaru y la última por Gaara— en las que podemos recorrer libremente los escenarios que conocimos en la serie y se agregan elementos de RPG.
Los diálogos y desarrollo dejan asomar las personalidades de los protagonistas y las relaciones entre ellos. Podemos visitar tiendas para adquirir objetos que usar en las batallas, hablar con otros personajes y realizar misiones opcionales. Tristemente, la mayoría de estas son demasiado simples y consisten en ir a un lugar por un objeto y devolvernos para entregarlo.
También tenemos ‘la historia de Boruto’. Esta es una combinación de elementos del modo aventura con el modo historia que narra los eventos de la película de 2015 protagonizada por el hijo de Naruto.
Pero el corazón de todo esto son los combates y aquí es donde encontramos tanto la principal fortaleza como la mayor debilidad de Naruto Shippuden: Ultimate Ninja Storm 4 – Road to Boruto. Estos se desarrollan en escenarios 3D y no se parecen en nada a los de juegos de pelea tradicionales. Podemos movernos con bastante libertad, saltar, arrojar ‘shuriken’ y usar nuestro ‘chakra’ para realizar técnicas secretas.
Al principio, la cantidad de opciones resulta abrumadora y es desesperante quedarnos atrapados en un combo del rival cuando ya no tenemos ‘jutsu de sustitución’. Una vez dominado el sistema de juego, estaremos participando de combates espectaculares y quedándonos boquiabiertos ante la fastuosidad de las más poderosas técnicas ninja y las transformaciones de los personajes.
El problema es que estas peleas pueden volverse repetitivas muy rápidamente. A pesar de la cantidad de personajes, todos se controlan igual. Los combos se realizan con un solo botón y solo tenemos acceso a una o dos técnicas secretas por combate. Aunque hay diferencias entre personajes —unos son más lentos que otros, algunos pueden transformarse, otros tienen más alcance en sus ataques—, estas no son suficientemente significativas y todos los combates terminan desarrollándose de forma muy similar.
Claro que hubiera sido imposible balancear la centena de personajes que tiene Naruto Shippuden: Ultimate Ninja Storm 4 – Road to Boruto si cada uno de ellos fuera significativamente diferente a los demás. Pero este no es un juego en el que eso importe mucho. Esta es una obra pensada principalmente para los fanáticos que quieren tomar control de los personajes que aman y verlos realizar técnicas con el poder suficiente para destruir un planeta.
En ese sentido, el juego es un éxito. La fidelidad con la que están representados cada uno de los personajes es increíble. También es genial poder escucharlos con las mismas voces en español latinoamericano que conocemos del anime. Sin embargo, es realmente poco lo que puede ofrecer a aquellos que no están especialmente interesados en el mundo de Naruto. La espectacularidad de las batallas y el fantástico diseño de personajes puede antojarlos de darle una mirada a la serie ‘anime’, pero es poco probable que este juego les interese por mucho tiempo.
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Reseña hecha con una copia digital de Naruto Shippuden: Ultimate Ninja Storm 4 – Road to Boruto para Nintendo Switch brindada por Bandai Namco Latinoamérica.
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