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Assassin’s Creed Origins – La reseña

El juego emblema de Ubisoft llega al antiguo Egipto y nunca se sintió tan bien.

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La saga más popular de Ubisoft en los últimos años ha vuelto luego de un merecido descanso en 2016 que se tomaron los desarrolladores para traer ideas nuevas y frescas, ya que en opinión de muchos jugadores y críticos la saga está “desgastada” tanto en ideas como en contenido. Esta pausa activa que ha tenido definitivamente le ha servido para cambiar un poco la propuesta, aunque deja ciertas dudas sobre el futuro de la serie de juegos.

Esta nueva entrega, que invita a los jugadores a conocer los orígenes de la hermandad de asesinos, es más que una vuelta histórica, un punto de quiebre para la serie Assassin’s Creed, pues abandona varias de sus mecánicas tradicionales apropiándose de algunas más modernas y adaptándolas. En este título se puede ver un sistema de batalla al estilo Dark Souls, así como narración y exploración al estilo de The Witcher 3. De igual forma, como es de esperarse, el juego bebe de otros títulos de la casa como el lanzado este año Ghost Recon: Wildlands o Watch Dogs 2.

La decisión de llevar la franquicia al antiguo Egipto tuvo a los jugadores a la expectativa sobre si se conocerían los misterios de los faraones, pero resultó que el juego va al Egipto invadido por Roma, en un tiempo similar al de Cristo. Esta época es bastante estudiada en la historia pero para una persona no familiarizada le parecerá algo extraño encontrar tanto romano y estructura romana en el país de las pirámides. Esta elección, sin embargo, resulta la mejor pues es una época de grandes cambios sociales y conspiraciones, además marcaría el inicio del fin de la milenaria cultura.

El argumento se centra en cómo Bayek y su esposa Aya realizan toda una cruzada por Egipto en pro de vengar la muerte de su hijo a manos de una oscura secta. En esta venganza visitarán lugares históricos como el faro de Alejandría, la antigua Menfis o la tumba de Alejandro Magno. La historia además servirá como excusa para conocer personajes históricos tales como Cleopatra, Julio Cesar, Pompeyo, entre otros, que con la excelente narrativa y coherencia histórica ponen al jugador a pensar qué es real y qué es ficción.

Bayek es un Medjay, algo así como un policia al servicio del faraón de Egipto, la gente de su grupo se ha caracterizado principalmente por su inmenso sentido de justicia que los ha hecho personas respetables durante generaciones. En Egipto soplan vientos de cambio y el protagonista a lo largo de la aventura estará en una constate encrucijada del alma entre sus intereses personales y los intereses que ha jurado seguir. No solamente en su forma de actuar contra sus enemigos, también en cosas tan triviales como engañar personas o saquear tumbas o hasta eliminar animales sagrados.

Mas que una continuación para atar clavos con los otros juegos, Assassin’s Creed Origins se siente como un reboot de la serie; la principal conexión con las entregas anteriores es a través del Animus y los mensajes por computador de las protagonistas de este segmento de la historia. Aquí el mayor provecho para los fanáticos está en los mensajes de su computador, pues se descubren detalles como que por ejemplo la película lanzada este año es completamente canónica y sus hechos tienen algo de relevancia en este juego. Respecto al argumento principal, durante gran parte de la trama, simplemente el jugador será Bayek, un Medjay.

De forma similar a Assassin’s Creed IV: Black Flag y como lo mencionamos en nuestra crítica de hace algunos años donde sobraba de alguna forma el «ser asesino», este juego perfectamente podría haberse llamado “Aventura en Egipto” o lo que fuera y habría funcionado perfecto. En esta entrega es donde la historia del presente o el sistema Animus ha interferido lo menos posible con la aventura principal ya que gran parte de las escenas “en el presente” se pueden evitar simplemente volviendo al Animus.

La narrativa desde el punto de vista de la interfaz muestra a Bayek desde una tercera persona, las misiones usualmente se cuentan como “Bayek tiene que ir a tal lado”, “En su aventura por tal lugar”. En cuanto a misiones secundarias el juego ha cambiado por completo su esquema, ahora está lleno de misiones secundarias y opcionales que tienen realmente un valor y que no necesariamente están marcadas como una, muchas de estas se convierten en grandes subtramas que llevarán al jugador a encontrar objetos valiosos o lugares escondidos, también ayudarán en algunos casos a que la misión principal a realizarse sea más sencilla, todo esto muy similar a The Witcher 3.

En cuanto a la historia o misión principal es bastante aburrida en un comienzo y tendrán que pasar muchas horas de juego para que se vuelva interesante lo que haga el protagonista. Aya, su mujer, es de lejos más interesante y se agradece que se puedan jugar algunas secuencias con ella. Bayek en cambio es un personaje del cual cuesta encariñarse y aunque está lleno de matices, es difícil sentir simpatía por él y su causa. Su seriedad y a veces inocencia recuerdan mucho a Connor Kenway, el protagonista mas flojo de todo el universo de Assassin’s Creed.

El sistema de combate está completamente revitalizado, atrás quedaron los dos o tres típicos golpes y el enfoque en combate cuerpo a cuerpo o de sigilo y asesinato. Ahora un elemento fundamental es el arco y la flecha que no siempre son letales, pero han dado otro tipo de posibilidades al tipo de jugador que quiere matar enemigos a distancia. El combate cuerpo a cuerpo depende del tipo de arma que se use y ahora requiere más habilidad. Los enemigos golpean muy duro y no basta con solamente correrse pues para sobrevivir a un combate Bayek tendrá que rodar, usar su escudo y rodar una vez más, además de tener un timing muy preciso a la hora de atacar enemigos. Aunque el sigilo existe y la hoja oculta es un arma disponible, realmente resulta una alternativa secundaria pues no funcionará con rivales fuertes.

La interfaz general del juego y visibilidad ha roto los paradigmas de la serie, los menús son más claros y la selección de objetos importantes o mejora de habilidades se debe hacer manteniendo presionado un botón, muy al estilo Destiny 2. Este cambio realmente ha funcionado bien para darle relevancia a los objetos importantes. También se ha eliminado el minimapa lateral y el «sentido de águila” ha sido reemplazado por un… Águila, que funciona principalmente para marcar objetivos a larga distancia o encontrar ubicaciones de tesoros. Este cambio funciona muy bien pues el seguimiento de objetivos en el mapa es bastante claro con la brújula superior o solamente mostrando el mapa que carga muy rápido.

Las misiones secundarias son probablemente más enganchadoras que la misión principal: explorar tumbas egipcias, resolver acertijos, derrotar malvados tiranos o hasta correr en un hipódromo y luchar en arenas de gladiadores muchas veces resulta más variado e interesante que la venganza de Bayek. En este juego vuelven las batallas navales, aunque no tendrán mucha relevancia en la historia general ni serán parte fundamental de esta. El mundo está listo para que Bayek lo explore y podrá escalar o treparse en casi cualquier lugar que le plazca.

Como mundo abierto, se nota el cuidado, empeño y perfeccionismo de los desarrolladores por crear algo realista. El Egipto de Origins puede ser el mundo más ambicioso creado por Ubisoft. La variedad de ubicaciones, la reproducción de las antiguas ciudades de Egipto y la forma en que cada ciudadano parece tener su propia agenda y costumbres (no es lo mismo un griego a un egipcio o un romano) le da mucha variedad. Además hay fauna de todo tipo que tiene su propia vida y pueden atacar al jugador o a otro personaje del juego.

La reproducción de dialectos egipcios, tanto escritos en muchos jeroglíficos como a veces hablados, son puntos a favor de la ambientación donde vale la pena dejar claro que no se puede interactuar con todos los objetos ni todo es rompible. Ya viendo en detalle, sobre todo en los pueblos, se ven muchos diseños de habitantes o casas idénticos. Sobre el audio, la banda sonora necesitaría algo más de variedad y se extraña un doblaje latinoamericano, pues el juego está solamente en español ibérico que en esta ocasión no ha transmitido la energía y hasta acento egipcio que se escucha en la versión original en inglés.

Sobre las cajas de botín o microtransacciones, Assassin’s Creed Origins pasa raspando, pues la pestaña de créditos Helix está algo escondida y en ningún momento motiva al jugador a invertir en estas cajas, que también se pueden comprar con una cantidad razonable de dinero in-game. De igual forma, el tener eventos diarios o participar en los eventos semanales muchas veces dan mejores recompensas que las mismas cajas.

Assassin's Creed Origins
8.8/10 Nota
En resumen
Viajar a los "origenes" de Assassin’s Creed terminó siendo un viaje al futuro para conocer la nueva identidad que necesitaba esta serie de juegos. Origins no tiene grandes innovaciones pero hace una ejecución muy buena de ideas vistas en otros juegos. Es recomendable para todos los jugadores amantes de los mundos abiertos o de aventura aunque los puristas de la saga quizá no lo valoren tan bien. Es cierto que la historia principal no resulta tan atractiva, pero el solo tener un simulador digital del antiguo Egipto dispuesto a que lo exploremos, se hace una idea muy tentadora para conseguirlo.

Reseña hecha con una copia digital de Assassin’s Creed Origins para PS4 brindada por Ubisoft Latinoamérica.

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