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Jusant – Reseña

Agárrate con fuerza y comienza a subir.

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Recuerdo claramente una secuencia en Rise of the Tomb Raider en la que iba escalando rápidamente mientras todo alrededor de Lara explotaba. Al terminar, me sentía emocionado, pero la sensación pasó rápidamente cuando me di cuenta que hice poco más que presionar “arriba”. No hubo un verdadero reto. Eso también aplica a muchos juegos en los que tenemos que escalar, desde Uncharted hasta Genshin Impact y los más recientes Zelda. Incluso cuando hay sistemas de aguante, son pocos los juegos con mecánicas que hacen que escalar sea realmente interesante. El injustamente olvidado Grow Up y Shadow of the Colossus tienen ideas interesantes al respecto, pero no las desarrollan mucho. Es por eso que en esta reseña quiero hablar de Jusant, el juego que me hizo ver el potencial desperdiciado por tantos otros juegos a la hora de escalar.

Este título fue desarrollado por el estudio francés Dontnod. Ellos son principalmente conocidos por los primeros Life is Strange, pero el juego del que hablamos hoy no podía ser más diferente.

La aventura comienza explicando qué significa ‘jusant’: una palabra francesa que se refiere a una ola que recede. Luego nos muestra al personaje protagonista caminando por el desierto hasta encontrar una enorme estructura de roca que se eleva más allá de las nubes. Su nombre es “la torre” y el objetivo es escalar hasta llegar a lo más alto.

¡Ándale, arriba, arriba!

Escalar en Jusant no es tan simple como en los juegos que mencioné al comienzo de esta reseña. Los gatillos del control representan las manos del protagonista y debemos mantener presionado al menos uno de ellos para agarrarnos de una saliente. Usamos el análogo para buscar la siguiente saliente y presionamos el gatillo correspondiente al brazo libre para agarrarla. Así debemos ir encontrando una ruta a través de la montaña.

¡Pero no podemos olvidar la seguridad! Al comenzar cualquier sesión de escalada, el personaje protagonista asegura una cuerda en la pared y permanece amarrado a esta hasta que llegue a una nueva superficie o a un punto que nos permita reajustarla. También podemos usar hasta tres pilones para crear puntos de agarre en una ruta. Quedamos colgando de ellos si caemos y funcionan como una especie de ‘checkpoints’ manual. Estos además abren espacio a estrategias como columpiarnos e impulsarnos corriendo por la pared.

¡Esperen! ¡Hay más! Ya que este no es el mundo real, hay elementos fantásticos que afectan nuestra escalada. Podemos usar un “eco” especial para activar plantas que crean nuevas rutas, agarrarnos de insectos que recorren las laderas de la montaña y hasta usar bichos luminosos para desafiar brevemente la gravedad. El calor y el viento también puede afectar la ruta, haciendo que el personaje se canse con más facilidad o permitiendo saltos increíblemente largos entre puntos de agarre.

Como pueden ver, escalar en Jusant es una experiencia inmersiva y mucho más interesante que en otros juegos que usan esta mecánica. No hay enemigos ni ‘puzzles’ más allá de los problemas que encontramos creando una ruta, así que se puede enfocar en una sola cosa. Aún así, siento que se podía exprimir más. Algunas complicaciones extra harían que subir por la montaña fuera un reto más llamativo, pero eso iría en contra de la filosofía del juego. La música, ambientación y estilo visual —combinados con el hecho de que no se pueda morir, solo perder algo de progreso si fallamos una escalada— hacen que este juego sea mucho más ‘zen’ y relajado.

Si hay algo de reto está en encontrar los numerosos objetos coleccionables. Podemos hallar murales, altares, cúmulos de piedras y cartas que nos cuentan qué ocurrió en el pasado.

Un mundo abandonado

Queda claro que la narrativa es un elemento secundario en Jusant, pero no por eso el juego deja de tener una historia. Ya que no tiene diálogos, su trama se revela a través de un muy buen trabajo de narrativa ambiental. Esta es complementada con las tradicionales cartas y diarios que encontramos al explorar.

Estos textos no son el ejemplo más elegante para contar una historia, pero están muy bien escritos. Gracias a ello aprendemos mucho sobre las comunidades que habitaron la torre y lo que hizo que la abandonaran. También conocemos las historias personales de algunos de ellos, especialmente de una mujer llamada Bianca que recorrió el mismo camino que nosotros años atrás. Aunque nunca los vemos, definitivamente les conocemos bien.

Es gracias a esto que descubrimos que el mundo de Jusant no es solo una excusa para sus excelentes mecánicas de escalado, sino una reflexión sobre nuestro propio mundo. No hay que analizar mucho los detalles de los escenarios para darnos cuenta que es una metáfora sobre el calentamiento global y una sociedad que tiene dificultades para adaptarse a los grandes cambios climáticos que está sufriendo. ¿Qué pasa con una comunidad cuando el agua desaparece y sus medios de subsistencia dejan de ser viables? Nos preguntamos por qué se demoraron tanto en tratar de tomar acciones al respecto y es imposible no darnos cuenta que nos estamos viendo en un espejo.

Dificultad para subir

Aunque Jusant me impresionó lo suficiente como para incluirlo en mi lista personal de juegos favoritos de 2023, no puedo decir que me haya parecido perfecto. Su más grande problemas son los constantes ‘bugs’ de movimiento.

Cuando estamos en el suelo o usando la cuerda para balancearse, es increíblemente fácil quedarnos “atorados” en los elementos más irrelevantes de los escenarios. Hubo una ocasión en la que tuve que cerrar el juego porque simplemente no encontré forma de salir. También quiero quejarme del sistema de ‘checkpoints’ que usa cuando abandonamos una partida. En todas las ocasiones en que terminé una sesión de juego perdí al menos un par de minutos de progreso cuando lo retomé.

Finalmente creo que le sobran al menos uno o dos tipos de coleccionables. Por más divertido que fuera explorar los escenarios, hay elementos que simplemente no aportan nada narrativamente ni a nivel de reto.

De vuelta a tierra firme

Como dije antes en esta reseña, Jusant se convirtió en uno de mis juegos favoritos de 2023. Sus mecánicas de escalado me hicieron ver lo inmersivo que puede ser un elemento que otros juegos tratan como algo secundario. Su mundo me hizo reflexionar sobre lo que le puede pasar al nuestro.

Felicito al equipo de Dontnod por salirse de “su zona de confort” y explorar nuevas ideas para dar forma a un juego tan innovador y atrapante como este. Ojalá más estudios sigan su ejemplo.

Jusant
8.4/10 Nota
Lo que nos gustó
- Su excelente sistema de escalar.
- Bonita y relajante ambientación.
- Una historia que, aunque secundaria, tiene un importante mensaje ambiental.
Lo que no nos gustó
- Algunos 'bugs' que complican el movimiento.
- El progreso que se puede perder al salir del juego.
- Me hubiera gustado un poco más de reto.
En resumen
Este es un juego que se coló en mi lista de favoritos de 2023 justo antes de terminar el año. Las mecánicas de escalar en juegos como Uncharted, Tomb Raider, Genshin Impact y Zelda siempre me parecieron demasiado simples y finalmente tenemos aquí un juego que muestra el potencial que pueden tener. Jusant es un entretenido ejemplo de como puede crecer y mejorar una idea jugable si se le da el cariño que merece. Su historia, aunque secundaria al sistema de escalado, también es una importante reflexión sobre el calentamiento global que siempre tenemos que tener presente.

Esta reseña de Jusant está basada en una copia digital del juego para PS5 brindada por Dontnod. El juego está disponible para PlayStation 5, Xbox Series X|S y para PC mediante Steam.

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