Baldur’s Gate 3 – Reseña

Larian Studios es un desarrollador con muchos años de historia. A pesar de crear siempre juegos de altísima calidad, ha pasado desapercibido por gran parte de la comunidad de jugadores hasta ahora. Sus juegos son de nicho y el género de estos, el CRPG, también. Tampoco es que les haya importado pues ellos tienen muy clara su audiencia y al nicho que le apuntan. Baldur’s Gate 3, en principio, no sería la excepción, es un título que duró cerca de dos años en ‘early access’ y que a partir del feedback de sus fanáticos sacó una versión definitiva que ya está disponible en PC y PS5, pronto en Xbox Series X/S.

Con Baldur’s Gate 3, los chicos de Larian Studios se han hecho notorios en el público masivo. Este título trae toda su experiencia desarrollando CRPGs y agregando tintes cinematográficos, que han conseguido que el juego trascienda a una audiencia más amplia, deslumbrada por la propuesta narrativa y mecánicas presentadas. 

Y es que no es solamente el tiempo de ‘early access’. Si ponemos este juego al lado de Divinity: Original Sin y Divinity: Original Sin 2, los anteriores dos títulos de Larian Studios, nos encontraremos con una experiencia muy familiar que tanto gráfica como narrativamente evoluciona, pero además, a nivel de jugabilidad. Innovaciones sobre todo en la forma en que se gestiona el “azar” y su influencia en la experiencia del jugador. Un punto tan crítico y revolucionario, que se ha vuelto una de las claves para que Baldurs Gate 3 pueda bien ser considerado como uno de los grandes juegos de los últimos años.

Antes de seguir vale aclarar que los Computer Role Playing Games, son juegos tácticos, por turnos y de paso lento. Muy alejados de los Action RPG que dominan y abundan en el mercado. Estos juegos tienen un montón de estadísticas y datos que a priori, son difíciles de reproducir en plataformas externas a PC (aunque este no es el caso) y que muchas veces, sacan corriendo al jugador promedio por su velocidad de ejecución.

Una historia de calabozos y algunos dragones

Para los que no están familiarizados con los juegos de mesa, el universo y gran parte de las mecánicas de jugabilidad de Baldur’s Gate 3 salen directamente de Dungeons & Dragons. Esto no quiere decir que se necesite ser un experto del universo de D&D para disfrutarlo y aunque, en el papel es la tercera entrega de la serie Badur’s Gate, tampoco se necesita si quiera conocer su argumento por más de que haya uno que otro cameo de juegos anteriores.

Lo cierto es que para un jugador neófito que quiera adentrarse en este universo, una buena recomendación puede ser la película Calabozos y dragones: Honor entre ladrones (Dungeons & Dragons: Honor Among Thieves), lanzada a comienzos de 2023, donde aparte de conocer un poco el ‘lore’ de este universo, se explora y mencionan locaciones que se recorrerán en el juego.

También puede resultar un poco extraño encontrar cerebros parlanchines, poderes psiónicos, seudo naves espaciales y otro tipo de personajes que parecen más sacados de historias de ciencia ficción que de fantasía, pero tranquilos, todas estas apariciones hacen parte del universo de Calabozos y dragones.

La adición de un narrador que cuenta lo que está sucediendo en algunas de nuestras acciones, evoca al famoso Dungeon Master del juego de tablero y la constante aparición de un sistema de azar, mostrando los distintos tipos de dados, traslada al jugador a ser parte de la historia. 

Decisiones de decisiones

Larian Studios ha sorprendido a muchos recién llegados a su estilo de juego por llevar al extremo la toma de decisiones que en Baldur’s Gate se convierte en uno de los pilares de jugabilidad. En los RPG tradicionales, muchas veces se resume en ir del punto A al punto B, por responder de la forma amistosa o la forma beligerante, de elegir una raza o un origen. En este juego este es el punto de partida y las decisiones están en todos lados. 

El guardar constantemente y tener muchas partidas en simultáneo es casi que una mecánica. Baldur’s Gate 3 es un campo de pruebas de narrativa. En el juego se puede matar a casi todos los personajes, incluyendo los que tienen algún tipo de peso argumental. También eliminar aliados, enemigos neutrales, así como robar, espiar o tomar “malas” decisiones. Aliarse con los enemigos es posible, traicionar a los aliados también. Acabar un combate sin pelear o solo aturdiendo los enemigos es uno de los muchos desenlaces, incluso también se pueden evitar y enfurecer a algún colega. 

Y es que las decisiones van más allá de lo narrativo. A la hora de los combates, el entorno puede ser un aliado o una pesadilla pues prácticamente todo es destructible o susceptible a quemarse, congelarse o transferirse. Siendo justos, todas estas cualidades ya las tenían los Divinity. ¿Qué trae Baldur’s Gate 3 a la ecuación? Un sistema de combate y acciones más simplificado y confiando parte en el azar, hace que las buenas decisiones se conviertan en malas o viceversa.    

El azar lo es todo

Una de las barreras de acceso a los Divinity siempre fue la complejidad de sus sistemas. Tanto de combate como de acciones y desenlaces de decisiones. Influían muchas estadísticas y posibilidades basadas en la personalización, tipo de personaje, etc. Baldur’s Gate 3 simplifica todo el proceso y de paso hace un gran guiño al uso de dados.

Como en Calabozos y dragones, el dado de 20 lados lo es todo, pero también hay dados modificadores de distintos lados que se usan en situaciones particulares y que influyen directamente en todo lo que tenga que ver con mecánicas del juego, tanto de decisiones y exploración como de combate.

El jugador no siempre ve los dados, pero estos están girando en todo momento. La detección de una trampa depende de este azar, pero también el golpe del personaje en un combate o la posibilidad de que un intento de persuasión funcione. El sistema de dados funciona como limitación (si saca más de X valor podrá conseguirlo) o cantidad de ataque. Por lo que las estadísticas del personaje de alguna manera influyen.

Es un sistema despiadado y cruel que puede destruir cualquier estrategia y que de ninguna manera recompensa al jugador. Un lance con 1 es insalvable, ¡también hay tiradas críticas y fallidas! y de esta no escapas aún teniendo los mejores modificadores o estadísticas para “reducir” el impacto del azar.

Nivel AAA

El argumento es uno de sus puntos fuertes ya que no es una historia tradicional de fantasía y resulta muy interesante descubrir la verdad sobre la cantidad de conflictos que hay tanto en el mundo del juego, como entre los personajes y sus dilemas. Larian nos sorprende por lo bien escritos que están los personajes, la trama y subtramas posibles que atienden a cada decisión. Todo esto en distintas ubicaciones, mapas masivos y claro, calabozos.

Baldur’s Gate 3 tiene una gran cantidad de escenas cinematográficas que, sin duda, le quitan monotonía al juego, también tiene escenas de juego normales y todas apoyadas por grandes actuaciones de voz, tanto de los personajes jugables, cómo del mismo narrador y villanos. Eso sí, no hay un doblaje de voces al español, ni siquiera al de España, aunque sí sorprende que haya una traducción textual al español de Latinoamérica, que no es del todo perfecta y recoge todavía algunos modismos del castellano peninsular.

Aunque no es un mundo abierto de por sí, el juego se comporta como la unión de tres amplias regiones abiertas con ambientes muy variados, así como personajes, razas y todo tipo de elementos que diferencian cada zona. Las actuaciones de voz de los personajes “genéricos”, así como las animaciones y sonidos de ambientación, traen una experiencia completamente inmersiva.

El multijugador, que es más un nice-to-have que una necesidad, lleva la aventura individual al cooperativo donde los jugadores pueden actuar por su cuenta o en equipo con el mismo tipo de ‘party’. Aquí el avance no depende tanto del jugador host si no de la partida multijugador como tal que se cree.

La selección de personajes, orígenes, habilidades, clases y subclases, así como nuestra gestión del campamenteo de aliados y relaciones hacen que cada jugador tenga una aventura completamente distinta y que invita a vivir en un constante “Y qué tal si…”, donde la rejugabilidad puede darle al jugador más de 200 horas de diversión garantizada con todo tipo de misiones.

Logro técnico

Este juego lo disfrutamos en dos PC con procesadores AMD y Nvidia, pero también con tarjetas Radeon (RX 5700 XT) y RTX 4080Ti Mobile. Las diferencias entre ambos con suficiente diferencia técnica realmente no son tan notorias, por lo que este no es un juego que pueda ser tan intensivo en gráficos altos y donde incluso con gráficos bajos puede disfrutarse.  

Aunque encontramos un par de ‘bugs’ con personajes fuera de lugar o diálogos sin sentido, este título simplemente funciona bien, es poco probable encontrar errores y en el multijugador ‘online’ es bastante difícil encontrar algún error de sincronización o latencia. Las partidas fluyen sin dificultad. Eso sí, los tiempos de carga, incluso con rápidas unidades SSD, van a ser más largos de lo esperado. Esto es especialmente sensible ya que recargar partidas anteriores varias veces hasta conseguir el resultado deseado, es casi que una mecánica del juego.

Como notas finales, esta experiencia es apta para cualquier tipo de jugador pero definitivamente le costará a aquellos no acostumbrados a los juegos de rol o que usualmente solo toquen juegos deportivos o de acción. Es una aventura atrapante pero que se cocina en fuego lento donde la perseverancia obtiene su recompensa.

Reseña hecha con una copia digital de Baldur’s Gate 3 para PC brindada por Larian Studios.