Personajes históricos aparecerán en Assassin’s Creed: Revelations

En el próximo Assassin’s Creed: Revelations, Ezio Auditore estará inmerso en un mundo cuya coyuntura social, política y económica estará marcada por el cambio de un imperio que muere por otro que nace. La historia y la ficción juntas en un videojuego, pero se descacharon un poco.

La fecha que aparecía en los teasers que Ubisoft liberó en días pasados era el 24 de junio de 1459. Esta fecha no tiene nada relevante en la historia, sólo fue un día martes en el cual el sol estuvo iluminando los terrenos antiguamente conocidos como Bizancio durante 15 horas y 9 minutos. Junto a esta fecha, aparecía el Aya Sofía, uno de los íconos del catolicismo y monumento representativo del Imperio Romano de Oriente entre 537 y 1453. Para la fecha que aparece en esta pista, el Aya Sofía ya no era más una catedral católica sino una mezquita del Imperio Otomano.

¿Qué pasaba con la Europa Oriental en ese momento? Ya se completaba un poco más de 6 años desde que los turcos otomanos se tomaron oficialmente la capital del imperio Bizantino, vestigio del antiguo Imperio Romano de Oriente. El 7 de abril de 1453 la entonces Constantinopla fue sitiada por los ejércitos otomanos y después de 52 días de intensa batalla esta capital fue oficialmente anexada al imperio de los turcos. Después de esto se vivió un periodo de intenso cambio para los habitantes de la ciudad que decidieron quedarse; no sólo se cambió el nombre de Constantinopla a Estambul, también tuvieron que tolerar la imposición del Islam ante su Cristianismo, la formación de un nuevo gobierno, la invasión de una cultura totalmente extraña e incluso incomprensible. Por tanto, podemos hacernos una idea del entorno histórico y darnos cuenta que para estas épocas se vivía una atmósfera tensa y altamente conflictiva, aunque sedada por una aparente calma causada por la reciente conquista.

En el videojuego, Ezio Auditore ha de conocer a figuras relevantes de la época que habitaron Estambul en la vida real.

Manuel Paleólogo: fue emperador del Imperio Bizantino desde 1391 hasta 1425 (para las épocas que se retratan en Revelations ya estaba muerto, a no ser que Ezio tenga un Delorean). En el juego, aparece que nunca fue emperador por culpa de la invasión otomana y que  pudo seguir viviendo en la ciudad como un ciudadano influyente y adinerado, como también vinculado a los Templarios.

Sultán Solimán I: apodado “El Magnífico”, fue uno de los gobernadores del Imperio Otomano más influyentes en la historia, guiando a su Imperio a una edad de bonanza sin igual. En el videojuego, Solimán tendrá 17 años cuando se cruce en el camino con Auditore (¿1511? ¡Cámbienle el nombre a Ezio Auditore por Matusalén II o Marty McFly!). El futuro emperador será entonces un joven príncipe que aprenderá algo del liderazgo y filosofía del viajero romano.

Paleólogo murió en 1425 y Solimán I nació en 1494. Hay 69 años de diferencia y Ezio interactuará con ambos, sin envejecer mucho que digamos. ¡Definitivamente debe haber un Delorean escondido en el juego!

Además de estos personajes históricos, aparece una mujer basada en una obra de arte. Sofía Sorto es un personaje del juego inspirado en una obra de arte (Retrato de una Joven Veneciana, de Albrecht Dürer). Ezio estará interesado en Sofía con planes amorosos, pero la relación será muy conflictiva. Además, Auditore no puede revelar su relación con la Orden de los Asesinos, lo cual causará más de un evento poco grato con su nueva enamorada.

A pesar de tener algunas inconsistencias, Assassin’s Creed: Revelations, sin ser Age Of Empires, trata de vincular la historia con la acción y la ficción y plasmar eso en un videojuego. Eso no es común, muy pocos se atreven a intentarlo, y es algo que se debe apreciar.

Fuente. Contiene errores y acá los corregimos.