Saviorless – Reseña

Recuerdo que a comienzos de 2017 leí un reportaje en la extinta Vice Games sobre un juego independiente que estaba siendo desarrollado en Cuba. Se suponía que iba a estar listo el año siguiente, pero en realidad se demoró siete años más porque hacer juegos es increíblemente difícil y lo es aún más en esa isla del Caribe. Saviorless finalmente llegó a mis manos y —como verán en esta reseña— se trata de un título muy especial.

Este juego está siendo promocionado como “el primer juego indie hecho en Cuba”. Aunque seguramente allá hay desarrolladores y equipos independientes que hicieron juegos antes que este, Saviorless es el primero que sale oficialmente de ese país. Aunque eso es muy interesante y merece ser resaltado, esta obra brilla con luz propia sin importar cuál haya sido su origen.

Esta es la historia de un joven llamado Antar, que busca la forma de llegar a un lugar legendario conocido como Las Islas Sonrientes. Allí podrá convertirse en un ‘Salvador’. Pero algo ha cambiado, los narradores han perdido el control de esta historia y alguien llamado Nento busca un nuevo destino para las Islas y los Salvadores.

Bienvenidos a Las Islas Sonrientes

Saviorless es un juego de plataformas en 2D. No se trata de un ‘metroidvania’, pues su mapa no está interconectado. Recorremos varios niveles lineales superando obstáculos y acertijos al estilo de juegos como Limbo e Inside mientras nos enteramos poco a poco de una trama igualmente misteriosa. En ocasiones tenemos acceso a un personaje capaz de pelear y podemos enfrentar a los enemigos que antes teníamos que evitar, pero la mayor parte del tiempo tendremos que utilizar nuestra astucia y agilidad para salir con vida.

Aunque estos combates carecen de profundidad, agregan variedad al juego. No es que la necesite mucho porque los niveles están muy bien diseñados. Ofrecen una una buena cantidad de retos diferentes que se solucionan saltando, empujando objetos y moviendo palancas. Su dificultad va aumentando poco a poco y en los últimos niveles tuve que avanzar rápidamente entre plataformas con mucha precisión. 

Tras probarlo por unos minutos, Saviorless puede parecer un juego ‘lento’. Aunque las principales acciones son los saltos y evadir enemigos, debemos hacerlo con cautela y movimientos calculados. El salto es algo ‘pesado’ y debemos acostumbrarnos a él. Sin embargo, estos no son defectos. Este tipo de movimiento está muy bien calculado para este tipo de experiencia. Las secciones con Nento y el Salvador son más rápidas y llenas de acción, pero con la velocidad también llega algo de imprecisión y caos. 

Debo agregar que este es un juego corto que se puede terminar en unas cuatro horas, pero tiene un as bajo la manga. Cada nivel esconde cinco páginas y tenemos que reunirlas todas si queremos ver el verdadero final. Si no las tenemos al terminar una fase, cierto personaje nos ofrece la oportunidad de regresar al comienzo del nivel y jugarlo todo de nuevo para buscarlas. En nuestra primera partida, es probable que rechacemos esos ofrecimientos, pero tras los créditos vale la pena volver a comenzar con ese objetivo en mente y descubrir un final más satisfactorio para el cuento de Antar y Nento.

Arte latinoamericano

Visualmente, Saviorless es una verdadera joya. Los gráficos son dibujados a mano con una animación detallada y muy deliberada. En ocasiones parece una caricatura, pero no una con estilo japonés o americano al que estamos acostumbrados, sino con un tono más europeo.

Aunque el diseño del protagonista Antar es algo simple (es importante que lo sea), el juego se destaca por los fantásticos diseños de enemigos y criaturas. Nento es un personaje especialmente bizarro y atractivo, pero las diferentes variantes de Salvadores no se quedan atrás. También hay algo de ‘gore’ animado que nos convence de lo brutal que es este mundo a pesar de su naturaleza supuestamente divina.

No es complicado descubrir que parte de la inspiración visual de Saviorless viene de la iconografía católica. No es algo tan directo como lo que hace Blasphemous, pero definitivamente hay un comentario sobre la religión aquí. De hecho, es un juego muy rico a nivel temático que deja mucho espacio abierto a la interpretación.

La historia de Antar llega de boca de un grupo de Narradores aparentemente divinos. Ellos tienen la responsabilidad de narrar las cosas siempre del mismo modo para que la historia no cambie. Pero inevitablemente las cosas se salen de control y el villanesco Nento aprovecha para labrarse un destino diferente. 

Las legendarias Islas Sonrientes y la promesa de los Salvadores tienen connotaciones tanto religiosas como históricas y políticas. Es posible leer en una trama contra aquellos que pretenden controlar el destino de los demás, los engaños de los líderes mesiánicos y crisis de fe. Estas son ideas que encajan con ciertas visiones de Cuba, país en que fue hecho, pero este juego va más allá. También hay una clara narrativa sobre la naturaleza de las historias y si estas deben cambiar o no con el tiempo. Saviorless invita a ser analizado a fondo. Quiere que saquemos nuestras propias teorías sobre sus eventos.

Nace un Salvador

Saviorless es un juego fantástico y un gran exponente del talento que existe en la industria latinoamericana. Su arte es una maravilla y su narrativa es intrigante. Aunque algunos tal vez no aprecien el ritmo pausado de su jugabilidad, me pareció totalmente apropiada para el tipo de juego que es y a lo que pide a sus jugadores. Es la clase de juego que quiero que más gente conozca para tener con quienes sentarme a debatir sus temas y significado.

Espero que esta obra sea un éxito y que sus creadores puedan continuar haciendo videojuegos. Es claro que hay mucho potencial en la escena desarrolladora cubana y queremos ver qué más pueden hacer.

Reseña hecha con una copia digital de Saviorless para Steam brindada por Dear Villagers. El juego también está disponible para PS4, PS5 y Nintendo Switch.