Abyss Odyssey – La reseña

Todos hemos disfrutado juegos de acción en sidescrolling, machacamos a nuestros oponentes en algún juego de peleas, subimos de nivel y recolectamos las mejores armas en tantos RPG y algunos de nosotros perdimos la cabeza con roguelikes de escenarios autogenerados y cambiantes. Abyss Odyssey toma elementos de todos estos géneros para construir un juego entretenido y con buenas ideas que no salen tan bien libradas cuando pasan de la teoría a la práctica.

Ace Team, desarrolladora independiente con base en Chile, nos presenta este juego que sucede durante la época de la colonia en este país del sur. Un brujo ha caído en un profundo sueño y su enorme poder se ha salido de control, creando un enorme abismo del que salen todo tipo de criaturas demoníacas. Pero no todo es horror, pues una parte del sueño del hechicero toma la forma de Katrien, una guerrera que deberá ir a las profundidades para luchar y detener tanta locura. Además de esta fuerte mujer, otros dos protagonistas pueden ser desbloqueados al avanzar en el juego: Ghost Monk, un monje de apariencia siniestra, y Pincoya, una muy poderosa deidad marina.

Todo esto es presentado con un arte impecable, que se vale de las obras de Alfons Mucha para dar el ambiente correcto a la situación histórica del juego. Los modelos tridimensionales están construidos para parecer ilustraciones, al igual que los fondos que, aunque se mueven en dos dimensiones, están llenos de detalles que simulan profundidad y le dan personalidad al abismo. A pesar de este cuidado visual que tienen los personajes y los escenarios, algunas cosas se sienten fuera de lugar, como algunas tipografías usadas en el menú, sobre todo en las páginas del diario del brujo que se encuentran esparcidas por el juego, pues parecen salidas de un libro moderno y no de algo impreso durante la colonia.

La dificultad del abismo se da, en primer lugar, porque cambia cada vez que es recorrido, así que los vendedores, altares con armas y checkpoints estarán siempre en un lugar distinto, o incluso puede que no aparezcan. Sumado a esto, los enemigos bloquean el escenario hasta que los guerreros logren derrotarlos, algo que hacen los beat’em up como Double Dragon y Zeno Clash (también desarrollado por Ace Team). La posibilidad de que seamos derrotados también está muy presente, y una vez esto pasa tomaremos el lugar de un soldado debilucho, que a veces puede lograr más que la misma Katrien. Debemos entonces usar a este hombre para recuperar al guerrero principal, misión que puede resultar imposible si en toda el área no hay un altar que pueda revivirlo, o si el soldado perece. En este caso, volveremos a la entrada del abismo habiendo perdido todas las armas e ítems.

Los enemigos tienen un giro interesante, pues además de estar basados en el folclor chileno, podemos comprarlos o atraparlos cuando tenemos suficiente poder mágico, o mana, y usarlos para luchar en nuestro lugar, pero solo uno a la vez. Podría entenderse este sistema como tener dos “tanques” con puntos de vida, pues una vez nuestro reemplazo es derrotado, el protagonista que estemos usando regresa a la acción con sus stats intactos. Cada enemigo tiene movimientos distintos y depende de la comodidad del jugador a cuál de los personajes usar, tal como en un juego de peleas. En el catálogo encontramos espadachines enmascarados, esqueletos guerreros, espíritus de lava, toros que disparan lásers de los ojos, sirenas, gigantes de roca y madera, y hasta un demonio campesino, entre muchos otros. Sin embargo, y sobre todo con Katrien, algunos ataques se sienten lentos y poco equilibrados, dando desventaja a la hora de luchar.

A medida que el protagonista sube de nivel, la destreza de los enemigos aumentará considerablemente, teniendo en cuenta también la dificultad predeterminada de cada área (fácil, moderada y difícil), codificada con un color distinto en el mapa del abismo. Esto es útil para planear el camino si nos sentimos valientes y con ganas de retos o si, por el contrario, tenemos pocos puntos de vida y armas débiles. Aunque aclaro, el mapa no es del todo confiable, pues tiene símbolos e íconos que se quedan sin explicación dentro del juego y que no podremos descifrar fácilmente pues no existe manual de Abyss Odyssey.

El sistema de pelea es muy fácil de usar, solo hay que combinar una dirección con un comando y tendremos un ataque distinto, similar a lo que logra Super Smash Bros., aunque mucho menos fluido, incluso algo torpe. En la versión de PlayStation 3, que da origen a esta reseña, podemos hacer uso del stick izquierdo más los botones triángulo, círculo, cruz y cuadro para que el personaje haga sus movimientos, o simplemente mover el stick derecho en alguna dirección logrando las mismas acciones.

Existen distintos tipos de armas, como espadas y lanzas, que además de subir el nivel de daño pueden generar efectos secundarios en los enemigos, como congelarlos, maldecirlos, envenenarlos e incluso enamorarlos. Claro está, nuestros adversarios también tienen acceso a este arsenal y pueden perjudicarnos de la misma forma, es por esto que contamos con ítems especiales, como anillos y pociones, que van a protegernos y curarnos de las condiciones que el guerrero pueda padecer.

El modo cooperativo es una de las grandes fallas de este juego al no haber forma de evitar el daño colateral a nuestros aliados. Esto sucede también en el modo para un jugador, pues los soldados que aparecen de vez en vez para ayudar, resultan heridos o quedan fuera de combate por nuestros propios ataques y no los de los enemigos. Al momento de escribir esta reseña existe un parche para arreglar este problema, pero solo en la versión de PC. No hay noticias de una solución para el juego en consolas.

*Ilustración de la portada por Felipe Castillo