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Godzilla y Kong: El nuevo imperio – Reseña

Esta vez la lagartija radioactiva y el gorila gigante están del mismo lado.

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Al momento de escribir esto, han pasado más de tres meses desde el estreno internacional de Godzilla Minus One y aquí en Colombia seguimos sin tener noticias sobre cuándo va a llegar a los cines. Tenemos la posibilidad de ver al Rey de los Monstruos en una película diferente, Godzilla y Kong: el nuevo imperio, pero con todo respeto de los artistas que hicieron este filme, simplemente no puede competir en calidad con la obra japonesa y se siente como un triste premio de consolación.

Que diga esto no tiene nada que ver con que la película del director Adam Wingard tenga “un sabor diferente de Godzilla”. Me parece perfecto que este personaje pueda estar tanto en tensionantes dramas de ciencia ficción como en películas entretenidas sobre monstruos gigantes peleando. El problema es que esta nueva entrega del Monsterverso resulta algo decepcionante, sobre todo después de la divertida Godzilla vs. Kong.

La trama se desarrolla varios años después del caos creado por Mechagodzilla. Mientras Godzilla permanece en la superficie y se dedica a cazar titanes (monstruos gigantes), Kong se ha retraído a la tierra hueca, dónde pasa sus días en soledad. Pero descubre que no es el último simio gigante que queda. Hay una civilización de seres de su especie que habitan en lo profundo de la Tierra, pero son liderados por el cruel tirano Skar King gracias al control que tiene sobre un poderoso titán llamado Shimo.

Kong ya se había robado el protagonismo de la película en que enfrentó a Godzilla, pero en este nuevo filme es el protagonista indiscutible. Casi siento pesar de los fanáticos de la lagartija nuclear, pues no tiene mucho tiempo en pantalla y carece de personalidad. Su único propósito es ser el asistente del gorila gigante en la batalla contra el “jefe final”.

Si había una película de ‘kaiju’ con el potencial para ser protagonizada solo por los monstruos gigantes, era esta. El viaje de Kong y su relación con otros personajes es fácil de comprender gracias a su simpleza narrativa y al excelente trabajo de actuación de los actores de captura de movimiento. Pero los humanos siguen presentes. Rebecca Hall y Kaylee Hottle regresan en los mismos papeles de la película anterior, esta vez en una drama de madre e hija bastante estereotipado. Bryan Tyree Henry es de nuevo el ‘alivio cómico’, pero sus chistes son aún peores. El recién llegado es Dan Stevens, que tampoco tiene mucho que aportar.

Los efectos CGI tienen una gran calidad, pero ya no sorprenden. Los paisajes invertidos de la tierra hueca lucen bastante tradicionales y el efecto de desenfoque que tienen resulta molesto. Afortunadamente las criaturas gigantes siguen luciendo excelentes. Los nuevos monstruos, Skar King y Shimo, tienen muy buenos diseños.

Inicialmente me sentí decepcionado de que el villano principal fuera otro simio gigante. Pero Skar King y su forma de luchar usando un esqueleto de serpiente marina como látigo lo diferencia suficiente de Kong y tiene una personalidad maligna que resalta bastante. La trama es tan absurda como las anteriores y encajaría a la perfección en la era Showa de películas de Godzilla.

Los combates de Godzilla y Kong: El nuevo imperio son bastante divertidos. Amé ver a Godzilla haciendo de nuevo movimientos de lucha libre y a Kong usando un brazo mecánico. El problema es que resultan demasiado cortos, sobre todo en comparación con las aburridas escenas de exposición con los humanos. Aunque es una película de menos de dos horas, le sobran al menos 20 minutos.

A pesar de que Wingard continúa al mando, su dirección hace que esta película se sienta «menor» que las anteriores. Hay muchos momentos en que los titanes no se sienten tan grandes como deberían y terminan volviéndose mundanos. Tampoco tiene buen manejo del ritmo y el paso del tiempo resulta extraño.

Como ya es habitual, las escenas de destrucción de ciudades en las que definitivamente mueren decenas de miles de personas son hechas a un lado y nadie parece parpadear ante ellas. El mundo que nos muestra este filme no es un mundo en el que la humanidad debe convivir con los titanes. Resulta ridículo ver gente caminando como si nada por las calles de lugares a los que ya sabíamos que iban los monstruos. Deberían aprender una lección de la excelente Titanes del Pacífico al respecto.

Esta reseña de Godzilla y Kong: El nuevo imperio se siente bastante corta, pero la verdad es que no hay mucho que decir al respecto. Es una película bastante sencilla que entretiene, pero carece de profundidad. No ofrece grandes revelaciones, no hay sorpresas aparte de la obvia aparición de cierto ‘kaiju’, no tiene temas interesantes que analizar e, irónicamente, no tiene grandes actuaciones. Es una película del montón que sirve para pasar una tarde entretenida, pero es triste que teniendo personajes tan grandes resulte tan poco memorable.

Eso sí, los miembros del #TeamKong la disfrutarán mucho más que los del #TeamGodzilla.

Godzilla y Kong: El nuevo imperio
2.9/5 Nota
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