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Back 4 Blood – Reseña
¿Quieren acabar con hordas de zombis en compañía de amigos? Back 4 Blood, el último juego de Turtle Rock Studios, es lo que están buscando.
Todos conocen el meme basado en la escena en la que Bender, el robot de Futurama, dice “Construiré mi propio parque temático con juegos de azar y mujerzuelas”, perteneciente al episodio 2 de la temporada 1. Bueno, dicha plantilla puede aplicarse al desarrollo de Back 4 Blood. No estamos bromeando.
Para aquellos que no sepan, Turtle Rock Studios —conocido como Valve South entre 2008 y 2009— fue responsable de desarrollar Left 4 Dead y su secuela. A pesar del éxito crítico y comercial de ambas entregas, Valve hizo con Left 4 Dead lo mismo que ha hecho con la mayoría de sus franquicias en la última década: absolutamente nada. Incapaz de utilizar la propiedad intelectual, Turtle Rock Studios —que se independizó en 2010— no tuvo más opción que crear una propia. A pesar de ello, la inspiración en Left 4 Dead se hizo explícita desde el anuncio del nombre.
Ahora, ¿Turtle Rock Studios ha logrado recapturar la magia de sus queridos FPS cooperativos? Aunque en esta reseña entraremos en detalle sobre el por qué, podemos decir sin lugar a dudas que Back 4 Blood ha cumplido su cometido.
Fundamentalmente, Back 4 Blood se juega de la misma forma que Left 4 Dead. Un equipo de 4 Limpiadores —3 de los cuales pueden ser controlados por otros jugadores o la IA— deben llegar con vida hasta el refugio mientras lidian con hordas de zombis. Además de tener acceso a una plétora de armas de corto y largo alcance, los Limpiadores pueden equiparse con accesorios ofensivos, rápidos y de apoyo. Al igual que L4D, el Director de Juego determina dónde aparecen los objetos y los infectados. Esto contribuye a que cada partida se sienta única y, dada aleatoriedad de sus herramientas, que los jugadores trabajen en equipo al tener la balanza en su contra.
Sin embargo, tal como Turtle Rock Studios ha reiterado desde su anuncio, Back 4 Blood no es una mera copia de lo que llegó antes. Sí, el ADN de Left 4 Dead está ahí. No obstante, el último juego del estudio amplifica las fortalezas de L4D a través de varias novedades. Por supuesto, la que más destaca es el sistema de cartas.
Ya sea para jugar solo o en compañía, los jugadores pueden armar un mazo con 15 cartas mientras se encuentran en Fort Hope. Esta locación sirve como menú principal o ‘hubworld’ para acceder a las diferentes opciones de personalización y los dos modos de juego: Campaña y Enjambre. Más tarde hablaremos sobre este último.

Todas las cartas tienen un efecto, que puede ser individual o grupal. Clasificadas en 4 afinidades —reflejos, disciplina, fuerza y fortuna— y 4 tipos —ataque, defensa, utilidad y movilidad—, los jugadores pueden organizar su mazo a su gusto o utilizar uno predeterminado. El orden de las cartas importa, ya que este determina las mejoras que el jugador y/o el equipo recibirán al principio de cada nivel. Aunque una opción para aleatorizar las cartas que salen al principio de cada nivel sería una adición interesante, esta decisión de diseño da lugar a una de las principales diferencia entre Back 4 Blood y sus predecesores espirituales: la capacidad de hacer ‘builds’. A esto contribuye que cada personaje tenga habilidades únicas que lo hagan propenso a adoptar ciertos roles. Por ejemplo, Evangelo puede liberarse rápidamente de cualquier tipo de agarre cada 60 segundos y aumenta en 5% la velocidad del grupo.
Sin embargo, los jugadores no son los únicos que pueden emplear cartas. Además de determinar qué objetos aparecen en cada nivel y su ubicación, el Director de Juego puede utilizar cartas de corrupción. Estas son completamente aleatorias y aplican desde desafíos para que los jugadores obtengan más monedas hasta mejoras para los infectados. Por fortuna, ya que la selección del Director se hace al principio de cada partida, los jugadores tienen la opción de escoger cartas que las «contrarresten».
Hablando de monedas, estas funcionan de forma a similar al dinero en Left 4 Dead y su secuela. Como en estos títulos, los jugadores pueden utilizar sus monedas para comprar armas, accesorios y mejoras de equipo en los refugios al principio de cada nivel. No obstante, también pueden utilizarlas para comprar cartas ocultas en los niveles y aditamentos para armas. Además de mejorar sus propiedades, estas piezas ayudan a que estas últimas «suban de nivel». Esta adición ha justificado que tanto las armas como sus aditamentos estén divididos en 4 rarezas: común, infrecuente, raro y legendario. Todo esto contribuye a la mencionada construcción de ‘builds’.

Para concluir esta reseña, hablaremos de los aspectos que dictarán la longevidad de Back 4 Blood. Nos referimos a las líneas de suministro y el modo Enjambre.
Hace poco mencionamos que los jugadores pueden adquirir cartas explorando niveles e invirtiendo monedas. Por fortuna, este no es el único método. Para eso están las líneas de suministro, vías de recompensas que funcionan como un pase de temporada. Por fortuna, son completamente gratis. A medida que acumulen puntos de suministro al jugar cualquier modo, los cuales serán mayores dependiendo de la dificultad escogida, los jugadores pueden utilizarlos para desbloquear cartas y toda clase de elementos cosméticos para los 8 Limpiadores. Estos trajes, apariencias para armas y demás pueden utilizarse tanto en la campaña como en Enjambre.
¿De qué trata Enjambre? Este modo competitivo permite que un par de equipos de 4 se enfrenten en una serie de rondas «al mejor de 3». A lo largo de estas rondas, ambos equipos se alternan entre jugar como los Limpiadores y los infectados. En cada ronda, el puntaje es dictado por el tiempo de supervivencia de los Limpiadores. Al final, gana el equipo que logre sobrevivir más tiempo jugando como los Limpiadores en 2 rondas.

Por un lado, las líneas de suministro son una excelente forma de incentivar la rejugabilidad. No nos referimos exclusivamente a los contenidos que pueden desbloquearse en el juego base, sino en todo lo que Turtle Rock Studios podría implementar tras el lanzamiento. Líneas de tiempo limitado o que estén asociadas a un evento serían una buena forma de mantener a la comunidad jugando. Por otro lado, el modo Enjambre podría ampliarse con nuevas mutaciones o un modo clasificatorio. Sin embargo, tal como nos comentó la productora ejecutiva Lianne Papp, eso último depende completamente de lo que diga y haga la comunidad.
Al final del día, no hay mucho de lo que quejarse. Técnicamente, Back 4 Blood es impecable en su ejecución del ‘netcode’, emparejamiento y ‘crossplay’. Una de las pocas falencias serían la ausencia de un modo cooperativo local (pantalla dividida) y que la historia y sus personajes no son muy interesantes. Aunque estas cosas no son graves, hay varios fanáticos que han dado a conocer su descontento al respecto.
- Los sistemas de cartas y suministros incentivan la rejugabilidad constante.
- El modo Enjambre es una gran adición en materia competitiva.
- La ausencia de pantalla dividida.
Reseña hecha con una copia digital de Back 4 Blood para PS5 brindada por Warner Bros. Games Latinoamérica.

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