La noche del demonio (Insidious): La puerta roja – Reseña

¿Quieren sentirse viejos? El actor que interpretó al niño asediado por demonios y fantasmas en la película de James Wan es el mismo veinteañero que lo interpreta ahora en la quinta entrega de la saga. Han pasado más de 12 años desde que vimos esa película y el panorama del cine de terror ha cambiado mucho. En esta reseña vamos a descubrir si La noche del demonio: La puerta roja o Insidious 5 resulta tan aterradora como lo fue la primera en su día o si no es más que un intento de aprovechar un nombre conocido para crear sustos baratos.

Esta película es especial no solo porque regresa a la trama original de las dos primeras películas de la saga, sino porque es el debut como director del actor Patrick Wilson, que también la protagoniza. Veremos si su talento al frente de las cámaras también se nota detrás de ellas.

Los horrores que vivió la familia Lambert parecen ser cosa del pasado. Dalton y su padre se sometieron a una sesión de hipnosis para olvidar los terribles eventos del “más allá”. Pero eso no salvó a la familia. Diez años después y tras un doloroso divorcio, Josh Lambert siente un hueco en su vida y sufre graves problemas de memoria. Todo empeora cuando Dalton ingresa a la universidad y una pintura de una puerta roja trae de regreso los horrores del pasado.

Si les interesa ver La noche del demonio (Insidious): La puerta roja para pasar un poco de miedo, van a quedar satisfechos. Esta es una película que brilla en los momentos en que está creando tensión para desatar unos buenos sustos repentinos. La experiencia de Patrick Wilson actuando en películas de terror como estas y las de El Conjuro sale a relucir en estos momentos. Hay un momento en que Josh es atacado durante una tomografía que nos tuvo al borde del asiento y con los pelos de punta.

El hombre del rostro de fuego, el aterrador demonio que se apoderó de nuestras pesadillas en la primera película, está de regreso para atormentar a Josh y Dalton. Sus breves apariciones funcionan bien, pero ya no resulta tan memorable como hace una década. También tenemos un cameo de Lin Shaye. Ella no podía faltar porque se convirtió en “la cara” de la franquicia a pesar de que su personaje murió en la primera película.

El tiempo que ha pasado desde el estreno de Insidious: Capítulo 2 puede ser un problema para las audiencias de La noche del demonio: La puerta roja. Esta película nos pide familiaridad con la familia Lambert y los terribles eventos que sufrieron. Si no tienen buena memoria o no han visto recientemente la segunda entrega de la saga, es posible que hayan olvidado detalles importantes. Si planean ver la nueva película y tienen algo de tiempo, les interesará saber que las primeras películas de esta serie están en HBO Max.

Con esta película, Patrick Wilson demuestra que sí tiene potencial como director. Como ya dijimos, su manejo de la tensión es muy bueno y hay algunos momentos de gran poder visual con bellos contrastes de color. Los problemas de la película no están en su dirección, sino en su guión. El filme está lleno de diálogos insulsos y momentos incómodos. La parte final de la historia no es más que la repetición de eventos que ya habíamos visto en las anteriores películas de Insidious.

El drama familiar, específicamente la dañada relación entre Josh y su hijo Dalton, es el corazón de La noche del demonio (Insidious): La puerta roja. Es una lástima que caiga en clichés melodramáticos. Los temas sobre traumas generacionales y enfermedades mentales no tienen tiempo para desarrollarse correctamente. Aunque las actuaciones de Patrick Wilson y Ty Simpkins son buenas, no es fácil conectar con sus personajes.

Las tres primeras películas de la saga Insidious o La noche del demonio son emocionantes miradas a la idea del viaje astral como un espacio para el terror. Tienen grandes momentos y villanos llamativos. Pero La última llave y La puerta roja se quedaron estancadas, repitiendo las mismas ideas. El “más allá” no ha evolucionado y el regreso de El hombre del rostro de fuego representa ese apego al pasado que tanto daño le puede hacer a una franquicia.

La noche del demonio (Insidious): La puerta roja es una buena película de terror que nos da algunos buenos sustos, pero no trasciende más allá de eso. No es nada memorable. Al menos nos hizo pasar un buen rato en el cine y le sirvió a Patrick Wilson para demostrarnos que sí puede dirigir. A lo mejor se arriesga a ponerse detrás de cámaras para El Conjuro 4.