Fils-Aime: Nintendo Wii U superaría en ventas a Xbox One y el buen software será la clave para ello

Reggie Fils-Aime habla sobre el futuro de las ventas de Wii U, su posición respecto a PlayStation 4 y Xbox One, la llegada de nuevos títulos como Mario Kart 8 y Super Smash Bros., y, cómo no, sobre las expectativas de las figuritas Amiibo.

Nintendo Wii U tiene un volumen bajo de ventas si se le compara con Gamecube. Sin embargo, esto no parece asustar a la Gran N ni destruir la confianza de Reggie Fils-Aime, CEO de NIntendo of America, quien incluso se muestra optimista ante el futuro de la consola.

Según Fils-Aime, Wii U aún tiene mucho potencial por explotar y los títulos venideros para la consola serán decisivos en las ventas de la misma. A pesar de que Nintendo lleva tres años operando a pérdida, la compañía necesita lanzar «software muy fuerte que capture la imaginación del consumidor […] y crear oportunidades de negocio para desarrolladores y distribuidores independientes» para llevar sus propuestas a la consola de sobremesa de Nintendo; tal cual lo afirmó el ejecutivo de Nintendo en una entrevista para el Seattle Times.

Esto parece tener cierta lógica, ya que la llegada de Mario Kart 8 ha incentivado las ventas de Wii U cuatro veces respecto a su nivel anterior. De acuerdo con las afirmaciones de Fils-Aime, cada vez que se lanza una nueva generación de consolas la industria entera hace un reset, ya que son muchos los factores que tienen que adaptarse y desarrollarse en función a las nuevas tecnologías. En esta generación, un factor clave es el juego social, lo cual Nintendo trata de explotar con productos innovadores de su Miiverse, como es el caso de los nuevos Amiibo (figuras coleccionables que interactúan con los juegos de Wii U). A su vez, la compañía está haciendo esfuerzos para fortalecer contenidos en redes sociales y en video en Internet (Netflix, YouTube, Hulu Plus).

Al hablar sobre los Amiibo, Fils-Aime afirmó que el costo promedio será comparable con las figuritas que actualmente se comercializan para Disney Universe y Skylander, es decir, entre $10 y $15 USD. Además, Nintendo espera que los Amiibo sean un negocio bastante próspero, no sólo por lo llamativo de las figuritas sino también por el potencial sin explotar que poseen.

Fils-Aime dice que no ve necesario hacer recortes al precio de Wii U. De hecho, según él, se ofrecen bundles a muy buen precio (como es el caso de Wii U + Mario Kart 8 a $329 USD en los EE.UU.) y títulos AAA como Mario Kart 8 impulsarán las ventas (juego que lleva 450mil unidades vendidas en los EE.UU. y que además se ha visto potencializado por el multijugador).

Con respecto al lanzamiento de una nueva generación de consolas, Fils-Aime afirma que en Nintendo no están afanados por eso ya que la Wii U todavía tiene mucho por explotar y títulos como Mario Kart 8 y Super Smash Bros. son prueba de ello.

Respecto a las ventas, la 3DS es la clara líder del mercado y Nintendo seguirá trabajando en ello. Por otro lado, la compañía enfocó muchos esfuerzos al desarrollo del negocio para Wii U en esta E3 2014, harán todo lo posible para robustecer sus franquicias y no temen por la llegada de productos para TV como Apple TV o Fire TV de Amazon.

Al comparar Wii U con sus competidoras PlayStation 4 y Xbox One, Fils-Aime tiene claro que la competencia principal es la consola de Sony y que su igual de Microsoft estaría relegada a un tercer lugar.

«El secretito sucio es que si te fijas en las cifras desde el lanzamiento, Sony y Nintendo estarían bastante cerca en lo que respecta a PlayStation 4 y Wii U, con Xbox en el tercer lugar. Yo creo que será una carrera de tres caballos para el balance de este ciclo.»

Si bien es cierto que aún hay mucho camino por recorrer, Nintendo debe estar muy atento a los movimientos de su competencia por ganar el corazón y el bolsillo de los consumidores. Sin embargo, no queda duda de que cada vez que Nintendo hace una movida sus contrapartes no tienen otra opción que reaccionar, y reaccionar lo más rápido posible si no quieren ser golpeados por el mercado.

Fuente: entrevista para Seattle Times.